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─ Mamá, puedo cuidarme sólo ─dice Minho, intentando convencer a su madre de que no los dejará a cargo de una niñera.

Sé perfectamente eso, cariño. Pero también sé que no querrás cuidar a tu hermana.

─ No es que no la quiera cuidar, es que no me siento listo para cuidar a una niña pequeña.

Minho estaba en lo cierto al decir eso, pues el era realmente malo en cuestiones que tengan que ver con niños pequeños, y tampoco quería que alguien desconocido lo cuidará a él.

─ Entonces.. ─empieza el menor del lugar, nuevamente llamando la atención de su madre que se encontraba empacando unas cosas para el viaje ─¿si se llevarán a Jisoo? ¿Y no nos dejarán a cargo de una niñera?

─ Sabes perfectamente que no la podemos llevar ─respondé Haram, sin voltear a ver al castaño ─y no es niñera, es niñero.

Genial, ahora nos dejarás a cargó de un viejo completamente desconocido.

─ Es un jóven muy lindo, Minho. Tampoco es un desconocido, es hijo de una querida amiga mía, que tu también conoces─Minho se aguanta las ganas de bufar ante lo dicho, se confundió un poco por lo último, pero solo cerró los ojos y asiente, rendido.

─ ¿Cuanto tiempo se Irán? ─pregunta el castaño, con clara curiosidad y molestia.

─ Mínimo un més ─habla el padre de Minho, apareciendo de repente en la habitación ─¿ya estás lista, cariño?

─ Si, ya está todo listó ─responde Haram a la pregunta de su querido esposo.

─ Genial ─Minho dice sarcásticamente a la respuesta de su padre, después resopla y sale de la habitación para dirigirse a la sala, donde se encontraba su hermanita Jisoo.

─ El chico llegará en un momento ─dice Haram, despidiendose de sus hijos ─recuerda, nada de querer salir de fiesta tan seguido, debes de ir todos los días a clases y hacerle casó a Hyunjin, y lo mismo va para tí, Jisoo ─la pequeña asiente y Minho ...

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─ El chico llegará en un momento ─dice Haram, despidiendose de sus hijos ─recuerda, nada de querer salir de fiesta tan seguido, debes de ir todos los días a clases y hacerle casó a Hyunjin, y lo mismo va para tí, Jisoo ─la pequeña asiente y Minho responde:

─ Bien, mamá.

─ Bueno mis niños ─deja un besó en la frente de cada uno y se dirige al coche ─¡Portencé bien!

Minho asiente y ve a su padre despedirse de ellos con una gran sonrisa y un movimiento de mano, los dos menores hacen lo mismo, San termina de despedirse de sus hijos y se sube al coche junto a su esposa, para emprender caminó.

El castaño los ve irse junto a su hermana, y después, ambos se adentran a la gran casa.

─ Min, tengo sueñito ─dice la pequeña Jisoo, mientras abrazaba su osó de peluche.

Minho asiente y dirige a su hermanita hacia la habitación de la menor, para acurrucarla para que se durmiera un rato.

─ Duerme bien ─deja un besó en su frente antes de salir de la habitación e irse a la sala, dónde esperará al supuesto niñero.

Se quedó sentado en uno de los sofá, con la cabeza recargada hacía atrás y sus brazos estirados por todo el respaldo de éste.

─ Mierda, ¿cuando llegará esté im- ─y antes de qué terminará la frase, escuchó la puerta ser tocada ─ya era hora ─se paró de su lugar y abrió la puerta, quedándose atónito al ver lo que tenía enfrente.

Ese chico era estúpidamente guapo.

Era alto, delgado, con los músculos necesarios, mandíbula marcada, ojos rasgados, labios deliciosamente carnosos, ese cabello negro y sedoso, que a cualquiera le entraría las ganas de tocarlo, y tenía esa pinta de chico bueno, pero a la vez tan dominante, que haría doblejear a cualquiera. Ese pequeño lunar bajo su ojo izquierdo, que recordaba  haberlo visto en algún lado.

¿tú eres Minho? ─pregunta Hyunjin, viendo al chico con cierta burla. Claramente Hyunjin se había dado cuenta de la reacción del castaño, pero también se había dado cuenta de que el menor se había convertido en un chico muy lindo.

─ Oh, si, soy yo ─Minho se hace a un lado para dejar pasar al pelinegro, quien llevaba una maleta con sus cosas, por qué si se iba a quedar un buen tiempo ahí. Hyunjin entra a la casa y se va a sentar a uno de los sofás, estaba algo cansado.

El castaño solo se queda parado ahí, viéndolo, teniendo curiosidad de saber que edad tenía aquél chico llamado Hyunjin.

─ ¿No me ofrecerás agua, o algo así? ─pregunta el pelinegro, sacando del trance a Minho.

─ La cocina está por allá ─responde el más bajo, con obviedad ─si el bebé quiere agua, se la puede ir a servir el mismo.

Hyunjin enserio tendrá que lidiar con éste chico.

─ ¿Y Jisoo?

─ Está dormida.

─ Oh, ya veo ─el pelinegro se pone de pié, dirigiéndose a las escaleras.

─ ¿Podrías decirme dónde está mi habitación?

Minho asiente de mala gana y sube junto a Hyunjin, llevándolo a la habitación que por desgracia- según Minho -estaba justo al lado de la suya.

─ Gracias ─dice el pelinegro, entrando y comenzando a acomodar sus cosas.

─ ¿Qué edad tienes? ─pregunta Minho, con clara curiosidad.

─ tengo diecinueve. Y como verás, soy tu Hyung.

Minho se sorprendió al saber la edad del chico, pues al parecer, era dos años mayor que él.

─ ¿Mi Hyung? ─pregunta Minho, recargado en el marco de la puerta. Su voz con un tono de burla.

─ Si, niño.

─ No me llames niño.

─ Y tú deja de tutearme.

Minho rió burlescamente y rodo los ojos.

─ Te llamas.. ¿Hyuji?..

─ Hyunjin ─respondio el pelinegro, aún acomodando sus cosas ─y te dije que dejes de tutearme, no seas irrespetuoso.

─ Hyuji ─dijo Minho, aún con la burla que llevaba desde hace rato. Hyunjin solo resopla en modo de respuesta.

─ Me iré a mi cuarto ─ habla Minho, dándose la vuelta para irse a su habitación ─el cuarto de Jisoo está frente al mío, por si cualquier cosa. La cocina, ya sabes donde está, Hyuji─termina de hablar con tono burlesco y se va sin más.

Hyunjin enserio tendría problemas con ese chico...













¿Qué tipo de problemas tendrá Hyunjin?

Me agradó escribir el primer cap, es mi primer
Fic así, si hay algún error, no duden en decírmelo.

Byee💓

•𝘔𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘦𝘳𝘰~ ᴴʸᵘⁿʰᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora