amigos del alma

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Charlie

Tu piel brillante y pálida, esas pequeñas pestañas, tu cabello rubio desordenado, tus pecas y tus hermosos labios. Todo es perfecto en tí.

A veces deseo tomarte en mis brazos y decirte lo mucho que me gustas, lo mucho que te amo.

Sin darme cuenta, te diste la vuelta y me abrazaste. Me sorprendió pero no me molestó.

—Charl.... te quiero mucho.

Dijiste en un suspiro y me abrazaste más fuerte.
Obviamente que sé que me quieres mucho pero no de la misma forma en que yo lo hago.
Tomé tu mano. Tan suave y fuerte a la vez.
Acaricié tu mejilla suavemente mientras yo dejaba caer lágrimas, mirando el techo porque al verte a tí me deprime saber que estas con otra.
¿Por qué no puedo ser ella?¿Qué tiene que yo no? Si puedo darte todo lo que quieras.

Te solté y te obligué a que me sueltes el agarre. Me aseguré de que estes bien abrigado en tus cobijas y me fui a la cocina a por un vaso de agua para beber junto a los medicamentos.
De paso pasé al baño a lavarme la cara. Tenia los ojos hinchados y roja. Respiré profundo y fui a donde tú estabas.

Apenas entré te encontré, ahí, sentado en la cama con una cara de sueño. Tan pero tan tierno que te juro que quería abrazarte y no soltarte nunca más.

—¿A dónde fuiste?

—agua. Necesitaba agua para las pastillas. ¿Necesitás algo de la cocina o...?

—¿Llorabas?—preguntaste, mierda.

—no, para nada—queria que se escuchara como si fuera cierto pero terminó sonando sarcástico. Tomé mis pastillas de la mochila mientras mirabas mis movimientos.

—ven aquí —me hiciste una seña para sentarme a un lado tuyo.

Caminé hasta la cama y me senté con mi vaso en mano. Temblando por alguna razón.

—¿Qué sucede?

Mierda, mierda mierda. No llores ahora.

Sí, comencé a lagrimear y tu me secaste las gotitas de agua con la manga de tu suéter pijama.

—Nick...no lo vas a entender—para nada.

—claro que sí, vamos, somos amigos del alma—Exacto, amigos—ya sé ¿Tu familia?—negué sin mirarte—¿La escuela?.

—claro que no, si me va de maravillas—reí apenado.

—bueno, podía haber sido—se encogió de hombros—ya sé, te gusta alguien.

Me quedé en silencio jugando con la manta. ¿Tan obvio podía ser?.

—ajá, con que es eso. Charlie está enamoradooo.

—callate—me sonroje.

—pero, ¿No deberías estar feliz de que te guste alguien? ¿Por qué el llanto?

—es difícil de explicar—dejé el vaso en la mesita de luz— Vamos a dormir, son las 7 am y no descansamos nada en la noche. Creo que ya estoy diciendo cosas incoherentes igual que tú —sacudí tu cabello con inocencia y me recosté en la cama dándote la espalda.

—Charlie, Charlieee—me sacudiste para que no durmiera.

—hora de mimir, amigo.

—no—me empujaste de la cama haciéndome caer. Tú también caiste, pero encima mío.

heartstopper ! one shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora