Una Cosa Llamada Vida JENLISA - CHAESOO

CAPÍTULO XIII. HELADO

"Eres el único que al tocarme hace que me derrita"

POV JENNIE

Lisa toda la semana ha estado extraña, ya habíamos salidos de las clases de la semana, nos reuniríamos en casa de Jisoo, veríamos películas y comeríamos o eso creía yo. Lisa decidió que saldríamos juntas a la casa de Jisoo, eso no me extrañó, lo que sí fue el hecho que Somi, vivía como a cinco minutos de nuestras casas le pidió que la buscáramos y Lisa dijo que no podía.

─ Lisa – llamé su atención viendo la ruta que estaba tomando – está no es la vía a la casa de Jisoo.

─ No iremos a la casa de Jisoo – me afirmó con una sonrisa.

─ ¿A dónde vamos? – ella miraba el camino.

─ Es una sorpresa – seguía sonriendo – te encantará Nini.

Decidí no decir más nada, ella condujo por alrededor de 2 horas, ya empezaba a tener hambre pero esto se disipó cuando paramos frente a una hermosa cabaña estilo alemana. Lisa tenía sangre alemana por parte de su mamá y ellos intentaban mantener sus raíces vivas.

─ Lisa – dije mirando sorprendida la cabaña – esto es hermoso.

─ Es nuestra por esta noche y todo el día de mañana – aseguró mientras se acercaba a mí por detrás y me abrazaba, cosa que me hizo temblar – espero no te moleste que no fuéramos a donde Jisoo, realmente quería un poco de tiempo contigo – esto último lo dijo muy cerca de mi oído y todo mi cuerpo reaccionó a su cercanía. Me voltee y la besé.

─ Ha sido una bonita sorpresa – afirmé separándome un poco o perdería el control. Ella solo sonrió viendo mi acción.

Lisa tomó los bolsos que llevaríamos a casa de Jisoo y entramos, por dentro era aún más hermosa, acogedora, tenía un chimenea que estaba prendida, había un mesita en el centro con algunos fotos de la familia Manobal, también una alfombra que cubría gran parte de la sala, habían tres habitaciones amuebladas, una bonita cocina, me gustaba cocinar y vi que habían hecho algunas compras.

─ ¿Te gusta? – preguntó Lisa acercándose a mí por detrás.

─ Es muy hermosa – estaría sola con Lisa tanto tiempo. De repente un calor me invadió – Hace calor ¿no crees? – dije separándome un poco de ella.

─ Un poco, déjame prender la calefacción – se fue a la cocina ─ ¿Está mejor?

─ Sí, sí – estaba nerviosa y no teníamos ni una hora de haber llegado. ─ ¿tienes hambre? – necesitaba ocupar mi mente.

─ Un poco sí – dijo caminando nuevamente a la cocina – he pedido que trajeran algunas cosas, pensé podíamos hacer algo pero si prefieres podemos ordenar de un restaurante...

─ No, no – negué de inmediato – quiero cocinar para ti – ella sonrió en grande, como amaba esa sonrisa, el brillo en sus ojos...

─ Te puedo ayudar, solo dime que hacer – dijo mientras se arremangaba su camisa – pude ver las venas de sus manos, esas sexys manos que me acariciaban de una manera en la que ella solo sabía hacerlo. De nuevo calor.

Preparamos nuestra cena entre risas, besos cortos, toques en distintas partes del cuerpo y nos dispusimos a cenar.

─ ¡Guao! – exclamó Lisa limpiando la comisura de sus labios – es el mejor pollo frito que he comido, cuando se lo diga a Jisoo no te dejará en paz – afirmó con una sonrisa malvada.