Una Cosa Llamada Vida JENLISA - CHAESOO

CAPÍTULO IV. LA SUSPENSIÓN

"El amor es una droga que dejé de usar"

Caminé a casa, todo este día había sido raro, me repetía a mí misma que Lisa no me gustaba, no porque fuera algo malo, realmente era por el hecho de que es mi amiga. - ¿Por qué intentaste ponerla celosa entonces? – Dije en un susurro – sí, Jisoo y Somi tienen razón – negué con la cabeza rápidamente – Lisa no me gusta y es obvio que yo no le gusto porque entonces ella podría confiar más en mí y no sentirse tan incómoda.

No me di cuenta cuando ya estaba frente a la casa y pude ver que ella ya había llegado y estaba nerviosa caminando de un lado a otro y acomodándose su flequillo – la suspendieron del equipo – pensé.

POV LISA

Antes de salir del instituto me informaron que había reprobado, eso significaba varias cosas, comencé a enumerar en mi cabeza – la primera, suspensión del equipo de soccer, me daban nauseas, la segunda mi madre me castigaría ¿de qué manera? No lo sé – dije en voz alta - pero ya iba a conocer que sería. Estaba dando vueltas en la entrada segura de que mi madre ya lo sabía – ¡agárrame confesada Dios! – subí los brazos en señal de rendición.

- ¡Lalisa Manobal! – escuché a mi madre y me sentí enferma inmediatamente – al estudio, de inmediato – esta vez gritó. - ¡Dios no te olvides de mí! – pensé.

- Madre – dije con las manos en la nuca – puedo explicarlo.

- No Lalisa, sabes las reglas – me tendió la mano – celular, llaves del auto y tarjetas – le entregué todo y maldecía mi suerte por dentro y a toda la situación que rodeó mi suspensión del equipo y estar así con Jennie - ¡Ah! – dijo mi madre mientras yo ya subía las escaleras a mi habitación – nada de salidas nocturnas Lalisa Manobal – me recorrió un frío por mi espalda ¿Cómo lo sabía? Siempre había tenido cuidado cuando iba a despedirme de Jennie, preferí no decir nada y seguir mi camino.

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- Esto es un mierda – di un grito ahogado en mi almohada – te extraño – dije en voz alta. Extrañaba a Jennie, seguramente extrañaría más no verla esta noche – ¡Maldita sea! – esta vez grité y alguien escuchó.

- ¿Mal día? – dijo Bambam entrando a la habitación. Tenía que desahogarme y mi hermano, después de mis amigas, era el mejor para eso. Le conté todo lo que había pasado aunque decidí no decirle nada de lo que sentía por Jennie - ¿no crees que debes hablar con ella? – estaba avergonzada, no sabía que decirle – creo que te estas complicando Lisa – me dijo – y por cierto, lamento lo de la suspensión, sé que vienen las pruebas – le di una leve sonrisa.

- Gracias hermano – todo me tenía mal, ni siquiera podía hablar con Jennie o con Jisoo. Quería intentar dormir.

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Una semana había pasado desde mi suspensión, el castigo de mi madre incluyó que no me podía quedar en el instituto más de lo que duraban las clases, es decir, el único momento en que tenía para hablar con las chicas era a la hora del almuerzo y tampoco la aprovechaba porque Jennie y yo nos manteníamos alejadas. Odiaba verla con Jimin, pero al parecer su nueva rutina era almorzar con él y pasar tiempo con él.

- Todo esto es una mierda – dije con rabia en la mesa donde estábamos sentadas.

- ¿Hasta cuándo es tu castigo? – preguntó Nayeón.

- No lo sé – respondí de mala gana. Sé que las chicas no tenían la culpa, pero todo esto era una maldita tortura - ¡definitivamente, no olvidaré mi 3er año! – exclamé con frustración. – me voy a volver loca.