Febrero '23 | POV de Nicki II

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Desde el segundo en el que me separé de María, no había podido dejar de sentir su sabor en mi boca. Pensé que iba a explotar, era muy loco verla y no imaginarme cómo sería comérmela, sino recordar cómo había sido hacerlo. Estaba concentrada en eso mentalmente, y en ella con Lit en la pileta visualmente, cuando escuché una voz conocida que me sacó del trance.

Me di vuelta rápido, demasiado, me tiró el cuello. No podía ser, no, pero era. El mismísimo Peso Pluma estaba saludando a Tiago en el comedor. Me deslicé por el respaldo de la silla, esperando atrasar el incómodo encuentro, pero Emilia me descubrió al segundo.

-¡Tenés visitas!- exclamó emocionada, lo cual atrajo la atención de María, generando un cruce de miradas. Moví la cabeza hacia ambos lados, con la esperanza de que ella entendiera que estaba totalmente sorprendida y aterrada.

¿Qué hacía ahí? La mejor onda, lo quería y quiero un montón, pero no. Era mi espacio, mis amigos. Me invadió la ansiedad, todo estaba a punto de irse por la borda. No sabía si iba a ser capaz de dar la reacción que se merece alguien que viajó más de 10 mil kilómetros para verte. No quería decepcionarlo, no quería que se pusiera triste. A pesar de no estar de acuerdo con el cómo, ni con su intensidad, sabía que me quería y que sus intenciones eran las mejores.

Pero, a la vez, tampoco quería incomodar ni confundir a María. Acabábamos de tener un avance kilométrico en nuestro vínculo. Más allá de la escena sexual, habíamos hablado de nosotras por primera vez. Habíamos puesto en palabras la existencia de ese "nosotras". Me daba mucho miedo que se enojara y cerrara de nuevo.

-¡Chiquita!- exclamó Emilio, haciéndome saltar.

-Ey, loco, ¿qué hacés acá?- traté de parecer casual y le di un abrazo relajado.

María salió de la pileta, se envolvió a sí misma con un toallón y se alejó un poco, dándome la espalda. Entendí todo.

-Estaba yendo para Chile, en realidad. Pero dije "¿por qué no pasar a ver a mi reina hermosa de camino?".

-¿Y cómo supiste que estaba acá?- pregunté incómoda.

-Ah, tuve una ayudita- sonrió mirando a Emilia.

Lo único que me faltaba, los tocayos flasehando equipo Cupido. Todos nos estaban mirando.

-Pero no quiero que mi presencia los incomode, que siga esa fiesta- sumó.

Tuli corrió a subir la música, como si así lo hubiera pedido el Presidente de la Nación, y Emilio se puso a bailar frente a mí. De repente, todos estaban bailando, cuando antes nadie lo estaba haciendo.

-¿Esa es María Becerra?- preguntó tratando de afinar la vista.

-Sí- respondí a secas.

-Necesito saludarla- dijo y empezó a caminar hacia ella. La concha de la lora.

Ella estaba a unos metros, fingiendo concentración en su teléfono. Apenas Emilio puso una mano en su hombro, dejó ver una sonrisa enorme y le devolvió la mirada. No podía escuchar ni ver nada de esa interacción, me incomodaba a niveles nunca antes experimentados. Quizás porque era una secuencia nunca antes experimentada.

Después de la charla, María no tardó mucho en irse. Saludó a todos cálidamente, no parecía perturbada.

Menos de una hora más tarde, partí con Emilio para mi casa, pero no pasó nada. Los dos estábamos agotados, él se durmió enseguida. Fui yo la que se quedó mirando el techo e imaginando qué decir. Qué decirle a él para que bajara la intensidad, pero sin herirlo. Cómo explicarle a ella que quien me había venido a ver desde Estados Unidos no era más que una compañía eventual. Compañía que había adquirido en vías de olvidarme de ella y Mateo.

Mi celular se encendió y llamó mi atención.

Mensaje de Mari✨: "creo que se sobreentendió que lo del Peso te tomó por sorpresa. No estoy enojada por cómo se dieron las cosas. Pero me parece que la vida no hace más que mandarnos señales de que no tiene que darse lo nuestro".

Mi mente no podía hilar una respuesta coherente, me frustraba demasiado. "Perdón. Claramente las cosas se me van de las manos, y no estoy ni para gestionar ni mis propias emociones".

Mensaje de Mari✨: "no te bardees. Perdoname a mí por haber asumido cosas de vos durante mucho tiempo. Todo esto nos sirve de aprendizaje".

Se me estrujó el corazón. Sonaba como una despedida, como el cierre de un capítulo, el fin de una estación, la vuelta de un viaje intenso. El dolor que nos causábamos era considerablemente mayor que la cantidad de momentos buenos. Aún así, yo no me arrepentía de nada. Pero, a la vez, no podía vivir con la idea de hacerla sufrir a ella. Tenía que liberarla.

Bloqueé mi teléfono y empecé a llorar. Emilio me buscó para abrazarme, sin abrir los ojos.

-Todo va a estar bien, mi reina hermosa- susurró y me dio un beso en la frente.

Lloré más fuerte, no había chance de que pudiera decirle algo sobre su forma de ser, era increíble. No me lo merecía a él, ni a María tampoco.

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NICKI NO TIENE PAZ 🤧🤧🤧

Alguien que le avise a Emilia que esto es María x Nicki a ver si empieza a colaborar 🤠

Inspiradora | María Becerra y Nicki NicoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora