Cara a cara

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-¿Quién eres? - preguntó Harry que apenas puede articular palabras.
-¡Que pregunta tan estúpida! - replicó arremetedor el clon de Harry - sé que eres ingenuo, pero no sabía que tanto. Es broma, sí lo sabía.
-Eres idéntico a mí, al menos en el físico.
-Tienes un don para decir lo obvio Harry, pero ya debes entenderlo. Yo soy tú, pero más... Racional. No digo que tú no lo seas, ¿Eh? galán - Con una actitud narcisista, el clon de Harry le guiñó un ojo al Harry original.
-Ajá, entiendo; entonces, ¿Cómo debería llamarte? ¿Harry dos? - Dada la pedante actitud del clon de Harry, el original ya no se sentía tan asustado y por el contrario, adoptó una postura escéptica pues, acababa de caer en cuenta que estaba soñando, ¿No te pueden lastimar realmente en un sueño, verdad? ¿Verdad?
-Ya empiezas con las buenas preguntas - El clon de Harry comenzó a caminar de un lado a otro, con la mirada clavada en el Harry original - Vamos a ver... ¿Recuerdas aquella serie que nos gustaba ver de niños? ¿Daredevil? Puedes llamarme "Matt", para que no tengas que llamarme Harry.
-¿Estas seguro? Puedo llamarte "Foggy" si lo deseas - Matt se detuvo en seco.
-No causas gracia Harry y realmente no me importa como me llames, solo intento hacerte las cosas más sencillas. Pero no quiero que te confundas; yo no soy una personalidad que vive en tu mente, no soy una creación de tu imaginación o un ente, literalmente soy tú, o por lo menos la parte de ti que vale la pena.
-Tranquilo Matt, no tienes que ser grosero. Además, si dices que somos uno mismo, no te conviene hablarme así pues tu existencia depende de mí.
-Me resulta engorroso que sea verdad - Matt retorció los ojos ojos hacia atrás, como si quiera verse el cerebro - Pero grosso modo. Si tú estás vivo, yo también; aunque si te vas a dormir, yo sigo aquí, si estás abstraído mirando a Madi, yo también estoy mirando, pero analizo la situación de forma más racional de lo que tú podrías.
Al son de las palabras de Matt, Harry deformaba su expresión hasta parecer consternado.
-¿Eres tú? ¿Las voces que escucho cuando algo bueno me está pasando?
-Créeme, es mejor que no pase ese "algo bueno".
-Eso es imposible, un sueño no puede hablarte en la vida real, tú solo existes cuando estoy dormido, igual que ahora.
-¿Un sueño? - Matt escupió una estridente risa burlona - ¿Un sueño? ¿Eso crees que soy? ¿Acaso tu estupidez no conoce limites? YO SOY TÚ.
-¡Basta, ya cierra la puta boca! - Desbordando un desmedido enfado, Harry dejó caer su puño cerrado con mucha fuerza sobre el rostro de Matt. Para su sorpresa, Harry siente un profundo dolor en la cara que lo impulsa hacia al suelo al mismo tiempo que a Matt. Cuando se reincorporan, ambos se frotan la boca, donde ese sabor inconfundible a hierro mancha sus dientes y labios.
-Si yo sangro, tú sangras, ¿Eh? ¿Ya lo has entendido, genio?
-No voy a seguir tu juego, ¡Este sueño se acaba cuando yo digo que se acaba! - Harry salió corriendo sin dirección gritando lo más fuerte que pudo. Esta vez Matt se notaba preocupado.
-¡Espera Harry, vamos a comenzar de nuevo! - Chilló Matt mientras intentaba alcanzarlo.
-¡El único que manda en mi vida soy yo, tú no eres real! - Como si un rayo de sol cayera, a Harry lo deslumbró una potente luz que lo hizo saltar del sofá y caerse al suelo.
-¡Harry! Es importe que hablemos de... Se ha ido... De nuevo.
Harry se levantó del suelo aun gritando, miró la televisión del salón y le invadió una corriente de calma.
-Muy real, ¿No? Esta es la realidad, cabrón - Gritó con satisfacción a su reflejo en la televisión - Ya no volverás a molestarme.
Yendo a su cocina por un vaso de agua, notó que era medio día, y aunque no se sintió apresurado, prefirió tomar una ducha para posteriormente ponerse su mejor atuendo y salir camino al parque. Intentó no pensar en Matt.
Aun era bastante temprano; su reloj marcaba las 13:30 horas, podía darse el lujo de recorrer el parque caminando.
El parque de la calle 5 era enorme y tenía muchos atractivos, pero lo que mantuvo absorto a Harry fue una fila de parejas que rodeaban un pequeño pero hermoso lago. Veía a una pareja decirse cosas al oído mientras reían; a otra besándose apasionadamente y unas cuantas más simplemente recostadas señalando el cielo. ¿Así se ve el amor verdadero? Harry no recordaba ser amado alguna vez; quería a sus tíos y estaba seguro que ellos a él, pero no era el amor que necesitaba, el que quería sentir. Podía pasar horas inventando teorías sobre por qué su padre jamás fue a verlo, o cómo serían las cosas si su madre siguiera con vida. Aunque era más fuerte otra duda, ¿Qué se sentiría tener el amor que se tienen esas parejas junto al lago? Debía ser hermoso saber que eres correspondido, sentirte seguro, ser tú mismo sin ser juzgado. Construir momentos que perduren por el resto de su vida.
Al pasar junto a las áreas deportivas, se percató que a unos metros había una chica muy linda sentada en la banca de enfrente. No paraba de mirarlo. Harry se detuvo y recordó de golpe, ¡Estaba allí para una cita! ¿Cómo pudo olvidarlo?
Sacó su teléfono del bolsillo, notó que eran las 14:55 horas y se apresuró a escribir por texto a Kate: "Hola, estoy aquí, ¿Has llegado? ¿Cómo te reconozco?"
Casi al instante recibe respuesta: "Esa soy yo, estoy frente a ti, ¿Quieres que me acerque?"
"No, ahora voy"

¿Estás seguro que quieres ir? Insisto que no lo hagas.
"Sí", respondió Harry en su mente sin darse cuenta realmente que Matt había vuelto a hablarle.

Estaba cerca, llegó el momento y se notaba profundamente nervioso pues no esperaba que Kate fuera tan atractiva. Ya no había marcha atrás.
-Hola Kate, buenas tardes. Es un placer conocerte.

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