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Minho ve como Hyunjin de repente se desvía del camino. No quiso preguntar ni decir nada, pues pensó que tal vez el pelinegro quería pasar con su mamá antes de ir a su casa.

Pero la curiosidad le ganó.

─ Hyuji, ¿a dónde vamos?

─ Qué ya dejes de decirme así ─dice Hyunjin, viendo de reojo al castaño ─los llevaré a comer.

─ Quien diría que aunque tengas cara de tacaño, no lo eres ─Hyunjin resopla y rueda los ojos ─pero, no es necesario que me lleves a mí. Quiero ir a mi casita.

─ No te pregunte si querías, vas a ir.

─ Pero-

─ Pero nada, mocoso terco ─dice en tono burlón, para después ver a Jisoo a través del espejo ─Jisoo, ¿qué quieres comer?

─  Es injusto, aparte de que me obligan a ir, no me dejan elegir ─exclama Minho con falso dramatismo.

─ Dios, Minho, ¿te pondrás así con tu hermana? Deja que la pequeña elija.

Jisoo sólo miraba a los mayores sin entender el por qué "discutían" pero a la vez ya acostumbrada de verlos así, pues Minho siempre buscaba problemas con el mayor.

─ Esto es injusto ─dice el castaño, rendido.

─ Ya, no te enojes ─Hyunjin acerca una mano a la cabellera del menor, sin quitar la vista del camino, y comienza a acariciar delicadamente sus hebras castañas.

Minho sólo hizo una mueca de asco, muy fingida, más no quito ni se apartó de los toques que le daba el pelinegro, pues se sentía muy cálido y familiar.

Bien ─aparta su mano de Minho, para volverla a poner en el volante, haciendo al castaño gruñir bajo ─entonces, Jisoo, ¿qué quieres comer?

─ ¡Hamburguesas! ─dice la pequeña, emocionada.

─ Hamburguesas serán.

Hyunjin conduce hasta un lugar dónde venden ese tipo de comida. Minho sólo se quedó callado el resto del camino, escuchando a su pequeña hermana decir cada incoherencia linda que se le ocurría.

 Minho sólo se quedó callado el resto del camino, escuchando a su pequeña hermana decir cada incoherencia linda que se le ocurría

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Jisoo nuevamente se encontraba viendo como sus mayores discutían, mientras ella disfrutaba de su comida.

─ Que no quiero.

─ Anda~ Minho~ ─ Hyunjin insistía en darle de comer en la boca al castaño, más éste no se dejaba hacer.

─ ¡Que no! Puedo comer yo solito ─dice llevando una papa a su boca, pero esta se le cae de nuevo al plato y hace un puchero.

─ Ves, no puedes ─vuelve a acercar un poco de hamburguesa a la boquita de Minho ─ Anda~ di aah~

Minho simplemente suspira y abre la boca, dejando que Hyunjin introdujera un pedazo de aquella hamburguesa en su boca, tomándola y masticando lentamente mientras cerraba sus ojitos, pues aquella porción de comida se le hacía sumamente deliciosa, tanto como para hacerlo suspirar, pero, al abrir los ojos, se encuentra con la intensa mirada del pelinegro, quien miraba fijamente cada facción de su rostro, pensando que es sumamente hermoso.

•𝘔𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘦𝘳𝘰~ ᴴʸᵘⁿʰᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora