Noviembre '21 | POV de Nicki

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Cuando me contaron acerca de Entre Nosotros Remix, no me emocionó mucho la idea. Sabía que los resultados iban a ser buenos, que el tema iba a ser otro palo para la historia, como diría Duki. Pero la realidad es que yo acababa de sacar Parte de Mí, estaba totalmente agotada.

La grabación caía en el medio de mi gira de presentación y, para colmo, después había que poner la cara para el video. Al principio íbamos a ser Tiago, Lit y yo. Días antes de ir al estudio, me enteré de que habían sumado a María Becerra. Con los chicos, más con Tiago, tenía cierta relación. Ya habíamos trabajado juntos. Pero a María jamás la había cruzado, y tenía miedo de que el agotamiento que sentía se viera reflejado en cierta hostilidad en mis tratos, y terminar cayéndole mal.

Ya tenía mi parte del tema compuesta, y estaba lista para grabar. Fue ella quien hizo que se retrasara un poco la secuencia, porque estaba con muchos compromisos y no tenía tiempo. Sugerí que grabásemos por separado, pero Big, nuestro productor, insistió con que la íbamos a pasar bien haciéndolo todos juntos.

-Relajá, Nai. Ya queda poco- me calmó Mateo, Trueno, mi novio, cuando le comenté que la secuencia me estaba haciendo perder la paciencia.

-Es que me angustia, te juro. Siento que no se termina más. Yo amo todo lo que me está pasando, pero a veces me supera no saber cuándo voy a poder descansar un poco.

-Cuando termines con esto, nos vamos a ir a la playa.

-Pero tenemos festivales todo el verano...

-Lo vamos a arreglar, de alguna manera nos vamos a escapar.

-No sé, Matu. ¿Será muy complicado bajarme del tema?

-Pero mami, ya lo tenés listo. La peor parte ya la pasaste, y te salió tan fácil. Ojalá yo compusiera así de bien y así de rápido.

-Tampoco te hagas el humilde- reí.

Mateo me abrazó y pasamos un lindo rato juntos en el sillón. El calor de noviembre nos ponía pegajosos, pero qué podía importarles a dos pibes de 21 y 20 años que estaban así de enamorados.

Mi corazón era completamente suyo, él era todo mi universo. Si bien físicamente no podíamos hacerlo todo juntos, siempre sentía su compañía en mi corazón. Llevábamos juntos más de un año ya, y las sensaciones que se me despertaban al verlo seguían siendo las mismas que el primer día. De cualquier noticia, él era el primero en enterarse. Su sonrisa era mi paz, sus brazos eran mi hogar.

Verlo convencido de que todo iba a salir bien me daba fuerzas para creerlo yo también. Generalmente él me acompañaba a grabar, pero ese día no pudo. Entonces nos separamos y emprendí mi viaje hacia el estudio, aprovechando los veinte minutos que nos separaban para dormir una siesta.

Cuando abrí los ojos, ya habíamos llegado. Lit golpeaba la ventana sonriendo, lo cual generó que yo también lo hiciera. Me abrió la puerta y, cuando estaba impulsándome para saltar a saludarlo, alguien se cruzó entre los dos. Adivinaron bien, era María.

-¡Amigo!- exclamó y lo abrazó.

Nunca la había visto en persona. Era apenas un poco más alta que yo, pero mucho más llamativa. El pelo oscuro le llegaba casi hasta la cintura, y su nuevo flequillo no podía quedarle mejor. Vestía un jogging negro y un top haciendo juego, ambas prendas enmarcaban perfectamente su cuerpo chiquito, pero trabajado en el gimnasio.

''Qué manía odiosa'' reflexioné para mis adentros. ¿Se mirarían los hombres así entre ellos? ¿Dirían ''qué hijo de puta, qué culo que tiene''? Pensé en escribirle a Matu para preguntarle, porque nunca se me había ocurrido hacerlo antes. Pero lógicamente la situación no era idónea para ponerme a escribir.

María se separó de Lit y él estiró la mano hacia mí.

-Mi reina- dijo invitándome a bajar.

-Mi rey- respondí riendo y tomando su mano.

A María no parecía hacerle mucha gracia la situación, y no entendía bien por qué. Di todo de mí para mirarla con alegría y saludarla cálidamente.

-Mari, ¿cómo estás?

La cara se le transformó bastante, y esbozó una gran sonrisa.

-¡Nicki! ¡Vení para acá!- exclamó antes de abrazarme.

El impacto se sintió raro. Yo no soy una persona muy fanática del contacto físico, así que me incomodó bastante. Sin embargo, valoré su intención de ser buena onda y no quise generar un momento incómodo, así que procedí con naturalidad.

Una vez adentro, nos encontramos con Tiago y propició una situación en la cual claramente se notaba que yo me llevaba más con Tiago, ella con Lit, y nada entre nosotras. Los chicos cruzaban miradas cómplices cada tanto.

Eventualmente llegó Big, y todo se puso bastante serio. Ya era considerablemente tarde, y próximamente íbamos a estar todos quemados. El tiempo era oro.

Grabamos cada uno su parte, y partimos caminos. En el auto empecé a escribirle a Matu para preguntarle si los hombres también se miraban tanto entre ellos, pero me distrajo una notificación de Instagram. ''María Becerra ha comenzado a seguirte''.

Inspiradora | María Becerra y Nicki NicoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora