𝟏𝟑

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

Aisha terminaba de acomodar su ropa antes de hacerlo con el cabello mientras tenía a su novio observándola con detenimiento en la silla del escritorio en la habitación de la morena.

Ellos habían conversado en todo el día respecto a lo que se acordó en realizar con los dos chicos que la esperaban en la cochera de la casa McCall respecto a reunir a la manada. Pero donde ella especificaba, que por más doloroso sea el no tener a su hermano con ella, no lo perdonaría.

— ¿Eso le dijiste a Scott? -preguntó Derek, jugando con la ropa interior en sus manos-

— Me trató como basura, se lo debía de decir

— ¿Con esas palabras?

Aisha asintió, tranquila — Al dejar a Stiles en su casa y ambos estar aquí, él me pidió disculpas. Estaba totalmente arrepentido

— Pero... -la incitó a seguir contando-

La humana se giró para verlo y mantenerse recargada contra el lavamanos.

— ¿Quiso volverme la villana? Bien, seré también la villana -a Derek le pareció sexy la gran seguridad que tuvo Aisha al decirlo, sabía que no mentía en cómo ni lo que le dijo a Scott- Una villana sexy que cuida a sus amigos

Derek se pone de pie para acercarse a su novia quien volvía a verse en el espejo, ella empacaba pequeñas cosas en un kit de viaje. Las manos del lobo se posicionaron en el vientre de la humana en lo que dejaba un pequeño beso en su cuello, escuchándola soltar un suspiro.

— Negativo -soltó de repente-

— Lo sé. Fue una falsa alarma

Aisha ni lo volteó a ver. Temiendo tener que hablar del tema como en la mañana después de tener el sexo que no tendrían en dos días por el viaje que haría la morena.

— ¿Tan malo sería tener uno?

Derek dejó apoyada su barbilla en el hombro de Aisha para verse mutuamente con el movimiento, él deseaba conocer sus pensamientos también, y no solo quedarse con lo que sentía por el vínculo.

Aisha cerró sus ojos pensando las palabras claras y de las cuales no se pudiera interpretar de mala manera al soltarlas.

— Sigo en la preparatoria. No pienso tener mi foto de graduación embarazada o con un recién nacido -ella acarició sus brazos- Aunque tu forma de tener sexo me hace pensar que llegaré a estarlo

— Esperaba que lo estuvieras. Tuviste muchos ascos últimamente

— Fue tu culpa por no revisar la fecha de caducidad de un yogurt -le recordó molesta-

El pelinegro le da media vuelta al tener sus brazos rodeando la cintura de la morena y dejarla sobre el lavamanos.

— Y con ese error te prepararé las crepas que quieras -le brinda un pequeño beso en los labios- Retomando el tema... Por eso ya no las tomas, ¿eh?

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐒𝐓 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora