𝟎𝟑

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒

— El huracán Aisha ataca de nuevo al parecer

Aisha subió la mirada, encontrándose a Derek en la puerta de la habitación que le pertenece a la chica en la casa McCall. Comprende la razón de la confusión tan divertida que abunda la mirada de su hombre.

— ¿De qué mierda hablas?

— Que tu habitación luce peor que la de Scott

— ¡Representa mi caos mental de la escuela! -aclaró el Alfa desde su habitación- ¡No juzgues!

La pareja decidió ignorar el grito de Scott para centrarse en la situación presentada. Y es que el pelinegro decía la verdad. El desorden en la habitación de Aisha parecía ser como si Isaac y Alexis hubieran estado buscando los ahorros de Aisha.

— Perdí algo

— Aisha, se supone que no deberías estarte agachando de tal modo mientras llevas a nuestro hijo en tu vientre

— Nuestro hijo puede soportar un poco de presión -reiteró cansada- La panza no me ha crecido tanto

Derek sonrió de lado al ver a su mujer con la determinación de siempre para hacer lo que quiere.

— ¿Qué crees que perdiste? Puede que te ayude a buscar

— Era... Su nombre era... -Aisha frunció el ceño sin saber exactamente que buscaba- No estoy segura. Pero sé que hay algo que no tengo

Aisha regresó su cabeza hacia los cajones que revisaba, revolviendo entre las cosas y sacando algunas de estos intentando descubrir en lo profundo de su mente que significaba el sentimiento en su pecho.

Derek observó la habitación y detenerse en la pequeña pizarra que usaba Aisha, se acercó a ella ignorando las maldiciones en español que decía la humana, dándose cuenta de que algo faltaba ahí.

— Una foto

La embarazada lo volteó a ver ceñuda, el lobo le señaló la pizarra con un movimiento leve de cabeza.

Aisha estiró sus brazos esperando la ayuda, Derek la ayudó a levantarse y seguirla con la mirada hasta la pizarra. Se posó detrás de ella, abrazando por la espalda su cuerpo y de tal modo tocar el vientre de Aisha, teniendo ella el pecho de Derek para recargarse y soltar un suspiro.

— Más bien dos fotos

— ¿Sabes cuáles son? -bajando la mirada, noto como Aisha abrazaba su vientre con un poco de fuerza-

— Una iba aquí. La fotografía que nos tomaron en la escuela hace días. Y en este -con la mirada señalaba los huecos- Éramos las chicas en una de nuestras 'huidas' a un club cuando me abandonaste

— No me permitirás olvidar eso, ¿verdad?

— Abandona hogares

 — ¿Se lo dirás un día a nuestro cachorro?

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐒𝐓 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora