𝟎𝟒

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

Scott intentaba comunicarse con Aisha mediante el vínculo, pero sólo podía sentir un ardor por parte de su melliza.

¿Qué mierda pasaba?

No le importaba si se encontraba todavía inestable por el veneno de kanima restante en su sistema, con el simple hecho de que su hermana se estaba en problemas y posiblemente herida decidió manejar a una velocidad alta por las calles del pueblo en la camioneta de Theo. Persona que ayudó a las personas en la veterinaria al escuchar sobre Tracy.

Al llegar a la comisaria, no tardaron en salir del auto y dirigirse al interior. Lo primero que vieron fue a Lydia, tirada en el suelo con una herida al costado de su abdomen siendo atendida por Kira y Leyla que trataban de parar el sangrado.

— Está bien. Está bien -Lydia trató de tranquilizarlos. Lucía pálida y asombrosamente quieta-

Stiles se detuvo frente a la misma escena, pero siendo los protagonistas su novio y padre, no sabía qué hacer.

Theo desabrochó el cinturón de su pantalón y se aproximó a Lydia, colocándolo alrededor y ejercer una mejor presión en la herida.

Isaac ayudaba al Sheriff a ponerse de pie con Alexis, en un segundo apareció Cora y abrazar a su novio. Scott se detuvo en seco al observar una cola de reptil tirada en el suelo, compartiendo una mirada con Deaton el veterinario se quitó su chaqueta para cubrirla.

Un aura en el ambiente les expresaba una cosa, algo conocido. Existía una energía fuerte inundando la estación, las luces parpadeaban y escucharon un grito después. Scott emprendió camino, siendo seguido por Malia, Isaac y Cora, aunque parecía más que los cuatro seguían a Stiles.

Había un rastro de sangre que llevaba directo al sótano y los gritos provenían de allí. Cada paso que daban la energía iba sintiéndose más conocida, era fuerte y abrumante, peligrosa y letal. Tal cual en la noche trágica de aquel campo de concentración.

Stiles corrió hasta su mejor amiga, Aisha empezaba a cobrar la consciencia justo a tiempo. El resto observaba el cuerpo inerte de Tracy, el arma que portaba la morena como protección tirada a menos de dos metros de ella.

La humana se giró a verlos mientras era sujetada por el chico con lunares.

No fui yo -aseguró Aisha, directamente hacia Scott. Él empezaba a dudar de ella-

— ¿Qué demonios le pasó? -preguntó el Sheriff llegando con la ayuda de Alexis y refiriéndose a Tracy- Dios, Aisha tu frente...

La nombrada movió su mano restando importancia a la pequeña herida — Había unas personas -explicó Aisha, sujetando con fuerza su cadera- Tenían máscaras. Había tres de ellos. Creo que eran tres

— ¿De qué estás hablando? -Cora habló confundida-

— Eran fuertes -su voz tembló. Todos, excepto Stiles, creían que la chica estaba delirando por el golpe que recibió por la idea disparatada- Tenían un arma. Le inyectaron algo a Tracy y... -señaló el cuerpo en lo que Deaton se acercaba- Luego uno se acercó a mí y clavó algo en mi cuello. Sé que tiene un agujero de bala porque le disparé una vez porque me estaba encajando sus garras -una lágrima de miedo resbaló por su mejilla- Y-Yo no... No soy consciente de muchas cosas. Pero sé que algo más sucedió y no puedo recordar -relame sus labios nerviosa- Stiles, no hice esto

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐒𝐓 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora