POSEAN

CAPÍTULO 6

Estoy indignada. Ari y Maddie se están riendo de mi por la videollamada. Sigo en la cama desde ayer por la tarde, me van trayendo la comida, el té y los cambios de bolsa a mi habitación, les he explicado lo mismo que ayer a mi madre.

- Como se nota que eres tan inocente. – Se burla Maddie de mí.

- Que no tenga experiencia con el sexo masculino, no significa que sea inocente. – Contesto indignada por su comentario.

- Te queremos igual, Tati. – Me responde Maddie enviándome un beso a través de la pantalla del Aqmóvil.

- Además, no soy la única que aún no ha hecho nada. – Inquiero mirando a Ari, pero ella desvía la mirada. Mierda.

- Ari, no me jodas, ¿con quién? – Le pregunta Maddie, chismosa. Estoy sorprendida, pensaba que Ari era virgen como yo.

- Con Ale. – Dice bajito. Ahora entiendo más la preocupación de mi hermano.

- ¿Por qué no lo habías mencionado antes? – Le pregunto yo, curiosa, pues que mi hermano me hablará hace poco de sus sentimientos, significa mínimo ha pasado una semana dándole vueltas al asunto.

- ¿Des de cuándo? ¿Cómo ocurrió? ¿Sois amantes? – Avasalla Maddie a preguntas que obviamente yo también tengo curiosidad. Lo bueno de esto, es que he podido desviar la conversación y ahora no soy objecto de burlas.

- Hace como un mes. – Contesta Ari ruborizada.

- ¡¿Un mes?! – Gritamos Maddie y yo al mismo tiempo. ¿Eso significa que fue en la fiesta de Maddie?

- Tenía vergüenza, es tu hermano. – Me señala Ari.

- Ari, sabes que no me importa, eres como una hermana para mí. – Le explico y veo como llora, supongo que guardar tanto tiempo este hecho le ha afectado, más cuando no esta acostumbrada a guardarse las cosas.

- ¿Y cómo fue? – Le pregunta Maddie con un tono más calmado.

- Fue hermoso. – Dice ruborizada y los ojos como brillando. – Pero no he vuelto hablar con él desde entonces. – Explica ahora triste y decaída.

- ¿Por qué? ¿Quieres que vaya a matar a mi hermano? – Le pregunto de forma sarcástica. Veo como sonríe por mi comentario.

- Eso y yo te ayudo a enterrar el cadáver. – Me acompaña Maddie.

- Solo, espera a que se me pase esta mierda que tengo y ya. – Digo quejándome de dolor por intentar cambiar la postura de la cama.

- ¿Cómo lo llevas? – Me pregunta Maddie preocupada por mi mueca.

- Mal, esta vez parece más dolorosa, es como si mi cuerpo estuviese pidiendo a alguien. – Les explico.

Llevo casi un día entero en cama, siento un calor que me arde, esto jamás me había pasado, me he dado varios baños de burbujas hasta con agua tirando a fría. Y yo soy de las personas que le gusta ducharse con agua caliente hasta en verano. Aún así es muy frustrante porque mi zona adolorida quiere calor, pero el resto del cuerpo quiere frío. Lo bueno de controlar el agua, es que puedo proporcionárselo a mi cuerpo y eso me ha aliviado un poco.

- No es normal. – Comenta Maddie. - ¿Será por el buenechón de pelo negro y ojos dorados? – Pregunta con burla y riéndose. Ruedo los ojos a su comentario.

- Y si ¿intentas caminar un poco? – Sugiere Ari. – Tal vez eso te ayude, no has ejercitado nada el cuerpo en casi un día y eso también pasa factura.