17°

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Aún abrazados en aquel sillón, Minho sobre el regazo de Hyunjin, sus piernas cayendo a cada costado de éste mientras lo abrazaba escondiendo su carita en el cuello ajeno.

Un pequeño sollozo hizo que Hyunjin saliera de la nube en la que se encontraba. Tomó al castaño por los hombros y lo separó un poco para verlo a la cara, y notar que se encontraba llorando.

—Min.. ¿Qué pasa? ¿Porqué lloras? —preguntó mientras acariciaba su liso cabello.

—Esque.. Aún me siento como un estúpido por todo, pudimos haber tenido una linda relación si no fuera por mis celos —con cada palabra, un sollozo.

—Minho, nadie dijo que no tendremos una relación —acuno las mejillas sonrojadas del menor.

Minho no respondió, sólo miro expectante al pelinegro, quien lo miraba de la misma manera, como amor y cariño, muchos sentimientos ya dichos que pudieron drenar al hablar. Ahora ambos sabían que se amaban, ahora pueden estar juntos.

—Lee Minho, te pediría que seas mi novio, pero quisiera hacerlo más romántico.

—¿Romántico? —Minho sonrió pícaro.

—Eres un mal pensado —Hyunjin tomó la cintura del menor, y lo besó.

Un beso donde se mostraban el amor y cariño que se tenían, demostrándose como se habían extrañado el tiempo que no estuvieron juntos. Poco a poco fueron subiendo la intensidad.

Hyunjin mordió levemente el labio de Minho, éste abrió la boca para dejar que el mayor adentrara su lengua en su cavidad, soltando un pequeño gemido en la boca del pelinegro al sentir sus lenguas rozar.

—Si se van a reconciliar, que no sea aquí en la Sala —la voz del señor Lee, hizo que ambos se separaran del fogoso beso.

Minho quizo bajarse del regazo de Hyunjin, pero éste tomó fuertemente sus caderas.

—¡Que lindos mis niños! ¡Que bueno que arreglaron todo! —chillo felizmente la señora Lee, mientras Jisoo sólo miraba confundida.

—Saldremos un rato, usen condón.

Minho se sonrojo escandalosamente y Hyunjin sólo soltó una risita. Al ver que los mayores salieron de la casa junto a la pequeña, el pelinegro tomó al menor de las piernas, y lo cargó como a un koala, el castaño rápidamente enredó sus piernas en la cintura ajena, a la vez abrazándose fuertemente del mayor para evitar caerse.

—Tranquilo, no te dejaré caer.

Hyunjin caminó hacía las escaleras para subir a la habitación de Minho, dónde entraron rápidamente y comenzaron a besarse con pasión.

El mayor aventó sin mucho fuerza al castaño a la cama, este abrió las piernas por inercia y el pelinegro se colocó entre ellas, se inclinó un poco para besarlo con deseo, con desesperación, ambos restregandose contra el cuerpo contrario, creando una deliciosa fricción entre ambos miembros.

—Hyung~

Minho enserio quería ser tocado por el mayor, y éste no lo hizo esperar mucho pues rápidamente quito la camisa del menor, dejando todo su torso descubierto y a su disposición.

—Que bonito pecho —dijo el mayor, mordiendose el labio.

—N-no digas éso.. Me avergüenzas, Hyung.

Minho estaba completamente rojo, su boquita entre abierta, suspirando pesadamente.

—Dios, Min. ¿Eres mujer o hombre? Estás son tetas —dijo apretando ambos pectorales del chico, haciendo que esté gimiera suave.

•𝘔𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘦𝘳𝘰~ ᴴʸᵘⁿʰᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora