Bastaron solamente dos días para que Hyunjin fuera directamente a la casa de Minho.
Aunque fueron dos días horribles para ambos chicos. Como el resto.
Minho sólo tenía la esperanza de poder superar a Hyunjin, trataba de hasta buscar a algún otro hombre que lo atrajera, pero nada.
El único que había podido conquistar su corazón, era Hyunjin.
El pelinegro ya se encontraba frente a la casa de los Lee, parado ahí frente a la gran puerta, pensando que le diría a Minho si este estuviera ahí.
Tocó unas cuantas veces la puerta, con esperanzas de que fuera Minho quien le abriera, pero al ser la puerta abierta, se encontró a la pequeña Jisoo, quien amplió su sonrisa al verlo.
—¡Hyun! —lo abrazo, y el mayor sólo puso una mano en la cabecita de la pequeña, quien después corrió en busca de sus padres—. ¡Mamá! ¡Papá! ¡Hyunjin está aquí!
El padre de los Lee salió de la cocina, seguido por su esposa.
—Hola, Hyunjin —dijo Sam.
—Hola, señor Lee —hizo una pequeña reverencia, para después hacerle igual a Haram—. Hola, señora Lee.
—Hola mi niño, ¿cómo estás? ¡Cada día más grande y guapo! —dijo amablemente la señora Lee.
—Si.. Muchas gracias. ¿Dónde está Minho?
—Sigue en la escuela. Tiene exámenes, por lo que se la pasa más ocupado.
—Ya entiendo.
—Aúnque, me preocupa —continuó la señora Lee—. Últimamente ha estado muy decaído, no ha querido comer y tampoco duerme. ¿No sabes las razones?
Hyunjin sabía perfectamente el porque, pero tampoco creyó que Minho se fuera a decaer tanto, pues el pensó que éste no lo quería.
—Yo..
—Cariño —llamó a su esposo —. ¿Podrían dejarnos un momento a solas? Quiero hablar con Hyunjin.
El señor Lee asintió y se llevó a Jisoo a la cocina.
—Bueno, cómo te decía. ¿No sabes que fué lo qué pasó con Minho? Quiero pensar que siguieron con su relación de amigos, así como hace unos años.
Hyunjin bajó la cabeza.
—¿Alguna chica le hizo algo?
—N-no.. No creó que alguna chica..
—¿Ustedes dos tuvieron alguna pelea?
El pelinegro trago en seco, sin saber que decir o hacer.
—Hyunjin, cariño, recuerda que tú también eres cómo un hijo para mí, si tu y Minho tuvieron alguna pelea, pueden decírmelo, me encantaria ayudar.
Hyunjin lo pensó un poco, tal vez la señora Lee tenía razón, tal vez ella podría ayudarlos a almenos pensar bien las cosas.
—Bueno.. Emm.. —no sabía si hablar o no.
—Hyunjin —la mayor tomó las manos del menor, transmitiendole confianza y comprensión, así éste por fin levanto un poco la vista—. Mi niño, no te estoy forzando a nada, si no quieres hablar sobre ello, está bien. Lo entiendo.
—No, señora Lee. Sí quiero hablar sobre ello..
—Bien, te escuchó.
—Yo y Minho.. Si tuvimos una pelea.. —comenzó el pelinegro —. Pero no fué una pelea de amigos.. Fué..
Haram sólo escuchaba al menor atentamente, sin querer interrumpirlo.
—Cuando recién llegué aquí —continuó—. Yo.. Sentí que algo crecía, algo que crecía por Minho.. Y la verdad, se lo fuí demostrando de poco a poco.
La señora comenzaba a entender un poco las cosas, pero no dijo nada.
—Señora Lee, siempre me ha gustado su hijo.. Aunque suene muy loco.. Me gusta, y lo amo.
Eso no le sorprendió a la mayor, pues ambos chicos desde pequeños habían mostrado cierto afectó muy grande.
—Lo amo —Hyunjin comenzaba a sollozar, pero no quería llorar —. Tal vez el sentía lo mismo por mi, pero la cagué. La cagué en grande.
Haram abrazó al menor, tratando de darle confianza maternal. Ella siempre lo había visto como un hijo más, y su amiga, la madre de Hyunjin, igual había visto a Minho cómo su hijo, por ser el de su mejor amiga.
—¿Porqué sientes que la cagaste? —dijo la mayor después de un rato, cuando el pelinegro ya estaba más tranquilo.
—Porqué.. Yo.. Cada vez que Changbin me coqueteaba, no hacia nada al respecto, y no me daba cuenta de cómo se sentía Minho.
La mayor asintió, iba hablar, pero el menor le ganó.
—Éso no es todo —continuó—. Un día antes de que ustedes tomarán el vuelo.. Changbin me besó, y Minho lo vio. El.. Malinterpretó todo y yo no hice nada para explicarle en ese momento lo que había pasado. Creí que lo mejor sería dejarlo un rato en paz, pero me equivoqué.
Hyunjin comenzó a llorar en silenció, la mayor trato de consolarlo.
—Fuí un idiota, un idiota por no darme cuenta de lo que Minho sentía.. Yo.. Yo creí que el no sentía nada. Fuí un estúpido ciego.
—Hyunjin.. Cariño..
—Ahora no puedo estar con él, no puedo estar con la persona que amo por ser un imbécil.
El pelinegro sólo trataba de contener su llanto, ya lloraba, pero no quería demostrar exactamente lo mal que estaba, aunque sabia que la mayor se había dado cuenta de éso.
—Hyunjin, no eres ningún imbécil. Ambos cometieron errores —dijo la mayor, mientras consolaba al chico—. Minho debe aprender a escuchar, sólo es cuestión de que ambos aprendan a comunicarse.. Si no hay comunicación, no podrán tener algo.
—Si.. Pero creó que ya es inútil, de seguro Minho ya nisiquiera quiere verme.
—Yo sé que no hay día en el que Minho no haya pensado en tí.
Hyunjin por fin levantó la mirada.
—¿Enserio?..
—Ahora sé que el no ha estado bien.. Porque te extraña.
—Minho.. —el pelinegro fue interrumpido al escuchar la puerta ser abierta.
—¡Mamá! ¡Ya llegué!
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•𝘔𝘪 𝘯𝘪𝘯̃𝘦𝘳𝘰~ ᴴʸᵘⁿʰᵒ
FanfictionMinHo no quiere cuidar, ni ser cuidado por alguien... HyunJin tendrá que encargarse de cambiar éso. °𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘮𝘶𝘺 larga. +18 °𝘊𝘢𝘮𝘣𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴, 𝘱𝘳𝘰𝘧𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝘦𝘵𝘤. °𝘏𝘺𝘶𝘯𝘑𝘪𝘯•𝘛𝘰𝘱, 𝘔𝘪𝘯𝘏𝘰•𝘉𝘰𝘵𝘵...