MOON | Jeremiah Fisher

1.Right where you left me

MOON

-Así que Harry.

Subo una ceja al notar el tono que usa Conrad, sé qué trata de averiguar algo más, pero la verdad es que no hay nada más.

-Es un compañero de clase que me estaba pidiendo los deberes de literatura.

-Llevas hablando con él como una hora, desde que has llegado de hecho.

-Si dedicaras el tiempo que usas para molestarme a algo de provecho probablemente serías millonario.-Conrad me da un pequeño golpe en el hombro, yo sonrío.-La verdad es que sí, Harry está bastante interesado en mí.-admito.-Es majo, sabe tocar la guitarra.

-¿Eso es lo que te gusta de él? ¿Qué sabe tocar la guitarra?-el moreno me mira tratando de sacar algo más, algún dato curioso sobre el joven o un comentario sobre lo mucho que su mirada me hace temblar, pero no hay nada de eso.-Creo que deberías de bloquear a ese tal Harry si lo único que te gusta de él es su guitarra.

-También canta.-añado tratando de dejar mejor al chico.

-Milo, el novio de Taylor, también canta y créeme que...

-¡Oye!-me quejo por su comparación.-¿Por qué no te vas ya? Belly estará triste porque hace diez segundos que no habláis.-decido cambiar el rumbo de la conversación.

-Desde julio han habido cuatro chicos que se han acercado a ti, solo me has hablado de ese tal Harry, déjame hacer preguntas.

Habían pasado cuatro meses de julio, desde el julio más raro de toda mi vida, más triste y más bonito, y aunque no pensé que fuera capaz he superado todo bastante bien, todo lo bien que se puede en ese tiempo.

Había decidido irme a vivir con mi abuelo, no era la mejor opción porque implicaba tener que ver películas del oeste cada noche, pero era mucho mejor que vivir con mi madre, hablaba con ella de vez en cuando, pero más que madre e hija parecíamos familiares lejanas y no me molestaba, ya había tratado unirme a ella bastante veces y no lo había conseguido.
También había entrado a otro instituto, no podía pasarme el año que me quedaba sintiéndome juzgada por gente que se supone que son mis amigos y, aunque adaptarme había sido difícil, había encontrado a chicas a las que no les importaba donde estaba mi padre o si no tenía suficiente dinero como para comprar un vestido, eso me gustaba.

Pero tampoco me había olvidado del todo del verano, no todo había sido malo, Conrad era la viva imagen de ello. Desde que se fue de Cousins nos habíamos mantenido en contacto hablando casi cada semana, así me había enterado de su especie de relación con Belly y de cómo Susannah parecía mejorar, aunque también hablaba mucho con ella, claro.

Del mismo modo, él también se enterado de todo sobre mi vida nueva, se había interesado sobre mis clases de literatura y sobre lo mal que sabían las tartas de queso del comedor, también, como no, sobre todo chico que se me había acercado buscando algo más y que yo, algo rencorosa con el sexo masculino, había rechazado.
Conrad había insistido mucho en saber por qué no quería nada con ellos, así que supongo que por eso está tan curioso, nunca le había hablado mucho de nadie y que si lo haga con este chico es sorprendente para él aunque, si soy sincera, creo que todo acabará en nada.

-Yo no hago tantas preguntas de lo tuyo con Belly y eso que estoy aquí por ello.-el moreno se encoge de hombros.

-Aún no somos nada, pero quiero darle una sorpresa, no aguanto más sin verla y hablando solo por teléfono.-el brillo en los ojos de Conrad me hace sentir algo de miedo, me recuerdan al último verano.