Las pequeñas partículas de copos de nieve heladas caían del cielo. Una canción relajante sonaba en los auriculares del rizado mientras caminaba por la ciudad en dirección a una cafetería a encontrarse con su mejor amigo (y quizá algo más) que había conocido por internet hacia 5 años, exactamente a los 15 años. Iba abrigado con un buzo, su chaqueta de super calentita especialmente para esa época del año y unos guantes azules con bufanda a juego.
Apenas llegó, lo primero que hizo fue ver en su panorama si encontraba al rubio. Al no encontrar señales de él, se quitó los auriculares y tomó asiento en una de las mesas que daba a la ventana. Sacó su movil y lo primero que vió fue el mensaje de aquel chico; decía que se demoraría un poco pero que ya estaba en camino.
Le temblaban las piernas de los nervios. Comenzó a respirar algo agitado, con miedo. Temía a que Nick no lo aceptase como era en persona ya sea por su físico y su forma de actuar.De pronto, un chico con las características que Nicholas le había comentado que eran propias de él, entró a la cafetería mientras que parecía estar buscando a Charlie por todo el lugar, hasta que lo fichó. Le saludo tímido con una sonrisa y el de ojos azules también le respondió el saludo de la misma forma. Se acercó a la mesa-a todo esto Charlie ya se había levantado del asiento-y se saludaron con un beso en la mejilla, estando totalmente controlados por los nervios.
-hola...Charlie- le sonrió de forma boba.
-Nick...dios Nicholas, eres...¡no lo sé!- los dos rieron-¿puedo abrazarte?- pidió.
Sin dudas, el chico abrió sus brazos musculosos para recibir el abracito del pequeño. Cuando se separaron se quitó la mochila y busco algo en ella.
-toma- tomó algo del bolso. Era uma flor hecha de papel- quería darte una de verdad pero...en esta época del año es dificil sabes.
-claro- la agarró-muchas gracias, ¡es un gesto muy bonito de tu parte!- le sonrió-pero yo no te traje nada, como lo siento.
-no me debes nada, con conocerte...en persona es suficiente- le acarició la mejilla con delicadeza. Charlie quedó tieso al tacto-y bien, pidamos algo.
Ambos pidieron sus platos de merienda. Se la pasaron hablando de como se conocieron y las cosas que ya de habian contado alguna vez.
De pronto una tormenta helada se presentó afuera. Ya era hora de retirarse hasta que Nick detuvo a Charlie.
-no vas a pensar salir con este clima, ¿o sí?-lo tomó del brazo. Apenas hizo eso, la luz del lugar se apagó. Solo eran ellos y 6 clientes adentro de la cafetería.
-debo ir con mi familia-
-pero Charl, te vas a enfermar. Espera a que pase un poco la tormenta.-insistió.
-¿tu dices?.-
-sí, ven.
Lo guió al piso para tomar asiento apoyados contra el mostrador. La luces estaban apagadas y la única iluminación venía de fuera. No se veía nada, solo era un brillante blanco de la tormenta de nieve. La otra gente hablaba tranquilamente y usaban sus celulares.
Los dos chicos rozaban sus manos de uno con la del otro. Sentían una conexión.
-¿sabes una cosa?
-¿qué cosa Nick?
-pasé este tiempo siendo tu amigo pero...realmente te quiero más que eso...- tímido.
-¿qué?- sorprendido -no puede ser ¿te gusto?-
-sí, umh, lo siento- separó su mano con rapidez.
-no no no- rió nervioso. Tomó la mano de Nick fuertemente entrelazando sus dedos-a mi también me gustas- sonrió-y mucho.
-¿seguro?
-al 100%.
-¿puedo besarte?- preguntó con vos temblorosa.
-claro...
Ambos cerraron sus ojos y dejaron que sus labios chocaran con la del otro.
Fue un beso delicado, lento y dulce.Los dos chicos sonrieron sinceros. Haberse conocido fue una de las mejores cosas que les sucedió en la vida.