Tal vez fueron alrededor de cinco minutos, no, menos, como dos minutos cuando Madi se hizo presente afuera de su casa, dando golpes a la puerta como si fuese Rocky Balboa. Casi derriba la puerta pero Harry abrió antes de que eso pasara.
-Oye, tranquila, no podré pagarla si la rompes.
-¿Qué sucedió? ¿Te duele algo? ¡No me asustes!
-Pasa, te explicaré.
Ambos tomaron asiento en el sofá del salón. Normalmente ver a Madi lo pone de buen humor y no es que no estuviera feliz de verla, simplemente la situación lo rebasaba, rebasaba cualquier cosa.
-¿Quieres algo de tomar? Solo tengo agua, jugo y leche con chocolate.
-Ay, por favor, solo dime qué sucede, ya no me des largas.
Harry le contó todo a detalle, como si le estuviera describiendo la escena exacta, con sentimientos y todo.
-No es que ahora odie a mi tía pero claro que estoy furioso.
-Tranquilo- le susurraba al oído mientras lo recostaba tiernamente en su regazo- entiendo que estés molesto ahora, pero al final entenderás que tuvo sus razones.
-¿Como cuáles?
-Ser la mejor madre para un niño que nunca pidió esa vida.
-Imaginé que te pondrías de su lado.
-No estoy de su lado, solo te digo las cosas como yo las veo.
-¿En serio crees que lo que hizo fue para protegerme? ¿Que hizo lo correcto?
-No sé si hizo lo correcto, pero siguió su instinto y eso nunca se equivoca.
-Creo que a veces lo hace.
-No en una madre, el instinto de una madre es poderoso, casi como si fuera sobrenatural.
-¿Cómo sabes eso?
-No lo sé... exactamente, pero tengo una muy buena idea.
-Cuéntame.
-Nadie lo sabe, pero mis padres no son mis padres - Harry levantó una ceja en forma de asombro - los que ahora responden como mis padres me adoptaron cuando tenía ocho años.
-No tenía idea.
-Lo sé, no se lo cuento a nadie justamente para evitar la cara de lástima que estás haciendo ahora.
-Lo siento, no puedo evitarlo. ¿Tampoco Kate lo sabe?
-Bueno, ella sí, exceptuando a ella, nadie sabe mucho de mí, solo lo que yo quiero que sepan.
-Entonces, tus padres biológicos...
-Dicen en el orfanato que mi madre llegó un día conmigo en brazos; tenía unos meses de nacer. No dijo gran cosa, solo que su situación económica era precaria y que estaría mejor con alguien que sí pudiera mantenerme, que sí pudiera darme una vida digna... Cuando mis ahora padres me lo contaron, también estaba furiosa, pensaba lo mismo que tú, pero al final entendí que si deshaciéndose de mí le iba a traer menos presión y alivio de conciencia, había hecho lo correcto, no sabía cómo era su situación como para juzgarla.
-¿A qué edad te lo dijeron?
-A los quince, pero no fue por voluntad propia, me lo dijeron porque no tenían otra opción. Encontré el acta de adopción cuando jugaba al escondite en su armario.
-Debió ser duro seguir tu vida después de eso.
-No realmente, te acostumbras. Aprendes a aprender. Además, tengo a Otto e Ivy, ellos siempre me han tratado como suya. Ivy ha tenido el cariño y amor para mí como si ella me hubiera parido. No puedo pedir más.
-¿Estás segura?
-¿Por qué no habría de?
-¿No sientes curiosidad por conocer a tu madre biológica? ¿De buscarla?
-Siento que esa pregunta no me la estás haciendo a mí, en realidad.
-Tal vez no.
-Es normal quererlo llamar, es muy sensato, pero ahora tienes la mente caliente; espera y piensa mejor las cosas cuando reorganices tus ideas y emociones.
-Tienes razón.
-Por ahora, debes pensar en otra cosa, como en mí.
-Es una gran idea -Esbozó una gran sonrisa y la tomó de la mano.
Madi se abalanzó con fuerza a los labios de Harry y este correspondió de la misma forma. Entre tantos besos, rosas en la piel y caricias apasionadas, Harry sintió que la cosa se ponía intensa demasiado rápido.
-¿Eso que veo ahí es "Alexa"? - cuestionó Madi con el aliento cortado.
-Así es.
-Alexa, reproduce "High for this" - gritó sin apartar la vista de Harry.
-"The weeknd", me gusta.
-Ven acá - Madi lo levantó tomándolo de la mano y lo condujo hacia donde ella intuyó, era la habitación de Harry - Te voy a poner caliente algo más que la mente.
Madi tomó toda la iniciativa mientras la música envolvía el ambiente; le arrancó la camisa, le desprendió el pantalón y se quitó la blusa lentamente, con la mirada clavada en los ojos atónitos de Harry. Esa mirada no la había visto nunca; no era la tierna y linda Madison que siempre había observado, esa mirada era la de un cazador a punto de matar a su presa, la de una bestia a punto de despedazar a su víctima... Una bestia sexy. Se libró de las cadenas de su sostén que mantenían prisioneros los senos más bellos que Harry jamás haya visto. Pero hizo una pausa repentina.
-¡Espera!
-¿Qué ocurre?
-Yo... No sé si pueda hacerlo.
-No te preocupes, aquí tengo- reveló una caja de preservativos que extrajo de su bolso.
-¿Siempre llevas condones en tu bolso?
-¿Tú no?
-¡No!
-Pues hazlo a partir de ahora, los necesitaremos a menudo.
-Bueno, pero no me refiero a eso, digo que no... no sé hacerlo.
-¿Es tu primera vez?
-No me da orgullo admitirlo.
-Está fresco... - dijo Madi que creyó haberlo pensado en vez de murmurarlo.
-¿Cómo?
-Digo que no te preocupes, yo me haré cargo esta vez, ya irás aprendiendo. Verás que es muy sencillo, es instintivo y él lo sabe - Gimió de forma coqueta acariciando el bulto en su entrepierna - Ahora túmbate.
Le dio un ligero empujón en el pecho y Harry quedó acostado a lo largo de la cama, mirando esos ojos que lo hacían sentir como un cordero indefenso. Madi bajó lentamente hasta sus pies y con los dientes le retiró los calcetines, después subió hasta la cintura, dejando un rastro de besos en el camino y se deshizo del bóxer, liberando a la bestia.
-Bonito.
Ella se retiró sus jeans y se puso encima de Harry.
-¡Espera, los condones!
-No te preocupes, hoy no es necesario.
-¿No es peligroso?
-Claro, ¿no te parece excitante? — El rostro de Harry era de preocupación - Relájate, me ocuparé de eso al día siguiente.
Comenzó a moverse de arriba hacia abajo, muy lento, haciendo fricción con el pene erecto de un Harry ya fuera de sí.
-¿Te gusta?
Toda la situación, su rol y el de ella, hacían sentir a Harry vulnerable, débil... Así que tomó el cuerpo de Madi con fuerza y la giró de tal forma que ahora él estaba encima.
-¿Ves? Es instintivo —repuso ansiosa—. - Ya sabes qué hacer.
Harry le abrió las piernas tiernamente y con mucha sutileza, la penetró por primera vez. Sus gemidos eran la música más hermosa que jamás había escuchado.
-¡Ah, tranquilo, semental! Comienza despacio...
Continuó despacio y cada vez iba aumentando la velocidad y la fuerza.
-¿Te gusta?
-¡Sí, me encanta! Así... Más...
-¿Quieres más?
-¡Dame más!
Era tan increíble aquel momento, la probabilidad de que aquella escena estuviera ocurriendo era tan remota, que Harry no la había vivido ni en sus sueños, jamás lo creyó posible. Dicen que la realidad supera a la ficción.
Harry siguió su acto mientras se acercaba al rostro de Madi, le acarició las mejillas y dijo algo que nunca había dicho.
-Madi, te amo.
Madi dejó de gemir un momento, lo miró a los ojos y usando el peso de su cuerpo, giró a Harry para estar nuevamente al mando.
-Ahora yo llevo las velocidades, para que no termines tan rápido- Le cubrió la boca con su mano, esperando que ya no hablara y comenzó a dar saltos lentos.Una vez consumada su expresión de amor, Harry se apresuró a tomar su ropa y vestirse.
-¡Oye, vuelve aquí! Recupera el aliento conmigo, es una de las mejores partes.
Harry regresó y se acostó, abrazando el cuerpo desnudo de su amada.
