𝟎𝟔

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒

Él sentía su corazón latir de forma desenfrenada, el sudor frío bajar por la espalda apenas cubierta por su camisa, las manos temblorosas y su cabeza doliendo a intensidad.

¿Desde cuándo a Derek Hale le afectaba tanto una situación? Muchos dirán que es por el incendio donde perdió a la mayoría de su familia, pero con el tiempo se convirtió en una sola persona. Aisha. Cuando los sucesos con el Nogitsune y Khaos poseyendo los cuerpos de los dos humanos más poderosos en la manada, ninguno de esta misma volvió a ser el mismo de antes, todos sufrían por al menos una pesadilla al respecto. Sobre todo, las parejas y el hermano/mejor amigo de Aisha y Stiles.

Aunque para estos momentos, no comprendían la razón de porque también temían al Nogitsune, si solo Aisha había sufrido de una posesión. Pero con la posibilidad de que Stiles fuera la otra persona, no sonaba tan loco.

Incluso ahora, al encontrarse en la casa McCall esperando a que el partido de lacrosse diera inicio en unas pocas horas. La pareja, que desde los inicios de tal locura sobrenatural parecían los padres de la manada, intentaba relajarse por el bien de su novia, pero no le era posible por el terror que Aisha sentía.

Volvió a ingresar a la habitación de la morena con un vaso de agua, dejando el vaso en la mesita de noche llevó su mano libre al voluptuoso vientre de Aisha y dejar posada su mano sobre la de ella. De tal modo ella levantó su mirada en su dirección.

— Suéltalo -lo incita a hablar- Conozco mejor que nadie esa mirada de miedo

— Puedo sonar muy repetitivo, pero es hora de que no te arriesgues tanto -soltó un suspiro intranquilo- No quiero perderte ni a nuestro hijo

— Es difícil pedirlo cuando tienes de manada a un grupo de niños homicidas

— Y ellos no serán padres en meses -Derek se acomodó al lado de Aisha, dejando que ella recargara su cabeza contra su hombro- Los dos debemos hacer más sacrificios por esa criatura que por los tarados

— Recuerda que uno de esos tarados te considera su papá Derek... y que mordiste a Isaac, otro tarado -ambos soltaron una pequeña risa-

El pelinegro metió sus manos frías debajo de la camisa de la humana, ahuecando su estómago y provocando que Aisha soltara un suspiro placentero ante la ayuda del peso.

— ¿Tanto pesa?

— Es tu hijo, claro que pesa. ¿Tengo que recordarte que literalmente te sostenía cuando Jackson te paralizó en la piscina de la escuela?

— Recuerdo más esa noche como tu enojo hacía mi persona por lo de Erica 

— Ni me lo recuerdes -gruñe entre dientes- Hay recuerdos que quisiera olvidar

— ¿Cuáles? -curioseó, siguiendo con las caricias en el vientre de su novia- 

Aisha se quedó en silencio por unos cuantos segundos.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐒𝐓 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora