CAPÍTULO 2

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Río de solo imaginarme la cara de mi hermano, mi risa no para.

- Ari. ¿Cómo pudiste hacer eso a mi hermano? – Le pregunto muerta de la risa.

- No veía, no fue mi culpa, pero su expresión fue la mejor. – Me explica una de mis mejores amigas Ariadna, apodo Ari.

La conocí en la academia cuando teníamos 12 años hacíamos fila en la cafetería para pedir la comida y unas chicas de más edad no paraban de meterse con las de menos edad, nosotras entre ellas. Las chicas mando a Ari como una esclava a buscarles la garrafa de burbujas para beber, yo intente decirle que no lo haga, pero Ari fue a buscarla con las risas y comentarios burlones de las otras detrás de ella, cuando volvió no se le ocurrió otra cosa que tirársela por encima. Des de entonces decidí que ella debía ser mi amiga. Se armó una buena pelea entre las cinco babosas y nosotras tres. Fueron a por Ari, pero yo me implique para defenderla y luego mi otra mejor amiga actual, Maddie, que conozco desde los 5 años también intervino. Al final acabamos las ocho en la oficina del director y sacando las conchas de la pared de la academia, pero fue divertido.

- Ya me la imagino ya. – Sigo riendo.

- ¿Dónde ibas tu con un pastel tan grande por palacio? – Le pregunta Maddie.

- Bueno... eso... - Nos esconde algo.

A Ari Shola no se le da muy bien esconder o guardar secretos, no es que sea malo, en plan los serios los guarda, pero las "mentirijillas" como las "trastadas" se le escapan. Ella suele ser tímida, callada y muy reservada con sus emociones y pensamientos, pero cuando la conoces y se abre contigo, sabrás que no se calla ni debajo del agua, eso ha tenido gracia porque vivimos bajo el agua. En la academia digamos que está en el promedio o hasta un poco por encima, los profesores la describen como una chica responsable, pulida y organizada. Se la ve delgada, pero en realidad es la más fuerte de las tres, en cambio, nunca se le ha dado bien los deportes. Se gradúa de artes dramáticas, ha hecho ballet desde pequeña y su sueño es estar dentro del espectáculo y hacer sonreír a la gente con su actuación, supongo que el ser una dramática ayuda en su profesión, ¿no? Físicamente tiene el pelo liso castaño oscuro, casi negro, hasta los hombros con corte recto y ojos amatista, complexión delgada, piernas largas, cadera y cintura pequeña, aunque tiene buenos pechos y es la más alta de las tres con un metro setenta y dos centímetros. No sabemos de sus padres, ya que es huerfana, pero uno debería haber sido un caballo de mar, uno de sus poderes es el poder camuflarse con lo que se rodea, otro es con su cola o piernas, son muy fuertes y le permite hacer saltos muy altos, fue gracias a estas que en atletismo consiguió aprobar la asignatura de deportes y su poder propio es de succión, si aspira puede atraer hasta más de cincuenta veces su peso, y expulsión, es decir, este objecto absorbido luego expulsarlo con velocidad.

- ¿Qué escondes Ari? – Le pregunto con el ceño fruncido, pero antes que pueda contestar llega mi hermano cabreado.

- Ari, esta me las pagaras, ya verás, espera mi venganza. – Dice mi hermano amenazadoramente, empujando a Ari contra la pared y poniéndola en una posición en la que no pueda escapar.

- No te atreverás. – Le dice Ari poniéndole esos ojitos que saben que a mi hermano le afectan.

Los llamamos los ojitos de delfín. Maddie y yo nos quedamos viendo la escena aguantándonos la risa de ver a mi hermano serio y responsable lleno de pastel.

- Ya Derek, deja de molestar a la pobre Ari. – Le aparto cuando veo que pasan unos minutos y estos dos no dejan de mirarse a los ojos.

- De pobre no tiene nada. – Grita enfadado.

Es increíble ver a mi hermano así, ya que normalmente son de los que no dejan sacar sus emociones. Con él aprendí la lección de no meterte con la gente callada, pues no sabes si después tiene ese carácter explosivo.

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