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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄

A cierto punto la morena no quería levantarse de la cama desde que Derek la sacó de aquella estación y la llevó a su departamento para que descansara, ante sus suplicas de no querer estar con Scott en la casa a solas cuando no podría quiera verlo.

Ella estaba débil, adolorida y aún en ese estado, recordaba haber balbuceado incoherencias para la mayoría, pero para ella no.

Todo erradicaba en sus interacciones más frecuentes con la diosa molesta.

Quería saber el estado de salud del Sheriff.

Saber lo que sucedió con Lydia cuando dejaron el hospital.

Finalmente comenzaba a sentirse mejor, el latigazo de dolor que atravesaba su dolor por varios días, al removerse apenas un poco causó que jadeara entrecortado al no sentir su presencia. Aisha abrió los ojos girando en dirección a la dirección donde dos voces hablaban.

— ¿Derek?

— Por fin despiertas

Cuando el lobo de ojos verdes pasó por el umbral de la habitación, su cabello se encontraba húmedo y la ropa que tenía puesta se veía cómoda.

La morena se acomodó de donde estaba para darle bienvenida a Derek cuando se acercó a la cama. Derek tomó asiento en la orilla de la cama y Aisha se apresuró a envolver sus brazos alrededor de los hombros para darle un abrazo sintiendo el alivio inmediato que causaba él en ella, él la estrechó más hacia su cuerpo.

— No quisiera hacerlo -soltó un puchero que causó ternura en el mayor- Me gustaría permanecer en esta cama todo el día después del tiempo que no has perdido en tener sexo conmigo

— Pero no te escucho quejarte. Solo pides por más

Aisha le brindó un golpe en su hombro por tremenda idiotez que no contenía mentira alguna, lo cual causó una risa disimulada por parte de Derek.

Ella acomodó la sábana sobre su cuerpo desnudo y debatir si soltar el comentario o no sobre la razón de permanecer en el departamento de su novio en lugar del hospital; quería estar con su mejor amigo cómo se lo prometió y siendo el apoyo moral, aunque en Aisha no fuera tan bueno aquello, que él necesitaba.

Pero luego estaba el hecho de recuperar el tiempo perdido con aquel lobo gruñón y agrio que la volvía loquita de amor.

— Te aviso desde ahora para que no estes como loco lobo posesivo. Quiero estar con Stiles en lo que Noah se recupera -soltó sin perder más tiempo-

El lobo se mantuvo en silencio durante unos segundos después de que la humana hablara.

— Jamás podré quitarte lo protectora, ¿cierto?

— Nop -ella sonríe en grande- Stiles es mi mejor amigo, por él soy capaz de ir al infierno... Y también quiero aprovechar para hablar con mi mamá de algo

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐒𝐓 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora