CAPÍTULO 21

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Despierto adolorida en todas partes. Me duele la cabeza. Siento manos por todo mi cuerpo.

- ¿Despertaste, mi vida? – Me pregunta cariñosamente, la misma voz que anoche no paraba de darme órdenes y exigía que le explicará cómo me estaba haciendo sentir.

- Si... - Le contesto aún intentado abrir los ojos y con mi voz ligeramente ronca. – Me duele todo. -Me quejo, mientras intento estirarme aún acostada.

- Normal, juraría que ayer fue tu primera experiencia en el bondage y eso que fue ligero. – Me dice Leo.

Ahora más despierta, identifico de quienes son las manos envueltas, estoy como un sándwich entre Nacht y Félix. Leo se me acerca con una pastilla y un vaso. Lo tomo sin dudar, al poco siento como las dolencias se alivian mayormente, ahora es un ligero cosquilleo. Después de la experiencia con él a noche, confío completamente tanto en él como con Nahct y consecuentemente con Félix también, el cual después de mis gemidos altos también se unió.

- ¿Qué hora es? – Le pregunto a Leo. Debería haber llegado ayer tarde a la residencia, seguro las chicas estarán preocupadas.

- Las 9:17h. – Me responde.

- ¡Mierda! – Maldigo.

La adrenalina me recorre. Me levanto como puedo, apartando con fuerza los brazos que me retienen en la cama y no me dejan salir.

- ¿Qué pasa? – Pregunta una voz dormida y ronca, Nahct esta abriendo los ojos y con sus manos se restriega los ojos.

- Ayer deberían haberme llevado a la residencia. – Le explico a Nacht.

- ¿Qué hora es? – Pregunta Nacht despejándose y levantándose pasotamente de la cama.

- Hora que me lleves y con prisas. – Le digo exigente, mientras acabo de cambiarme.

- Ya te llevo yo. – Me ofrece Leo, quien ya esta listo para salir.

- Acepto. – Le digo una vez acabada de cambiarme con la ropa de ayer.

- Te iba a llevar yo, nena. – Me dice Nacht haciendo un puchero.

¡Adorable! Cualquiera pensaría que es el mismo que ha hecho que su compañero acabe rendido y el que después se ha unido a Leo para ponerme las pinzas en mis ahora doloridos pezones. El simple roce del sujetador me causa un ligero cosquilleo, seguro que si no fuera por la pastilla sería más doloroso.

- Nene, atiende a Félix. – Le digo. – A la próxima me atiendes a mí.

- ¿Hay una próxima? – Me pregunta esté sonriente con la idea.

- Ya tienes mi número. – Le digo con una sonrisa pícara y guiñándole el ojo, mientras acabo de recoger mis pertenencias.

- Está bien, nena. – Me contesta, se levanta de la cama para darme un beso ligero en los labios. Seguidamente me acerco para darle un beso en la frente al bello durmiente de Félix.

Con esa sonrisa tonta en mi cara me giro para salir y darle prisa a Leo para que me lleve a la residencia. Durante el camino me dice que él y Seth, otro miembro de su fracción, son los dueños de Varius, también me explica que desde que entre en esta tenía puesta su mirada en mí, pero que no sabía cómo acercarse hasta que me vio con Nacht y Félix subiendo por las escaleras. Se ve que tienen esa habitación reservada siempre para ellos dos, para cuando vienen a divertirse en el local. Nos reímos burlándonos de la pareja. Y antes de despedirlo intercambiamos números donde lo registro como "Mi colmillitos". Adoro sus colmillos. Cuando te muerde con ellos te lleva directo al orgasmo, es puro placer junto al dolor que le gusta provocarme. Al bajar de su Axius corro hacia la habitación.

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