Huye conmigo (Elypeea#2) Fanfic THEO JAMES

Capitulo 30: ¿Conoce a Emma Johnson?

El agua cae sobre nosotros. Apoyo mi espalda contra la pared de la ducha, observando cómo pequeñas gotitas se acumulan en sus pestañas. El agua casi helada eriza mi piel. Hacía tiempo que no me duchaba con agua helada. A pesar de las múltiples quejas por parte de James, ha accedido a regañadientes a ducharnos con agua completamente fría. Además, el calor y el sudor que cubría el cuerpo de ambos, ha ayudado a que acepte.

Esta mañana, una vez desayunado y hecho la digestión, hemos salido a correr. Hoy, he tenido más aguante que la última vez. Incluso le he adelantado en una cuesta, que para el colma, era rocosa. Hemos recorrido gran parte del bosque corriendo, esquivando, claramente, las zonas donde sospechábamos que podría haber alguien o las que aún no se habían recuperado totalmente de las tormentas de la semana pasada. El cielo estaba ocultado por las ramas y hojas abundantes de los arboles. Todo con colores brillantes y potentes, acompañado con el canto de algún que otro pájaro. Juro no haber visto tanta belleza junta sin contar cuando me he mirado en el espejo esta mañana, claro.

Una vez llegamos a la cabaña, James tuvo la espectacular idea de tomar una ducha juntos, cosa a la que no me opuse, obviamente.

Poso mis manos tras su cuello, acercando su rostro al mío. Coloca las manos a cada lado de mi cabeza, quedándome atrapada entre sus brazos. Nuestras miradas chocan, como millones de veces lo habían hecho antes. Nuestras caderas están ahora juntas. Las yemas de mis dedos recorren lentamente desde su cuello hasta su duro y plano abdomen, pasando por su pecho. Todo su cuerpo está perfectamente musculado. Su pecho sube y baja lentamente. Muerdo mi labio interior con fuerza, pasando con mi lengua las viejas cicatrices.

Mi mirada cae sobre esos carnosos labios suyos. No dudo una milésima de segundo en abalanzarme sobre ellos. Sus labios bajo los míos. Lame con dulzura mi labio superior a la vez que sus manos descienden hasta mis caderas para cogerlas y rodear su cintura con ellas. Sus manos me sostienen con firmeza. Mi lengua entra en su boca sin pedir permiso aventurándose en su interior.

Un jadeo brota de mis labios cuando de improvisto, muerde mi labio inferior. Cuando apenas nos queda oxigeno que respirar, nos vemos obligados a separarnos. James aprovecha la acción para posar sus labios sobre la piel de mi cuello. Los dientes de James se hunden ligeramente en mi cuello provocando que gima.

Su erección roza sutilmente mi punto más débil, creando que mis gemidos y el deseo de sentirlo dentro de mí aumente. Muevo mis caderas en circulas, imitándolo, con leves roces.

-Por favor, James...-suplico.

En respuesta, James aprieta mis muslos. Lo que antes eran sutiles roces, ahora empieza a ser más profundo. Me tortura de una forma básicamente placentera al entrar en mí lentamente.

-Joder, Emma-gime él cuando entra completamente.

Realmente, parece que quiera matarme con las ganas. Sé que está jugando conmigo. No hace más que reírse de la historia de cuando me acosté con Thomas en aquellas interminables vacaciones. Sabe que no me gusta cuando la cosa va demasiado lenta. Él sabe perfectamente como me gusta...

-James, acaba ya con esos jueguecitos-advierto.

Entonces, es cuando empieza a embestirme con más rapidez. Ambos gemimos. Creo movimientos circulares con mis caderas. Sus manos aprietan con más fuerzas mis muslos, sin hacerme daño, claramente. Muerdo el lóbulo de su oreja. Mis manos se aferran a su espalda para no perder el equilibrio. Ya casi. Ya casi estoy...

Justo cuando iba a llegar al clímax, James resbala con el agua enjabonada del suelo de la ducha. Dejo escapar un grito ahogado por la sorpresa. Mi cabeza golpea contra la pared, pero mis manos siguen cogiendo con fuerza su espalda. James, ágil como nadie, consigue que no caigamos ninguno posando rápidamente una mano contra la pared, la misma con la que me he golpeado. Con una sola mano, logra mantenerme alzada. Mis piernas rodean con fuerza su cadera.