𝐃𝐢𝐞𝐳 𝐂𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐐𝐮𝐞 𝐎𝐝𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐓𝐢 | 𝐒 𝐂.

• 22 : Final

Narrador omnisciente

Hoy era el baile de graduación y los estudiantes de último grado estaban unidos organizando todo para el gran día, después de todo sería su última fiesta como estudiantes.

Como Israel iba a graduarse le pidió a Nailea que fuera su acompañante, ella aceptó encantada de ir con su pareja. Sofía obviamente que iría con Edson, ambos se graduarían y al estar saliendo irían juntos.

Mientras que Allison estaba en su cama, viendo hacia el techo pensando en que demonios iba a ponerse esa noche. Permaneció así por unos segundos hasta que sonrió, recordó un vestido que le habían regalado en su cumpleaños y que no usó nunca por que no se había dado la ocasión. 

Se puso de pie y se metió a la ducha, aun le daba tiempo de arreglarse para ir a la fiesta. Sebastián le había dicho que pasaba por ella y que la llevaría con la ropa que tuviera puesta, sabía que el chico de pecas sería capaz de llevarla a la fuerza así que por eso prefería arreglarse para la ocasión.

Al salir de la ducha busco aquel vestido que había recordado, el cual había encontrado en lo más recóndito de su clóset.

Dejó el vestido sobre la cama y se dió cuenta de que sorpresivamente, no estaba para nada arrugado. Lo miró con atención mientras comenzaba a sentirse nerviosa, era la primera vez que se vestía tan elegante y que iba a un lugar con una pareja, por decirlo de alguna forma.

Suspiro y se dirigió al tocador, se miro al espejo y se dijo a si misma que no fuera tonta, no iba a casarse así que no tenía caso estar nerviosa. Soltó todo el aire retenido y comenzó a ver el poco maquillaje que tenía, buscando una buena opción para maquillarse esa noche.

La puerta de su habitación fue tocada, ella no dijo nada por que ya sabía que era su hermana. Un par de segundos después, Nailea entró a su habitación con una radiante sonrisa.

— ¿Por que tan sonriente, Nai? — preguntó su hermana mayor

— Por que Israel me invitó a ir al baile con el esta noche — le contó y después se acercó a su hermana — ¿Y a ti quien te invitó? — quiso saber.

— La única persona que me invitaría a salir en sus cinco sentidos — dijo causando que ella y su hermana menor rieran — Dijo que pasaría por mi así que, aquí estoy.

— Es sorprendente que aún esté invitándote a salir, digo, pensé que se llevaban mal — comentó mientras se cepillaba el cabello— Recuerdo que cuando recién lo conocí fumaba demasiado, ¿Aun lo hace?

— Por lo que yo se, no, ya no lo hace— la miró — Tampoco lo he visto cargando cajetillas en su auto.

— Pues al parecer tu lo has cambiado Allison — Nailea movió sus cejas de manera divertida — La verdad es que hacen una buena y bonita pareja.

— Nailea, después de graduarnos no creo que nos volvamos a ver — dijo Allison sonando obvia.

— Quien sabe, todo puede pasar — la menor de las hermanas Vidrio sonrió un poco y después se despidió con la mano para ir a la sala y esperar a Israel. Allison solamente negó divertida.

Cuando finalmente estuvo sola, se quitó la bata de baño que cubría su cuerpo y comenzó a ponerse el vestido. Se miró frente al espejo revisando que le quedase bien, para su fortuna fue así. Se puso unas zapatillas que no fueran muy altas por que sabía que no las aguantaria por mucho, después se sentó frente al tocador y se terminó de maquillar para después arreglarse el cabello.