Nicholas y Charles caminaban lento hacía el carro que quedaba a unas 5 cuadras. El rizado estaba agotado, sus pies pesaban.
Habían pasado toda la tarde corriendo de una punta a la otra en el parque de diversiones para no perderse ninguna atracción lo cuál lograron pero al costo de quedar agotados.
—Niiick— apoyó su cabeza en el hombro de su novio mientras seguían su camino.
—¿Qué pasa amor?—acarició aquel cabello sedoso y le plantó un pequeño beso allí mismo.
Charlie detuvo el paso y empezó a bostezar.
—estoy muy cansado.
—te dije que no deberíamos recorrer el parque entero. Era enorme—se acercó y apoyó su mano en el hombro de su novio—vamos, se está poniendo muy oscuro y parece que se asoma una tormenta—posó su otra mano en la mejilla de Charlie.
—¿Me cargas hasta el auto?—un puchero inocente era notorio en su rostro. Nicholas rió.
—vamos, solo son tres cuadras—lo animó.
—mentirosooo—se recostó en el pecho del mayor—dijiste que eran CINCO cuadras—mostró los dedos de su mano.
—bien, te cargaré, pero primero un beso—señaló sus labios.
Charlie sonrió victorioso y le plantó un casto beso en los suaves labios del rubio
—subete—ordenó luego de darse la vuelta para que el rizado lograra subirse a su espalda.
Una vez encima de su novio, Charlie respiraba en su cuello. Olía ese olor a chicle tan descriptivo de aquel chico. Empezó a dejar pequeñitos besos en esa zona lo que hizo reír a Nick.
—ya, no hagas eso amor o juro que te dejaré ir caminando.
—mientes. No lo harías—sonaba a un reto.
El rubio lo soltó dejando sus pies sobre el suelo—noo ¿Qué haces?
—te dije que lo haría—rió.
—bien ¿Sabés qué? Tengo una idea. Estamos a cuatro cuadras. El que llega al carro primero debe pedirle un deseo al otro —Charlie mostró una sonrisa pícara a su novio.
—veras que te ganaré, estás agotado y yo no tanto.
—no te creas.
El rizado contó hasta tres y partieron camino al auto. Charlie tomaba la delantera a pesar de que sus pies ya le dolían pero terminó por ganar. Nick sin aliento puso una cara de decepción.
—¿Y esa cara? Sabías que te ganaría, amorcito —le acarició la mejilla.
Nicholas rió y lo besó apasionadamente —¿Y me dirás cuál es tu deseo?—susurró.
—aun no. Vamos a casa—abrió la puerta del auto y se sentó en el lugar del acompañante.
Nicholas se dedicó a tomar asiento en el lado del conductor. Tomó arranque y comenzó a viajar por la autopista. Tenían un largo camino a casa, de unas 2 horas.
El rubio miraba de reojo a su novio quien ya estaba durmiendo profundamente. Sonrió al verlo descansar tan inocente. Tomó su mano la besó causándole un cosquilleo al rizado que lo hizo despertarse y sonreír.
—¿Qué haces?—preguntó en voz baja.
La música en la radio sonaba de fondo, no muy fuerte, y la fría brisa de otoño entraba por las ventanas moviendo sus cabellos al compas de esta. Algunas gotas de agua fría ya comenzaban a caer.
—cielo—suspiró—realmemte te adoro y quiero tener toda una vida junto a tí.
Charles rió —¿A qué viene todo esto?—tenía sus ojos cerrados y su voz ronca del sueño.
—nada amor, sigue durmiendo—le sonrió pero a todo esto, Charlie ya dormía de nuevo.
La tormenta era fuerte. Ya habían llegado a su hogar. No tenían garage así que debían entrar por la puerta principal, lo que significaba empaparse.
No quería despertar a su querido novio pero con un par de caricias lo logró.
—Charl, Charl, ya llegamos.
El nombrado se dedicaba a bostezar. Nick salió del auto y tratando de no mojarse mucho, fue a abrir la puerta. Luego fue de nuevo a por su novio y lo cargo de forma nupcial tratando que no se empapase mucho, lo cual no pudo lograr.
Una vez adentro, Charlie comenzó a estornudar. No se había abrigado bien y el aire frio de otoño lo afectó. El rubio al ver que comenzaba a estornudar y que se había tirado todo mojado en el sofá con una manta, se dirigió al baño y preparó una bañera con agua tibia.
—amorcito—fue a dónde su novio y le apartó el cabello de su rostro viéndolo sonreír —te preparé un baño, levántate.
Charlie con sus ojos cerrados se abrió de brazos indicando que quería que lo cargase. Era obvio, Nick no podía negarse ni en mil años. Lo tomó entre sus brazos como pudo y lo llevó al cuarto de baño. Le quitó la ropa y lo ayudó a meterse en la bañera.
Nick iba a buscar el pijama de su novio hasta que unas manos mojadas lo detuvieron.
—te olvidaste de algo.
—¿Ah sí? ¿de qué?—extrañado.
El rizado rió —mi deseo.
—¿Y que desea mi alteza?—rió.
Charlie lo atrajó más hacía él para tenerlo frente suyo—quiero que estés aquí conmigo.
—pero si ya lo estoy.
—no, hablo de aquí —señaló la bañera —conmigo.
Nicholas solo sonrió y comenzó a quitarse la ropa para meterse en un pequeño lugar que su novio le dejo, aunque pronto Charlie quedaría encima de sus piernas de besándolo y haciéndole caricias sobre su pecho.
—Nicki.
—¿Si?
—¿Prometes estar conmigo toda la vida?—se quedó callado un momento viéndolo a los ojos y una facción seria en su rostro—Creo que ese es mi verdadero deseo.
—ya has usado tu deseo—rió y quitó los cabellos mojados de su rostro para besar suavemente aquellos tentadores labios—pero quizá pueda hacer una excepción.
Juntaron sus manos y se miraron a los ojos con una sincera sonrisa.
Al rato, Charlie quedó dormido durante el baño. Era un ángel ante Nick.
Antes de que sus dedos se arrugarán, lo sacó, secó y vistió aún sabiendo que su novio se estaba haciendo el dormido durante el proceso.
Finalmente, en la cama, Nick lo abrazó y por lo bajo escuchó unas palabras de parte de Charlie.
—te amo.
[🍒]
Veo como escriben otros y me muero de vergüenzaaaa. Es horrible lo que escribo.
En fin, estaré escribiendo cosas que me pidieron.
