CAPÍTULO 18

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Llevamos esperando 10min antes de que den las 9h para entrar a la sala médica. En el pasillo veo a Erika y salgo corriendo a abrazarla.

- Erika, ¿Cómo estás? ¿Con quién estabas? ¿Estás bien? – Le pregunte tan pronto la tenía cerca.

- Sí, estaba con mis Daddy's. Ellos me han traído. Estoy bien. – Me contesta ella con una sonrisa tímida.

- Me alegro bonita. Luego me explicas quienes son tus Daddy's y si tengo que amenazarlos para que no se metan contigo. – Le digo preocupada aún por ella y caminamos ambas hacia Sam y Maddie, quienes estaban hablando con Dani. Suspire tranquila sabiendo que ella también estaba bien. Ahora solo faltaba Ari.

- Son buenos conmigo Tati. – Me dice Erika con una gran sonrisa.

- Igualmente, me los presentarás. – Le digo para ella solo asentir.

- ¿Dónde está Ari? – Les pregunto a las chicas cuando llegamos a ellas.

Antes de que me contestarán la puerta de la sala médica se abre de golpe apareciendo por ella Ari, quien no tarda en ir a abrazar a Maddie y detrás viene mi hermano Derek.

- Buenos días. – Nos dice mi hermano con una gran sonrisa, la cual yo le correspondo. Ya sé con quién estaba Ari, pienso picará.

- Buenos días. – Le contestamos todas. Cuando Ari se separa de Maddie, la agarro del brazo para acercarla a mí.

- Luego me explicas los detalles. – Le digo sonriéndole y guiñándole el ojo.

- Sí. – Me contesta ella con una sonrisa tímida y ruborizada.

- Creo que ya todas me conocen. – Empieza a decir mi hermano. – Yo seré quien os atienda durante las pruebas médicas. Seguidme.

Así transcurrió gran parte de la mañana, entre preguntas profesionales a otras más personales, pruebas vergonzosas como estar en posición ginecológica, otras pruebas más dolorosas como las analíticas de sangre y otras menos como el TC. Prueba tras prueba, valoración tras valoración que cuando salimos de allí para ir a la cafetería a comer me sentía como si me hubieran diseccionado entera tal como un ratón de laboratorio.

- Suerte que esto tan solo es una vez en la vida. – Murmuro mientras caminamos hacia el comedor.

- Ni que lo digas. – Me acompaña Dani en el sentimiento.

- Yo tengo una piruleta. – Dice Erika contenta.

- Suerte la tuya. – Le dice Ari contenta viendo a Erika feliz.

En la cafetería pedimos de comer y miro el Aqmóvil que había dejado en silencio para las pruebas. Decido contestar a los mensajes antes enviados.

YO: Buenos días, mi ángel. ¿Cómo estás?

YO: Buenos días, Misifú. ¿Descansaste bien?

YO: Claro, muñeco, pero sabes que no os lo pondré fácil 😉

YO: Hola, precioso. Para mí fue la mejor fiesta de mi vida. Tendrás que preguntarle a Axel para saber si acepte o no 😉

YO: Buenos días. He acabado ahora mismo de las pruebas médicas.

YO: Buenos días, bombón. Me encantaría quedar contigo el sábado.

Cuando acabo de contestar, levanto la vista del teléfono y veo a todas que están igual que yo mirando el teléfono y haciendo caras estúpidas. ¿Yo también pongo esa cara? Tomo una foto y me río. Siento a mi Aqmóvil que no para de vibrar, reviso por encima las contestaciones de todos. Tardaré la vida si tengo que ir de uno en uno contestando, así que decido hacer un grupo con los siete.

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