Los amigos de Charlie se sorprendieron al ver a la pareja de chicos subiendo a una patrulla policial con esposas en sus manos sangrientas. El rizado se mostraba sonriendo con aquel líquido rojo manchando su rostro mientras que Nick también sonreía ante las cámaras.
—dios mio— todos tapaban sus bocas,, menos Tao que se dedicó a vomitar al ver las notícias
Flashback
—¡Mamá! ¡Es solo mi novio!—gritó el rubio.
David, el hermano mayor de Nick que había decidido pasar un rato por el hogar de la familia solo reía ante la escena.
—¡No! Ya hablamos de esto, nada de chicos. No permitiré un gay en mi familia.
—¡Soy bisexual, mujer!—lanzó un vaso de vidrio al suelo asustando a sus familiares. David dejó de sonreír, sin querer demostrarlo estaba asustado.
—¡Si, bueno, eso! Ahora ¡No te atrevas a tirar otro puto vaso!—Nick no tenía autocontrol, su ira lo superaba. Con bronca agarró otro recipiente de vidrio y lo estrelló contra la pared—¡Suficiente! Andas haciendo tremendo escándalo por un nene y no me respetas...
—¡Cállate!
—¡No! ¿Sabés que haré? ¡¿Sabés que haré?! Nos mudaremos.
—¿De qué sirve? ¡¿Eh?!—estaba fuera de quicio—vayamos a donde vayamos ¡Me puede gustar otro chico!
—¡Vete! ¡No te quiero en esta casa!—señaló con un dedo la puerta.
Nick, enojado salió de la casa, no sin antes empujar a su hermano.
Unas lágrimas, no de tristeza sino de impotencia, comenzaban a recorrer sus mejillas. Podía ir a casa de sus amigos pero era obviamente quería y necesitaba ir con su novio.
Tocó el timbre e inmediatamente abrió Charlie—amor, ¿Qué te sucede?—Nick le abrazó fuerte —entra y me cuentas —rodeó el cuello del mayor con sus brazos.
No había nadie en la casa. Charlie al solitario se dedicaba a hacerse un té antes de trabajar con un cuadro que pintaba al óleo.
Mientras el agua calentaba, el rizado abrazó fuertemente a su novio y le pidió explicaciones.
—mi madre me echó de casa, creo—un poco apenado.
—¿Por qué? ¿Por qué crees eso?—lo miró a los ojos.
—no aceptó que seamos pareja. No le agrada que sea bisexual y quiere que nos mudemos.
—¿Mudarse? ¿Qué sentido tiene? Igual puedes enamorarte de algún chico sea dónde vayas—rió.
—lo sé—plantó un pequeño beso en los labios de su novio mientras sonreía.
—recomiendo que vayas y arregles todo con tu madre.
—¿Seguro?
—si, pero...—se separó del abrazo—pase lo que pase me cuentas.
—bien, te amo—besó a su pareja.
—yo más —sonrió y lo vió salir de su casa no sin antes saludarse con una sonrisa y una sacudida de mano.
[...]
—¿Ma?—entró a la casa. Todo parecía vacío. Supuso que su hermano se había retirado. Caminó a su cuarto y encontró a su madre allí, revisando su laptop. También había un desastre de cajones con sus ropas por fuera—¡Mamá!
