El Hijo del Marimo. || ZᴏSᴀɴ.

21. Zinan y Sora.

Sora crecia, y recien cumplia sus cinco meses y demostró ser un niño tranquilo pero cada que veía a su hermano Zinan se emocionada aplaudiendo para luego ir gateando rápidamente hacia donde se encontraba él para así jugar un rato. Era en esos momentos que se comportaba con un pequeño revoltoso.

Sanji observaba atentamente a el pequeño de ojos azules quien llorando golpeaba con sus manitos el suelo. Esto se debe a que Robin le estaba dando sus clases a Zinan.

— Sora, ven aquí. Tu hermano está ocupado. —Menciono el rubio llamando al pequeño que seguía llorando.

El peliverde estaba enojado, enojado porque estaba un poco aburrido y quería jugar con su hermano. Arrojó su juguete lejos de él cabreado, el rubio soltó una pequeña risa y el bebé le miró feo y siguió llorando. Quería a su hermano, lloraba ignorando a su mamá quien no sabía más que soltar pequeñas risas por el berrinche que su pequeño hacía por querer estar con su hermano.
Gateo en busca de su hermano investigando y al no encontrar se entristeció aún más sorbiendo su nariz, el chupete casi se le caía pero lo volvió a poner en su lugar.

Se sentó en el suelo enojado y lloraba enojado protestando por su hermano, tenía a su pobre hermano mayor con la arqueóloga haciéndolo sufrir con sus clases. Se quejaba y Sanji no hacía más que observarlo se levantó y lo fue a cargar pero el pequeño se alejó de él.

— ¿Qué quieres que haga, nene?. Zinan aún no a terminado. —Explico y el cachorro volvió a llorar.

Su hermano estaba allí haciendo que sabe que y el solo lo quería para jugar y estar junto a él, el cocinero le decía que ya faltaba poco para que terminara pero tenía como una hora diciendo lo mismo. No le observaba ni de reojo, estaba enojado. Gateo hasta donde estaba su hermano y Robin siendo seguido por Sanji, ya habían terminado y Sora salió rápidamente gateando en dirección de Zinan sonriendo de oreja a oreja riendo y abrazó fuertemente a su hermano.

— ¿Por qué lloraba?. —Pregunto Zoro bostezando quedando al lado e Sanji.

— Quería jugar con Zinan pero él estaba ocupado. Sabes lo apegado que es con el. —Explicó Sanji cruzándose de brazos observando a los pequeños que ahora jugaban en el suelo del Sunny entretenidos.

— Es cierto, desde muy pequeño a estado junto a Zinan. No le gusta que se la pasen mucho tiempo junto, es igual a Zinan cuando me abrazabas y besabas. —Dijo pasando su mano por la cintura del rubio.

— Pero tú también te acercabas a mi haciendo que Zinan se enojara. —Murmuró suspirando al sentir la mano de Zoro ahora sobre su trasero— Oye. 

— ¿Que?. Solo toco algo mío. —Respondió encogiéndose de hombros.

— ¿Tuyo?. ¡Callate, no digas tonterías!. —Golpeó con su codo su costado escuchando la risa de el peliverde.

— Pero pronto sera o seras oficialmente mio, aunque la marca que te hice ya lo demuestra pero hay que formalizarlo. Creo que iremos a una boda. —Explico de manera indirecta o directa quien sabe.

— ¡Por dios, cállate!. —Le grito con el rostro y las orejas mas rojas que un tomate.

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Zinan y Sora eran inseparables, tanto hacía que en una oportunidad Sanji los encontró a ambos durmiendo en la cuna del pequeño bebé y sonrió con ternura. Comian juntos, jugaban juntos hacían casi todo juntos y no importaba que se llevaran unos cinco años de diferencia Zinan podía actuar como un pequeño bebé para jugar con su hermanito y Sora era muy feliz estando con su hermano.