El Hijo del Marimo. || ZᴏSᴀɴ.

23. ¡La Boda!.

¿Cómo se describiría la boda entre el magnífico espadachín, Roronoa Zoro y el infame cocinero, Vinsmoke Sanji?. Pues muy sencillo...
Un completo caos... Por asi decirlo.

Varios miembros de la tripulación caminaban de un lado al otro, algunos cuantos invitados ayudaban con la decoración todo a escondidas de los novios. Sanji no quería nada del otro mundo, quería algo sumamente sencillo mientras que Zoro ni fiesta quería hacer solo se la pasaba durmiendo o jugando con los cachorros. Zinan ansioso preguntaba qué era lo que había pasado y ellos le explicaron, como para que un niño de su edad pudiera entender, lo que había sucedido.
Aún así, el resto de la tripulación comenzó con los preparativos para absolutamente todo. Invitados, comida y demás.

Las hermosas damas, Nami y Robin compraron los trajes. Uno negro para el espadachin y uno de colores cremas para el rubio ya que la novia debía de ir de blanco y el novio de negro, era lo más común. A decir verdad a Sanji le quedaba verdaderamente hermoso eses traje, resaltando su hermosa figura que llamaría la atención de cualquier Alfa y Omega. En un espejo se observaban una y otra vez viendo las imperfecciones en ellos o sus perfecciones sonriendo como idiotas para luego soltar una pequeña risilla. Ya todo estaba casi listo, ambos salieron de diferentes habitaciones al mismo tiempo cerrando nerviosos la puerta detrás de sí. Pero al Zoro perderse ambos chocaron, Sanji casi caía al suelo pero fue sujetado por uno de los fuertes brazos de el Alfa en su cintura.

— Tu... —Guardó silencio por un momento— ...Estás precioso. —Murmuró el espadachín embobado observando a el Omega quien se cubrió el rostro con sus manos sintiéndose avergonzado— Di... D-Digo siempre lo has sido, pero hoy te veo muchísimo más precioso.

— ¡C-Callate!. —Dijo penoso sintiendo su rostro caliente— A... A-Aparte, mis bellas damas dijeron que aún no podíamos vernos. —Murmuró separando uno de sus dedos observando con uno de sus ojos a sua jeno.

— Dejame apreciarte un poco más, por favor. —Pidió acariciando con su mano libre su mejilla.

— Pero... —El repentino beso de el mayor sobre su mejilla le sorprendido sosteniéndolo de los hombros- Zoro... —Murmuró observando la hermosa mirada de el ya nombrado.

— Te amo. —Susurro sobre sus labios.

— Y yo te amo a ti, Marimo. Pero vete, nos veremos con los chicos dentro de poco y luego podrás apreciarme y besarme todo lo que quieras. —Explicó ansioso haciendo que caminara hacia la dirección opuesta a la de el.

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Los invitados fueron los mismo de el primer cumpleaños de Zinan y de los siguientes. El viejo Zeff ayudo con toda la comida y el resto de invitados con diversas cosas.

Zinan y Sora parecían unos pequeños hombrecitos con la hermosa ropa que cargaban especial para ese momento y todo gracias al increíble sentido de la moda de la navegante y la arqueóloga. Estaban demasiado adorables que todos lo resaltavan en cualquier momento. Robin hacía los últimos retoques en el pequeño peliverde y luego en el peliverde bebé que no hacía más que mover de un lado a otro uno de sus juguetes estando entre los brazos de Viví.

Luffy se vio en la obligación de ir a buscar a Zoro, era el novio ye es el primero que debía de estar en el altar. Decidieron parar en una pequeña isla que es muy frecuentada para las fiestas y todo aquello. Por su parte Sanji hablaba más que nervioso con Zeff quien le prestaba la atención requerida en ese momento.