-Tienes potencial, Harry.
-¿Potencial?
-Es broma, eres bueno. Si así estuviste en tu primera vez, el sexo será muy bueno en el futuro.
-En el futuro...
-Sí.
-¿Piensas en un futuro conmigo?
-Obviamente, qué pregunta tan... irrelevante.
-Es que siempre habría creído que algo como esto nunca pasaría, y ahora que está pasando, no sé si es real.
-Te prometo que es real, tan real como esto- Lo besó con dulzura en los labios y en la frente.
-Madi, no te vayas nunca de mi vida.
-Espero que no.Casi eran las 20:00 y la oscuridad ya reinaba en las calles, por lo que Harry y Madi se despidieron.
-Te veré mañana, ¿sí?
-Lo prometo, ya me siento mucho mejor, estoy renovado, como si fuera otra persona.
-No, sé el mismo Harry de siempre, por favor.
-Lo juro.Caminó a la nevera, tomó el último envase de leche con chocolate y al percatarse de la fecha de vencimiento, optó por tirarla.
Decidió ir a dormir, pero quitándose los zapatos, pateó la caja con cartas que puso debajo de la cama. La tomó y leyó solo un par de ellas: "Espero que estés bien, sé que tu tía te cuidará muy bien. Yo aún tengo que resolver unas cosas, pero prometo ir por ti pronto", "... ya debes tener quince años, me siento muy mal por perderme este tiempo contigo pero créeme que hago lo posible por estar juntos de nuevo...", "... no sé por qué no recibo tu respuesta, sé que es la dirección correcta. Tal vez estés enojado conmigo y lo entiendo, pero quiero ganarme tu confianza, soy tu padre al fin y al cabo...", se leía en algunas. Al final de las cartas, oculta entre ellas, reposaba una muy bonita y bien cuidada navaja, cuyo estuche llevaba grabadas las letras: "A. K.". Suponiendo que "Desmond Lynch" era el nombre de su padre, ignoraba lo que significaban esas letras. Luego sostuvo en su mano el teléfono, marcando el número que venía en la tarjeta, pero lo colgó antes de que pudiera sonar.
Se levantó de la cama, ahora ya no podía dormir. Encendió la PC y realizó una búsqueda en "Google": "Jennifer Hunt"; los resultados eran pocos, pero hizo clic a un artículo donde aparecía una foto de su madre. El artículo no era extenso, pero contenía la información que a Harry se le había ocultado desde niño."... de nombre Jennifer Hunt, es la sexta victima del "Vigilante oscuro", quien parece haber sido capturado, pues tras el arresto de Peter Kramer, el patrón en el lapso de tiempo que ocurrían los asesinatos se ha detenido y parece ser un claro indicio de que han dado con el culpable. De ser así, no lo sabremos hasta el día de la audiencia, donde el juez William Quan dará su veredicto...".
Luego abrió otro artículo:
"... cuando Peter Kramer fue declarado inocente por falta de evidencia. Aunque, por supuesto, todos sabemos que la evidencia era contundente al haber parado los asesinatos, pero el señor Kramer contaba con un muy buen abogado, pues tras su liberación, él y Kramer desaparecieron sin dejar rastro, confirmando nuestras sospechas y dejando a seis familias sin justicia. Señores, el "Vigilante oscuro" sigue suelto...".
"El vigilante oscuro", Peter Kramer, él asesinó a su madre, y aún sigue en las calles... Aunque hace mucho tiempo no se ha vuelto a saber de él, está allá afuera, nunca se sabe si algún día volverá.
¡Oye, Matt, ¿estás aquí?! — Gritaba mientras se daba golpecitos en la cabeza - Si de verdad existes, si de verdad eres yo, este sería un buen momento para aparecer.
Nada.
-Bien, al menos puedo descartar que sea real.
Se fue a la cama con la esperanza de soñar con Matt. Ahora más que nunca necesitaba hablar con él, era probablemente la única persona que lo podía entender. No quería embarrar a Madi en esto.
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Fiel
Teen FictionHarry había aprendido a aceptar que el amor no era para él, hasta que Madi, la mujer que había deseado en silencio durante meses, lo elige para una cita. Lo que parecía el inicio de una historia de ensueño se desvanece cuando Madi lo traiciona, romp...