•𝘔𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘦𝘳𝘰~ ᴴʸᵘⁿʰᵒ

10°

Hyunjin estaba súper molesto.

Y es que, ¿cómo no? Jisung estaba en la misma habitación que su Minho, eso lo tenía muy cabreado, y el menor simplemente no se daba cuenta sobre eso, ni sobre la rivalidad de sus mayores, o almenos no sabía el por qué, era muy ingenuo.

Pero bueno, ahora el pelinegro tenía que soportar escuchar las risas de Minho causadas por Jisung, mientras al parecer jugaban videojuegos.

Se encontraba sentado delante un escritorio, sin hacer nada realmente, solo viendo aquella mesa de madera frente a él, pensando. Pero cuando escucho la puerta ser tocada, hizo una mueca creyendo que sería Minho para pedirle permiso de algo, algo que involucraría salir a algún lugar con Jisung.

─ Pase ─dijo el pelinegro, dando permiso de que "Minho" pasará.

Pero al ver de quien se trataba, su cara cambió asomando una pequeña sonrisa al ver a la pequeña Jisoo asomar su cabecita por la puerta.

─ ¿Pasa algo, Chu? ─preguntó Hyunjin a la pequeña.

─ Hola, Hyung. No, para nada, sólo quería saber quién está en el cuarto de Min, es que están haciendo mucho ruido y me despertaron ─respondio la menor, haciendo un pequeño puchero.

Hyunjin trato de no borrar aquella sonrisa, pues no quería que Jisoo lo viera molesto.

─ Es Jisung, ya iré a decirles que bajen la voz, ¿te parece?

Jisoo asintió y dijo:

─ ¡Si! Yo iré a ver tele a mi habitación ─dijo la pequeña para después salir de ahí, dejando a Hyunjin solo nuevamente.

Este se paró de su lugar para dirigirse a la habitación del castaño, y sin previo avisó, abrió la puerta del cuarto, encontrandose con algo que enserio le hizo hervir la sangre.

Jisung se encontraba muy pegajosamente abrazado a Minho, y este sin protestar nada. Sólo se concentraba en ganar aquel videojuego, sin percatarse en la manera que el peliazul lo abrazaba.

─ Minho ─habló Hyunjin, con clara molestia.

─ Oh, hola, Hyuji ─el castaño nisiquiera volteo a ver al pelinegro, por estar jugando.

─ Necesito que guarden silencio, despertaron a Jisoo gracias a su ruido ─explicó.

─ Oh, lo sentimos ─esta vez habló Han, el pelinegro rápidamente viéndolo con la misma rivalidad de siempre ─nos divertiamos mucho que enserio no notamos que estábamos haciendo tanto escándalo. No te preocupes por éso, en un rato dormiremos.

Hyunjin estaba muy enojado, solo apretaba los puños con ganas de soltarle un puñetazo en una de esas regordetas mejillas.

─ Yo iré a bañarme antes de dormir ─dijo Minho ─me bañare en el baño de abajo ─dijo mientras se ponía de pie para buscar algo de ropa y llevarla con él, bajo la atenta mirada de los mayores.

Hyunjin sólo asintió y salió de la habitación, con una sonrisa perversa. Detrás de él salió Minho, dirigiéndose escaleras abajo.

El pelinegro espero un poco para después también bajar, e ir al mismo baño que Minho, quien ya estaba en la regadera tomando su ducha.

─ Minho ─llamó Hyunjin al menor ─¿sabes donde está la pasta dental? Es qué en el baño de arriba ya no hay ─si, esa había sido la excusa del pelinegro.

─ Emm, si ─respondio Minho, asomándose un poco para indicarle a Hyunjin dónde estaba la pasta dental, apuntando a un lugar pero a la vez, la cortina que sostenía con su otra mano soltandose por accidente de está, dejándole ver al mayor todo lo que ya había visto, pero sin duda le gustaba verlo las veces que sean.

─ Min.. ¿Acaso quieres provocarme? ─Hyunjin miraba detalladamente el cuerpo del castaño, este buscando torpemente la cortina y cerrandola por completo.

─ ¡Cállate! Fue un accidente..

El mayor se acercó y rápidamente abrio la cortina, Minho asustandose y pegándose rápidamente a la fría pared.

─ Hy-hyunjin.. ¿Q-que?..

─ Hyung ─corrigio el mayor ─dime Hyung.

Minho trato de no protestar, y simplemente hizo casó a lo que el pelinegro le había ordenado. No entendía como éste siempre lo hacía obedecer.

─ Hy-hyung.

─ ¿Hyung qué?

─ Hyunjin Hyung.

─ Shh, Minho, no hagas tanto ruido.

Hyunjin ya se encontraba dentro de la regadera, teniendo a Minho contra la pared, su pecho pegado en ella y penetrandolo con dos de sus dedos, éste mordiendo su labio inferior para evitar soltar algún sonido fuerte.

─ Hyung.. Si vas a follarme, hazlo ya.

El pelinegro no aguanto más, y sacó sus dedos del interior de Minho, rápidamente desabrochando su empapado pantalón y bajando éste y su ropa interior hasta sus rodillas, dejando su erección sobre el culo del menor.

Minho, por alguna extraña razón, se sentía muy desesperado, sentía querer contacto lo más pronto posible, cosa que se le hizo extraña, mucho a decir verdad. Pero en ese momento su mente estaba muy nublada, y no podía procesar nada, sólo sintió como era penetrado de una sola estocada, gimiendo agudo ante esto.

─ Minho ─hablo Hyunjin, metiendo dos dedos a la boca del menor para callar un poco sus gemidos, pues ya había comenzado a embestir ─no hagas ruido, ¿quieres que Jisung o Jisoo nos escuchen? ─Minho negó ─bien, aunque me gustaría que Han escuchará como te hago mío, y cómo gimes mi nombre y me pides por más.

Hyunjin hablaba al oído del castaño, éste excitadose aún más, no lo aceptaba, pero escuchar decir al mayor palabras sucias, le excitaba.

El mayor salió del menor, tomándolo con fuerza para darle la vuelta y quedar cara a cara. Tomó una de sus piernas y la alzó para volverse a adentrar en el castaño, quien abrazó a Hyunjin por los hombros y escondió su carita ahí, tratando de evitar gemir fuerte.

─ Muerde mi hombro ─Minho lo dudo un poco, pero después accedió y mordió levemente el hombro del mayor, rápidamente mordiendolo fuerte al sentir cómo Hyunjin embestia contra su próstata fuertemente.

Clavó sus uñas en la ancha espalda del mayor, claramente eso dejaría marcas pero eso le importaría menos. Estaba por correrse, sin siquiera haber sido tocado o masturbado, solamente siendo follado se correría.

Bastaron unas cuantas embestidas más, para manchar ambos abdomen's con las tiras de semen, mordiendo aún más fuerte a Hyunjin para evitar gemir agudo, solo ahogando aquel gemido.

Hyunjin aún no se corría, por lo tanto seguía penetrando a Minho, escuchando sus lloriqueos por la sobre estimulación, esto basto para que el pelinegro alcanzará su liberación dentro del menor, viendo cómo abría su boquita para gemir al sentirse lleno.

Hyunjin rió al ver cómo estaba Minho, sonrojado, su cabello mojado por el agua y su respiración descontrolada.

─ Hay que terminar de bañarte.

Hyunjin no desaprovecha oportunidades.

¡Gracias por el apoyó!

En fin, byee💗.