SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA KAMARI
𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐒𝐓 | ❝ Todos tenemos batallas que peleas y heridas por sanar, pero no me dejes hacerlo sola ❞
𝙀𝙣 𝘿𝙤𝙣𝙙𝙚 Aisha mantiene en una caja mental todo el dolor y la culpa al recordar la muerte...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒
— Debí cortarme el cabello -gruñó Noah mientras se veía en un pequeño espejo-
El trio de oro se encontraba en la comisaria simplemente para hacerle compañía a Aisha, evitando de tal modo que su relación con Parrish se hiciera más cercana. Pero ya que el Sheriff le encargó un trabajo sobre liberar a un prisionero y llevarlo a la camioneta de su abogado.
Ahora mismo el trio incondicional de Beacon Hills estaba en la oficina del papá de Stiles para opinar de su vestimenta por la cita que tendría en aquella ocasión.
— Alguien de tu edad debería conformarse en tener cabello -dijo Stiles, sonriendo-
— Creo que se ve bien -opinó Scott, amable-
Aisha estuvo de acuerdo con su hermano — La corbata le dio un toque más elegante -añadió-
— Gracias, hijos que debí tener
Los mellizos McCall sonrieron con diversión a su mejor amigo que los mataba con la mirada y negaba con la cabeza lentamente, se sentía tricionado y lleno de incredulidad.
Se comprendía que de toda la manada Aisha fuese su favorita y, a la que considera, fue llevada al mal por juntarse con Scott y Stiles, aunque ella era la mente maestra de los tres.
Noah volvió a llamar la atención de los adolescentes por su exclamación baja. Scott, Stiles y Aisha ladearon la cabeza sin comprender el cambio de actitud del mayor, de estar medianamente seguro pasó a estar completamente asustado.
— ¿Qué diablos hago? Es una idea terrible
Stiles evitó que arruinara el perfecto nudo que realizó Aisha con la corbata — Papá, es una cita, ¿está bien? El pueblo de Beacon Hills no se desintegrará mientras sales con una mujer... O un hombre
— Es una mujer Stiles -aclaró, divertido. Aisha chasqueó la lengua al desviar su mirada directo a su hermano que soltó una pequeña risa-
— Bien. No juzgo, mi novio es un hombre lobo -Stiles asintió-
— Una mujer hermosa -continúo diciendo el Sheriff, afirmando de que se trataba de una mujer-
El chico con lunares le dirigió una mueca de inquietud a su mejor amiga antes de dirigirla a su padre, después de escanearlo por completo con la mirada.
— ¿Cuál mujer hermosa?
— Eso no les incumbe. A ninguno de los tres
Aisha bajó la mirada y ocultar su risa, es como si el Sheriff no conociera a su propio hijo.
— Quiero saber -insistió Stiles- Aisha, haz lo mejor que sabes hacer
Enarcó una ceja — ¿Morir y luego revivir mágicamente?
