3.7K 237 263
                                    

─ ¡Imbécil! ¡Largo!

Minho hizo fuerza intentando quitarse al chico de encima, siendo prácticamente imposible por los incontrolables nervios.

─ Minho.. Abre más esas piernas. Si estas así, no voy a caber entre ellas.

El castaño no entendía que le pasaba a Hyunjin, pues éste parecía un lobo hambriento tras su presa. Pareciendo incontrolable.

─ ¡Largate, ésto es abuso y violación!

Hyunjin abrió de golpe las piernas de Minho, este soltando un quejido ante la sorpresa. El mayor comenzó a besar, morder y chupar el cuello del menor, éste tensandose y apretando la mandíbula y los ojos. El pelinegro se acercó a la boca de Minho, en un intento de besarlo, este intentandose safar ya que Hyunjin tenía sus dos manos agarradas con fuerza sobre ambos costados de su cabeza. Siendole imposible no oler el aliento del que intentaba besarlo.

Y oh Dios, olía a alcohol.

Momentos antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Momentos antes. En la habitación de Hyunjin.

─ Maldita sea. Creó que fue muy pronto para decirle a Minho sobre eso ─dijo el pelinegro, tomando un milinecimo trago de tequila ─esto sabe bien, no me arrepiento de haberlo comprado.

Hyunjin continuó tomando y maldeciendose, pues no le pareció correcto haberle hablado sobre eso al castaño. Y mucho menos le parecía correcto quererselo follar desde la primera vez que lo vió.

Si, Hyunjin le tenía unas estúpidas e inmensas ganas a Minho desde hace años. Pero siempre lo oculto por respeto, y por qué sabía que Minho le iba más a las mujeres, pero el siempre tuvo la idea de qué Minho parecía todo un chico con carita angelical, que a todo Gay le gustaría follarselo. Aun que Hyunjin no sólo quería eso, el quería más.

─ Mmgh~

Aquel sonido proveniente de la otra habitación, hizo sacar del trance al pelinegro. Claramente sabia de que se trataba, quizo ir con la excusa de haber pensado que Minho se había lastimado, aun que como no estaba en sus cinco sentidos, esa excusa no sirvió para nada. Fue ahí cuando se dirigió a la habitación del menor, abriendo la puerta con cuidado, y encontrándose con aquel lindo y excitante panorama. Con sólo verlo se puso duró.

─ Pero que lindo, Minho.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•𝘔𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘦𝘳𝘰~ ᴴʸᵘⁿʰᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora