03

5.5K 333 104
                                    

LUNA♪

—¿Va enserio lo de que vas a salir?

—¿No es lo que llevas intentando que haga desde el comienzo del verano?

Mi madre suelta una risa, me sonríe mientras que está apoyada en el marco de la puerta, parece hacerle más ilusión que a mí que me esté echando colorete para salir y que me haya planchado el pelo, es algo irónico, antes siempre se quejaba de que lo hacía y decía que debía de apreciar mis rizos, sin embargo, hoy parece ser el mejor día de su vida por ello.

—Estás muy guapa, Luna.—da un par de pasos hasta llegar a mi pelo, lo echa hacia atrás haciendo que solo se vea mi cara en el reflejo del espejo, tras eso, apoya su cabeza en mi hombro, sonríe.—Me alegro de que hayas decidido cambiar tu actitud, y que entiendas que yo solo quiero que estés bien.

Dejo caer un poco mi cabeza en la suya, sonrió y suspiro, me encantaría volver a ser pequeña y que ella me peine con trenzas porque creo que soy Katniss Eveerden, y que me recuerde que me eche perfume y me cocine mis galletas favoritas, lo echo mucho de menos, pero todo ha cambiado mucho, yo ya no soy una niña fácil de convencer y ella ya no es esa madre que dedica todo el tiempo que puede a su hija, supongo que por eso también insiste tanto en que salga, quizás piensa que así no me daré cuenta de que ya apenas está en casa, y de que antes al menos mi padre me hacía compañía, pero ya él no está.

—Es el cumpleaños de Belly, me ha invitado.—me siento abierta a contarle lo que voy a hacer, porque sé que la relación entre las dos está algo tensa y, aunque me encantaría arreglarlo, sé que ahora mismo ella no quiere escucharme, así que supongo que mi mejor idea es darle detalles sobre mi día como si así ella pudiera saber algo más sobre mí.—¿Tú vas al club?

—Tengo que ir a arreglar algunos problemas, sí, pero supongo que estaré aquí para cenar, ¿vendrás a cenar?—su cabeza se separa de mí, vuelve a caminar hacia la puerta.

—No lo sé.—respondo mientras me miro de nuevo en el espejo, vuelvo a poner mi pelo hacia delante, al fin y al cabo lo había alisado para eso, me sonrió a mí misma y decido que ya estoy lista.

—Está bien, cielo, avísame con lo que sea.—mi madre desaparece rápidamente del baño, entra en su habitación y cierra la puerta rápidamente tras ella, parece que le da miedo apenas mirar el pasillo, no la juzgo, a mí también.

Siempre hemos sido muy familiares, mis abuelos maternos siempre que me ven me recuerdan que lo más importante es la familia, que ella nunca te abandona, pero yo comienzo a dudarlo. El caso es que a mí madre siempre le ha encantado colocar fotos de todos por todas partes, de cumpleaños, fiestas, eventos del club, de todo un poco, y ahora ambas tenemos que vivir en una casa eternamente decorada con la cara de mi padre y no es que sienta odio al verla, no creo que pueda odiarle, al menos no aún, pero si siento tristeza porque me encantaría entender el por qué se fue si todo parecía ser perfecto.

Llevo mi vista al suelo mientras bajo las escaleras, no quiero estar triste para salir con Belly y menos aún en su cumpleaños.

Me había hecho ilusión recibir su mensaje diciendo que me quería pasar a recoger para celebrar su cumpleaños, creo que es lo que más ilusión me ha hecho últimamente, supongo que las amistades curan.

Agarro mi móvil el cual está colocado en la mesa del salón y, tras eso, me dirijo rápidamente hacia la puerta donde se escucha un ruido de motor que me hace fruncir el ceño, pero en cuanto salgo puedo entender el por qué.

MOON | Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora