Capitulo 16: Lo prometo

1.2K 93 3
                                    

Mi corazón golpea contra mi pecho y una gota de sudor cae por mi frente. Mis dedos juegan nerviosamente con el bajo de la camiseta que llevo puesto mientras que mi atención está fija en esos dos hombres que caminan a paso ligero hasta la puerta principal. Todo mi cuerpo permanece completamente paralizado enfrente de la ventana. Los sigo con mi mirada, están a pocos metros del porche de madera. Cuando creo que uno de ellos me ha visto, mi cuerpo reacciona.

Me aparto rápidamente de la ventana y me giro para encontrarme a un James con expresión seria pero tranquila al mismo tiempo. Sus labios son una fina línea y su cuerpo permanece erguido con la espalda recta. A diferencia de mí, su pecho sube y baja con normalidad. ¿Cómo puede estar tan calmado? Mi pulso va a mil por hora y siento los nervios a flor de piel. Me pregunto cuantas veces habrá estado James en esta situación, si es que alguna vez lo ha estado, claro. Obviamente, la última vez no le salió bien, sino, nunca lo habría sido ingresado en la clínica.

-Abran la puerta-exige una voz masculina tras la puerta junto con varios golpes en ella.

Creo notar como mi piel palidece y mi cuerpo vuelve a inmovilizarse, pero me obligo a reaccionar. Musito un "Escóndete" dirigido a James y él, a regañadientes, asiente antes de abandonar la habitación donde me hallo.

-Un momento por favor-pido con la voz elevada para que ellos puedan escucharme-, estoy desnuda-explico, cosa que es verdad a medias.

Busco en la sala hasta que logro encontrar unos pantalones cortos anchos que utilizo para dormir y torpemente consigo ponérmelos. Con una última inspiración profunda, abro la puerta.

En la entrada se hallan dos hombres. Uno joven de mi edad más o menos y otro de la edad de mi padre aproximadamente. Ambos visten el uniforme policial y puedo distinguir la funda de una pistola en su cinturón. El hombre mayor tiene el cabello de un pelirrojo claro y unos ojos azules claros. A su izquierda, el chico más joven, con pequeños mechones rizados castaños cayéndole sobre sus ojos castaños. Su figura es delgada a pesar de tener músculos. En cambio, su compañero, es de cuerpo bien marcado. Aunque claro, ninguno de los dos tiene tanto musculo como James.

-Buenas tardes, señorita-saluda el hombre de mediana edad-. Soy el agente Mathew y éste de aquí-señala al chico joven-, es el agente Walter.

-Encantada, yo soy...-no puedo darles mi nombre verdadero. Piensa rápido, Emma- soy Alice Cooper. ¿Qué les trae aquí?-pregunto de la forma más educada posible.

-Pues verá, señorita Cooper-empieza Walter pero se detiene por la mirada fulminadora de Mathew-...se lo explicará el agente Mathew-dice con timidez.

-Nos sorprendió mucho que esta vieja cabaña volviera a estar habitada, llevaba siglos abandonada. ¿Vive alguien con usted, Alice?

-No-respondo al instante-, vivo sola. Soy pintora, llevaba mucho tiempo sin inspiración, así que decidí tomarme un año sabático. Alquilé la cabaña ara unas cuantas semanas, tengo los papeles por algún lugar, si quiere verlos...-señalo el interior de la casa que está completamente desordenado.

-No hace falta, gracias-contesta quitándome un peso de encima. Soy una experta en la actuación y la mentira. La clave de no ser nunca pillada es actuar con normalidad y seguridad, que es exactamente lo que estoy haciendo ahora. – Entonces, ¿no tiene a nadie que puede protegerla?

Esa pregunta es excesivamente insultante. Si no fuera porque agredir a un policía es denunciable...Tiene suerte que ahora mismo lo que menos deseo es meterme en problemas. ¿Cómo se atreve a decirme eso a mí? ¿A mí? Yo, que nunca he necesitado protección de nadie. Yo, que no tengo escrúpulos en darle una buena cachetada a un cretino, un cretino como el mismo agente Mathew al decirme eso.

-No, pero no hay muchos peligros por aquí...-digo con sorprendente calma pero Mathew me interrumpe.

-Precisamente, de eso queríamos hablarle-indica él-. Estos últimos días, hemos encontrado varios cuerpos de animales terriblemente degolladlos cerca de aquí. Tememos que haya un hombre merodeando en estos alrededores. La forma en que ha matado a esos cuerpos, destripándolos completamente, nos indica que no lo ha hecho para la caza. Creemos que podría ser un perturbado un tanto sádico-hace una breve pausa. No me pasa por alto el hecho de que haya dicho todo el rato "hombre", como si una mujer no pudiera hacer eso-. En cuanto nos enteramos de que alguien habita aquí, hemos venido lo más rápido posible.

-Queríamos saber si ha visto algún hombre vagando cerca-habla de nuevo Walter, esta vez, sin interrupciones de parte de su compañero-Me...nos preocupa su seguridad, Alice-se autocorrige y posa su mirada en las baldosas de madera avergonzado.

-Pues no. No he visto a nadie por aquí desde que me instalé-respondo- ¿Y no podría ser un animal salvaje...?

-Todas las pruebas indican que no-vuelve a decir Mathew. Rebusca entre uno de sus bolsillos hasta encontrar una tarjeta plastificada de color azul y me la tiende. En ella puedo ver el logo policial y un número telefónico-. Por favor, señorita Cooper, llámeme si necesita cualquier cosa o si ve a algún sospecho deambulando. Y le ruego que tenga mucho cuidado. Cierre todas las ventanas y puertas y procure no ir por sitios peligrosos. No queremos que le ocurra nada a una chica tan bella como usted, Alice, si me permite el atrevimiento.

Fuerzo una sonrisa. ¿Enserio? Es un poco mayor para estar coqueteando con alguien como yo. No digo que no sea atractivo y aunque tienda a gustarme los hombres mayores, no tanto.

-Debemos irnos-dice Walter-. Prométanos que tendrá cuidado y nos llamará.

-Lo prometo-miento-. Ha sido un placer conoceros-estrecho sus manos.

Ambos caminan en dirección al coche y después de despedirnos con gestos de mano, cierro la puerta tras de mí. Dejo escapar un suspiro de alivio y noto como todos mis músculos de destensan. Proceso las cosas que me han dicho. Sé que ha sido James, aunque nunca me lo haya dicho ni venía manchado de sangre. Por mucho que le haya repetido una y otra vez que no me importa, él sigue temiendo que huya temerosa de él.

Tiro al suelo la dichosa tarjetita y empiezo a llamar a James mientras lo busco por las habitaciones. Después de entrar y salir de varios cuartos, entro en el lavabo. Corro la cortina de la ducha y lo encuentro allí, con la misma ropa sudorosa de antes con la espalda recostada contra los azulejos y una expresión aburrida.

-¿Qué te hicieron los pobres animalitos?-pregunto riendo, tarda unos cuantos segundos, pero finalmente me acompaña.

 - --  -- - - - - - -  - - --  - - - - - -- -  -  --  -

Hola cositas mundanas mías!!!!!!!!!

Espero vuestros COMENTARIOS y VOTOS

LUCHEMOS TODOS JUNTOS POR UN MUNDO SIN SPOILERS!!!

Huye conmigo (Elypeea#2) Fanfic THEO JAMESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora