Capitulo 5: Solo era eso

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Los cálidos rayos de sol abrazan mis brazos desnudos trasmitiéndome un agradecido calor. Una suave brisa levanta ligeramente la falda de mí vestido blanco a la altura de encima de las rodillas. Deshago el sencillo moño que sujeta mi cabellera castaña dejándola caer. Miro a mí alrededor. El cielo está pintado de un precioso azul celeste impoluto de ninguna nube intrusa. El suelo vestido de un césped con ramas largas de  diferentes tonalidades de colores. Mi única compañía es la del canto de los pájaros ocultos entre las ojos de los robustos arboles. Estoy en un prado, completamente sola.

Empiezo a caminar y es cuando descubro que voy descalza. La tierra es fría al tacto y camino con cuidado de no clávame ninguna piedrecita. Otra brisa de viento, esta vez más fuerte, vuelve a levantar la falda del vestido. No me preocupo en amararlo para que nadie vea mi ropa interior, de todos modos no hay nadie que la pueda ver.

La mayoría de las ramas del césped me llegan a la altura de las pantorrillas. No veo no escucho a nadie. El único sonido que llega a mis oídos es el del viento y los silbos de las aves. Me descubro a mí misma observando contantemente mí alrededor. Este lugar no me suena en absoluto. Nunca he estado aquí que yo recuerde. Obviamente, no está en New York. He recorrido cada centímetro de esa ciudad.

-Mierda-exclamo cuando tropiezo con una rama elevada de un árbol.

Pero...no hay ningún árbol. Y sí no hay árbol...no hay ninguna rama elevada. Bajo lentamente la mirada para encontrarme con un par de piernas con los pies descalzos también.

El cuerpo de un hombre tirado boca abajo aparece en mi campo de visión. La postura en la que está este hombre parece como si hubiese tropezado, pero no se hubiera puesto en pie de nuevo. El dicho hombre vestido con unos vaqueros azules marinos oscuros y con una  simple camiseta color gris ceniza de mangas cortas y...

Noto como palidezco cuando lo veo. ¿Cómo no me di cuenta antes? Mis manos empiezan a temblar pero no me molesto en esconderla. Una gran mancha de sangre tiñe su camiseta de un color rojizo. La mancha ocupa casi toda su espalda, señal que el hombre ha perdido gran cantidad de sangre. Un agujero  perforó su camiseta.

A este hombre le dispararon...

Me tiro al suelo cayendo sobre mis rodillas. Me acerco lentamente al cuerpo y poco dos dedos en su cuello para comprobar su pulso. Las manos continúan temblando y cuando no hay pulso lo hacen con mucha más fuerza.

Me dispongo a retirar los dedos del cuerpo inerte cuando algo capta mi atención. En su nuca. En su nunca hay algo que jamás podría olvidar. Es el mismo tatuaje. Es él. El cuerpo que yace a mi lado, es él.

-¡James!-grito.

Abro mis ojos de golpe. Una capa de sudor cubre todo mi cuerpo y mi pijama se ha pegado a mi cuerpo. Mi respiración es incontrolable. Los ojos me arden de las ganas de llorar. Pero esta vez no lo haré. Él estaba muerto...Era un pesadilla. Solo era eso. Una pesadilla. Pero la peor pesadilla de todas es que esta podría ser cierta.  James podría estar muerto y yo no tengo forma alguna de saberlo.

Quiero gritar de la frustración. Debe haber alguna forma de saberlo, saber si su corazón continúa latiendo. Debe de haber algo, estoy segura.  Algo que yo pueda hacer. Necesito saber si él sigue vivo. Creo que en mi vida no he necesitado tanto algo como esto.

Es entonces cuando me doy cuenta de algo. Si existe la posibilidad que el viva, ¿dónde está y en qué estado?

Cojo velozmente mi ordenador portátil y lo pongo encima de mis piernas cubiertas por las delicadas sabanas de algodón. Espero impaciente a que se digne a encenderse. No tardo en teclear su nombre en el buscador. Tarda algunos segundos que parecen horas, hasta que en la pantalla puedo leer que no se ha encontrado el archivo deseado. Pruebo esta vez con "James Kinnaird 1984", pero de nuevo no hay información alguna. Lo que es grave. Sobre todo siendo él un asesino. Las horribles imágenes que la señora Davis me mostró me hacen encogerme de escalofríos. No son las fotografías en sí, si no la expresión desesperada de él cuando me suplicó que no fuera con ella. En ese momento parecía tan vulnerable.

Después de unos veinte minutos buscando en las noticias de la clínica psiquiátrica en la que trabajaba, tampoco encuentro nada.  Se supone que debería haber algún registro, al menos uno, sobre una ejecución hecha hace menos de una semana.

Pero, sencillamente no hay nada.

Es como si quisieran ocultarle al mundo su existencia. Como si no quisieran que la gente supiera que un asesino con las manos manchadas de la sangre de tantas personas, divaga por las calles del país.

Es cuando mi curiosa y problemática mente crea una teoría. Las personas que dirigen todo esto, la policía, los jueces,...todos ellos: mantienen al margen a las personas en situaciones como esta. Ellos no quieren que se sepa de esto. Creen que es lo mejor para la sociedad, para lo único que consiguen es ponerla en un peligro mayor. ¿Cómo si no, te enfrentarías tu a un asesino o cualquier otro peligro, sin saber de qué se trata?


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Hola hermosuras!!! Sé que ultimamente no escribo tan seguido como en el primer libro que tenia un horarios fijo en el que publicaba siempre. No prometo seguir el mismo horario, pero si escribir casi tan frecuente como antes.


Espero que no les este disilusionando por ahora la historia. Solo han pasado cinco caps, la trama empezará a ponerse más interesante, lo juro.


Me encantaria saber vuestras opiniones en los COMENTARIOS y en los VOTOS.


Nos leemos pronto.


LUCHEMOS TODOS JUNTOS POR UN MUNDO SIN SPOILERS!!!

Huye conmigo (Elypeea#2) Fanfic THEO JAMESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora