𝑴𝒚 𝑽𝒊𝒍𝒍𝒂𝒊𝒏 / 𝕋𝕒𝕞𝕒𝕜𝕚 𝕪 𝕋𝕦

~Capítulo 17~

Pov Narradora 

Sentiste una sensación de vacío tan sutil que apenas y la notaste. Tu sonrisa decayó levemente hasta llegar a un rostro inexpresivo, era común en ti, pero, en este preciso momento, había algo más. Indagaste en lo más profundo de tu pecho hasta lograr hallar ese sentimiento , era algo singular, algo que transformaba la ansiedad en algo bueno.

Tus ojos buscaron el móvil el cual se encontraba al lado tuyo. Te giraste sobre tu cama y retiraste el audífono derecho para que no te molestara.

—¿Tamaki?— Pronunciaste su nombre con afán de que él te respondiera. 

—¿S-si?— Se escuchó al otro lado de la línea. 

Una sonrisa se expandió sobre tu rostro al sentir como aquel sentimiento se extendía sobre tu cuerpo hasta llegar a tu garganta, bloqueándola por completo e impidiéndote responder.

¿Era él el causante de todo esto? Pues odiabas el sentimiento.

Tamaki y tu siguieron hablando unos minutos más que fácilmente se convirtieron en una hora, y una en dos. Ya eran pasadas las 12 cuando el chico se percató de que, al otro lado de la línea, ya no contestaba nadie. 

—¿T-T/N? ¿S-sigues ahí?— Cuestionó mientras dejaba su tarea de lado para prestar toda su atención al teléfono. 

Esperó tu respuesta unos cuantos segundos, quizá un minuto, pero lo único que salió del otro lado fue un tipo de respiración pesada; te habías quedado dormida. Pensó que te habías cansado de escucharle, pero al percatarse de la hora, esos pensamientos se disiparon y una pequeña sonrisa se asomó por sus labios. Con aquella sonrisa, se giró, pero no pudo volver a concentrarse en su tarea; cada uno de sus recuerdos juntos nublaba su mente.

Ninguno sabia que sus vidas cambiarían tan drasticamente despues de el encuentro en aquel callejón. Tantas cosas pasaron, que no se habían dado cuenta de eso.

Tu, que no dormías nunca atormentada por las pesadillas que te azotaban cada noche, que ingerías energizante y cafeína para mantenerte despierta todo lo que podías, ahora dormías plácidamente gracias al calmante de su voz; era temblorosa y gruesa, pero ingresaba a tus oídos como una melodía capaz de hacerte olvidar cualquier cosa.

Tamaki, quien a las 8 de la noche se encontraba en los brazos de morfeo, debido al cansancio que no le permitía despegar los ojos ni una sola vez; ahora tenía insomnio gracias a sus pensamientos quienes sólo giraban alrededor de una persona.

El lugar seguro de ambos había cambiado abruptamente dejándolos desconcertados, pues aún no lo encontraban a pesar de que este se encontraba debajo de sus narices. 

La situación era peligrosa ya que, debido a la diferencia de sus mundos, se enfrentaban a distintos problemas, pero siempre encontraban una manera de llegar a donde estaba el otro. Habían roto una barrera invisible entre ambas dimensiones, una de la que nadie sabía, ni siquiera ustedes, puesto que no veían los límites que habían cruzado desde hacía ya mucho tiempo; era peligroso, porque al darse cuenta de lo que en verdad estaba sucediendo, tanto en su mente como en sus corazones, ya seria muy tarde. Por ahora, debido a la falta de experiencia de ambos, ninguno se daba cuenta de lo que ocurría, de aquella "enfermedad" que se expandía por sus corazones, en algún momento desearían que esto siguiera así, pero ya no había manera de pararlo. Los problemas seguirán llegando sin cesar, sin importarles el hecho de que ustedes también lidian con uno más grande entre ambos. 

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—¡Mierda!— Soltaste en el momento en que el pan cayó hacia el suelo y no te fue posible recogerlo ya que te estabas amarrando los zapatos.