• 19

170 28 6
                                    

ALLISON VIDRIO





Estaba por encender el auto para ir a casa de Sofía y pasar el día con ella, pero Nailea vino corriendo a decirme que papá la envió para hacer las compras conmigo, hasta una lista con lo indispensable traía en mano.

No tuve de otras más que aceptar a regañadientes. Durante el camino ella no paraba de hablar de Israel y de contarme lo bien que iban, la verdad es que no pensé que este par saliera algún día por el estúpido capricho que Nailea tenía con Alan. Por suerte eso ya quedó atrás.

— Israel me ha contado que Sebastián está actuando raro — cambió el tema de su relación de la nada mientras miraba su celular.

Hice un gesto mientras seguía conduciendo ¿Sebastian raro?, siempre lo ha sido y hasta ahora se preocupan.

— Pero si el siempre ha sido así — respondí mientras doblaba en una esquina.

— Me refiero a raro cuando está contigo, Allison — aclaró— ¿oh me vas a decir que no te has dado cuenta?

— ¿Cuenta de que?

— De que le gustas a Sebastián— dijo obvia y yo dí un frenazo girando mi cabeza bruscamente hacia ella — ¿Que demonios te pasa? — se quejó

— ¿Que acabas de decir? — pregunté desconcertada, yo también me había sacado de onda por cómo frene.

— Me sorprende que no te des cuenta de eso, Allison— elevo sus cejas y siguió viéndose en el espejo revisando su frente, se había golpeado con la guantera.

—Yo... — balbucee y nailea abrió la boca para decir algo pero no la dejé— No digas nada.

— Acéptalo Allison, a ti también te gusta Sebastián — me dio un codazo leve en las costillas.

— Claro que no, no se de que hablas — me negué mientras ponía el auto en marcha de nuevo.

— Huye de tus problemas como siempre lo haces Allison — rodee los ojos — Aunque hagas eso — me señalo acusadora

— Uy que miedo — fingi temblar.

Un par de minutos después llegue al estacionamiento del supermercado y me estacione, Nailea y yo bajamos del auto y comenzamos a caminar. Ella pasó por un carrito para ir poniendo las compras ahí, mientras yo iba leyendo la lista que nos dió nuestro padre.

Llegamos al pasillo de las frutas y eche algunas al carrito.

Sentí un leve Jalón en mi brazo, rápidamente puse mi vista en la persona que había causado aquel pequeño dolor en esa zona.

— Allison Vidrio haciendo las compras de su casa, vaya, pensé que ya lo había visto todo — escuché a Sebastián burlarse

— Que chistoso — solté con sarcasmo y el me dió una sonrisa amistosa — ¿Tu que haces aquí? ¿Vienes a robar uvas como pasatiempo?

— Que chistosa Allison— repitió de la misma forma que yo.

Gire mi vista buscando a mi hermana en el pasillo, pero ya no estaba más a mi vida. A donde se habrá ido.

𝐃𝐢𝐞𝐳 𝐂𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐐𝐮𝐞 𝐎𝐝𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐓𝐢 | 𝐒 𝐂. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora