LUNAMe siento al borde de la piscina, no me preocupa mojarme los pies, pero al menos el agua en ellos me hacen poder pensar en otra cosa que no sea que tengo a Jeremiah sentado justo a mi lado.
El sonido de las olas se escucha a lo lejos, es relajante, pero por alguna razón no lo siento así. Es más como si fuese un reloj, un sonido que marca el tiempo que queda para comenzar una conversación, una conversación que debíamos de haber tenido hace mucho tiempo, no ahora.
No culpo a Jeremiah, sé que no ha sido fácil perder a su madre, estar solo, sentirse solo. Pero no sé, ahora mismo todo se siente innecesario, ya nada importa. Todo va a acabar, el final está en camino, me iré a estudiar a Stanford y quizás ya nunca más nos veremos, ya no hay nada que nos una, el hilo invisible se ha roto en mil pedazos.
—¿Cuándo te vas a Standford?
—En tres semanas.
Me iría a principios de agosto, para así tener una semana en la que poder acostumbrarme a la ciudad, a la universidad, a todo lo nuevo.
—Yo iré a Finch, ¿sabes?—me cuenta con un tono relajado.
—Eso es genial.—le felicito con el tono más alegre que soy capaz de sacar dentro de mí.—Finch es genial.
—No tanto como Standford.
—No es una competición.
Y no me refiero ni a Stanford, ni a Finch, me refiero a lo mismo que él, a Conrad y a él.
—¿Alguna vez ha dejado de serlo?—Jeremiah gira su mirada hacia mí, yo hago lo mismo.
Sus ojos me atraviesan todo el muro que he construido para alejarme de él, incluso siento tristeza, una tristeza arrolladora que creía haber dejado atrás.
—Nunca ha sido una competición, el problema es que tú no dejas de verlo así.—aclaro.—Sois hermanos, no puedes vivir para siempre creyendo que uno es mejor que el otro, o que tienes que ser más que él. Es hora de que os aceptéis el uno al otro y queráis que el otro sea feliz.
—Incluso tú lo has elegido a él.
Suelto una risa, vuelvo a mirar hacia el agua.
Que yo he elegido a Conrad. Es gracioso.
Porque si él hubiese seguido junto a mí, si no me hubiese abandonado, si no hubiese decidido que yo no era suficiente, yo nunca, jamás, me habría separado de él. Mi corazón se iluminaba cuando estaba a su lado, era todo lo que quería, estar con él. Pero ahora mi corazón solo se llena de nervios, de miedo, cuando estoy con él, y no estoy dispuesta a seguir con esto.
—Yo no he elegido a nadie, porque Conrad es mi amigo.—recalco.—De nosotros dos, yo no fui la que elegí.
Y es la verdad, y él lo sabe, pero supongo que es más difícil pensar que las personas se alejan de ti porque sí y no porque has cometido un error.
Eres lo que haces, lo que hiciste y lo que harás. Mientras que no cambies, mientras que no demuestres que ya no eres esa persona, seguirás siendo el mismo.
ESTÁS LEYENDO
MOON | Jeremiah Fisher
FanficTERMINADA|«Donde Jeremiah miró tanto a Luna que ahora no se puede olvidar de ella.»