-Amiga, te re vinieron a ver- me dijo Duki en el backstage del Lolla.
-Es el Lolla, amigo. Hay mucha gente siempre, la mayoría no me conoce. Por eso me los tengo que ganar- respondí firme.
-Qué dramática, yo te decía nuestros amigos. Es una reunión prácticamente. Vino Mari también, pero sola.
-¿Mari? ¿María Becerra?
-No, Mario Casas. ¿Quién va a ser?- rió. -¿Tanto te sorprende?
Solo alcancé a sonreír incómoda antes de que me llamaran para salir al escenario.
El show fue de otro mundo, realmente. Me daban ganas de llorar cada vez que intentaba dimensionar la multitud que tenía frente a mí. Traté de grabármela bien en el corazón. Yo siempre supe que iba a vivir de la música, pero nunca pensé que iba a llegar a ese nivel. Sigue siendo uno de mis recuerdos favoritos en la vida.
Al terminar, Duki me arrastró prácticamente hasta el lugar en dónde íbamos a hacer el brindis de equipo, porque se tenía que ir a ver a mi ex: Khea. Miré alrededor. Estaban Lit, Enzo (FMK), Tiago, Emilia... María no. Salvada, di por sentado que no la habían convocado y consecuentemente que no sabía que yo estaba al tanto de su presencia.
-¿La Mari?- preguntó Duki, leyéndome la mente.
-Se fue a lo de Khea, bro- rió Tiago.
Brindamos, todos me aplaudieron y felicitaron. Pero yo estaba en otro planeta.
-Mauro Ezequiel, ¿vos la invitaste a María al brindis?- pregunté firme, pero bajito.
-Sí maestra, ¿por? No me digas que tienen beef. Dale, si yo me arreglé con el tarado de Lit, vos te tenés que arreglar con la Mari.
-Entonces ella sabe que yo sé que estuvo acá.
-Me perdí.
Después de preguntarle a más de diez personas, di con quien le había ido a hablar, y mi miedo se materializó. Le habían expresado que yo la convocaba a brindar, y ella había dicho que no. No quería verme. María me odiaba. Yo me odiaba.
Mi espíritu de deseo constante de que en el mundo no exista el conflicto, me hizo mandarle un mensaje patético. La quise jugar de graciosa y me clavó visto. De esa no se volvía.
Estaba volviendo a casa cuando Mateo me pidió que fuera para su hogar natal, en el barrio de La Boca. Él se sentía horrible por no haber podido acompañarme, ni cantar Mamichula en el escenario conmigo. Pero él tenía pactado otro festival, competencia del Lolla, entonces no podía hacer ninguna aparición ahí.
Llegué de mal humor, lo de María realmente me había afectado. Además, las cosas con él tampoco estaban brillantes, de hecho estábamos bastante desconectados. Pero sabía que íbamos a salir de eso, que tarde o temprano las cosas se iban a acomodar a nuestro favor. Sin importar las circunstancias, él era el amor de mi vida.
Me abrió y me abrazó muy fuerte. Después me dio un beso y atravesamos toda la casa de la mano, sin decirnos una palabra. Una vez en la terraza, una escalera de madera resaltaba de la pared.
-Después de vos- soltó sonriendo.
-Matu, no... Me da miedo. Sabés que me dan miedo las alturas.
-Te prometo que lo voy a hacer valer.
-Otro día, de día. Yo creo que ahí va a ser mejor. Ahora no veo nada.
Se alejó un poco, enojado. Me dio la espalda y suspiró. Entonces supe que no se trataba de un simple capricho, debía haber alguna razón de esa idea. Algún acto romántico de esos que me confirmaban que quería estar con él para siempre. Pero no me lo imaginaba tan literal.
Respiré profundo y empecé a subir.
-Matu- lo llamé cuando estaba en la mitad. -¿Podrías subir atrás mío?
Corrió sonriente y me sostuvo la escalera hasta el final. Arriba, en el techo, me esperaban velas, mantas, mi pizza favorita y cerveza. Él me conocía como nadie, sabía cómo hacerme feliz. Le di un beso tierno, y empezamos a comer. Mientras tanto, yo le conté todo sobre el Lolla.
-Necesito que te pares un segundo- pidió.
-Estoy muy cagada, de verdad.
-Te prometo que no te va a pasar nada, yo te cuido.
-Pero no es que pienso "uy me caigo". Sencillamente me paralizo. Posta, no puedo.
Se levantó y estiró la mano. La tomé, sabía que no me iba a dejar en paz si no lo hacía. Entonces él se arrodilló, y yo casi me desmayo.
-Nicole, Nicki, Naiki, Nai, Mamichula- dijo agarrando la caja que estuvo al lado suyo toda la noche, y yo desestimé. -Te miento si te digo que lo nuestro no es perfecto, porque para mí si lo es. Y me imagino todo el resto de mi vida con vos, no va a existir nunca un amor tan grande como el que te tengo. Vos me das ganas de ser mejor todos los días -abrió la caja, dejando expuesto un anillo brillante. -¿Querés casarte conmigo?
Asentí y me tiré al suelo con él.
-Te amo, Mateo. Sos mi persona favorita en el mundo.
Con el correr de los días empecé a pensar y repensar ese día, terminé dándome cuenta de que todo parecía haber estado orquestado por el universo. La verdad es que María fue la única persona con la cual estuve a punto de serle infiel a Mateo en toda nuestra relación, un récord para alguien de veinte años. El cierre del capítulo con ella, junto con la propuesta de mi novio, confirmaban que mi para siempre era Mateo.
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AaaaH q dolor trueno y nicki no cierto 🤧🤧🤧🤧
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Inspiradora | María Becerra y Nicki Nicole
FanfictionDonde Nicki y María se gustan, pero el universo parece estar en su contra.