Quién iba a decir que Peso Pluma me iba toda la paz que necesitaba para superar el dolor por lo de Mateo y María. Me quedé otra semana entera con él después de haber terminado la grabación, y fue como una maratón de películas románticas llevadas a la vida real.
Fuimos a museos, a Disneyland, a los mejores restaurantes. Paseamos en todos sus autos, por la montaña, por la playa. Llegamos despiertos a varios amaneceres, y caminamos por su jardín contemplando atardeceres. Él podía mirarme durante horas, y yo me sentía cómoda con ello.
Más fue un choque poderoso volver a mi realidad después de todo eso. La había pasado excelente, pero en frío lo sentía simplemente una aventura, un episodio especial en una temporada complicada de mi vida. Tenía mucho Alma y poco tiempo por delante.
La ansiedad me invadió y mi determinación virginiana se impuso ante todo. No miento cuando digo que no pasé más de 5 minutos diarios con el celular por dos semanas, así fue como terminé el 80% del álbum en ese período. Como inspiración para las canciones usé bastante a Mateo, pero también a María. Tenía el corazón roto en demasiados pedazos.
Mi enamorado me escribía a diario, todo el tiempo. Yo le respondía algo, como para no clavarlo, en esos cinco minutos que mencioné previamente. Él me parece un ángel, pero no estaba para tanta intensidad. Todavía no podía dejar de pensar en Mateo y en María. Con esa premisa no me parecía sano meterme a fondo con alguien más, al menos no hasta que pasara un poco de tiempo.
Entonces un sábado me acordé de que Lit me había invitado a una pool party en su casa. El problema era que tenía bien claro que María iba a estar ahí.
-No importa que vos no hayas ido a su estreno, porque ella está con tu ex- me dije a mí misma en el espejo mientras me preparaba.
Una voz dentro de mi cabeza no paraba de repetir "mirá si va con Mateo". Pero no pensaba quedarme en casa con temor, no podía empezar a privarme de cosas por miedo a cruzármelos. Después de todo, los garcas eran ellos.
Lo primero que vi cuando llegué me desorientó, parecía un deja vu: Rusher y María en la cocina preparando tragos, riendo entre ellos, con las miradas clavadas en el otro como si no existiera nadie más. Ella estaba en bikini, y él se las arreglaba para tener que tocarle la piel desnuda todo el tiempo.
-¡Nicki!- gritó Tuli, la novia de Lit, generando que la atención de la ¿ex? pareja feliz rotara hacia mí.
Sentí la mirada penetrante de María mientras abrazaba a Tuli. Posteriormente, me dispuse a saludarlos tratando de no darles demasiada entidad. No estaba preparada para enfrentarla a ella, aunque debo admitir que agradecí al cielo no habérmela encontrado con Mateo.
Salí al patio a disfrutar de la noche de verano con mis amigos, y me esforcé activamente por no dirigirle la mirada ni la palabra a María durante toda la noche. Ella parecía un tanto irritada por eso, podía sentir cómo me buscaba sutilmente, y se frustraba al no conseguir mi atención.
En cierto punto entré a la casa para ir al baño, y María me pisó los talones hasta la cocina. Se quedó parada un segundo, y volvió a seguirme. No me iba a meter en el baño con ella a la vista de todos, iba a ser inminente que algo estaba pasando.
Subí la escalera dejando caer mis pies bien fuerte sobre las tablas de madera. Escuchaba su respiración agitada intentando alcanzarme, y me despertaba más el instinto de la huída. Entré al cuarto de Lit, y después a su baño.
-De verdad me estoy meando- me sinceré entornando la puerta.
-Te espero acá- escuché cómo se dejó caer en la cama.
Me lavé las manos, respiré hondo y salí.
-¿Qué te pasa conmigo Nicki?- preguntó frustrada.
-¿Realmente te lo tengo que decir? Andás con mi ex, eso pasa. ¿Qué querés? ¿Mi bendición?
-Eso fue un malentendido- bajó la vista. -Yo no estoy con Mateo.
-¿No?- repliqué incrédula.
-O sea, pasó algo sí. Pero fue un beso nada más, una vez, en diciembre. Te juro que nunca más lo vi.
-¿Qué se te pasó por la cabeza? ¿Te parece lógico?
-No, pero si vamos al caso, nada me parece lógico. En los premios me dijiste que seguían juntos, pero él me sostuvo que habían cortado el mes anterior. ¿Qué onda eso?
Las mejillas se me pusieron rojas y se me llenaron los ojos de lágrimas.
-Estaba sufriendo mucho- me sinceré.
-No es excusa para mentirle a una supuesta amiga.
-Dale, Mari. Sabés que no somos amigas.
-Ah bueno, bárbaro. Entonces te repito, ¿qué mierda te pasa conmigo? ¿Qué es lo que hago mal?
-Tampoco te hagas la santa. Me alegra saber que no van a tener gemelos juntos, pero igual te chapaste a mi ex.
-Quizás porque era la única forma de estar un poco más cerca tuyo.
-¿Qué decís?
-Es medio enfermizo decirlo en voz alta, pero cuando me lo chapé solamente podía pensar en vos, te imaginé a vos. Yo quería eso con vos.
-Es patético lo que me decís, inventate otra cosa.
Solamente podía decirlo para salvarse el culo de mi ira, como para distraerme. No le creía nada.
-¡¿Qué tengo que hacer para que me creas?! ¿Escribirte otra canción?
-¿Otra?
Se dio vuelta, puso la cara contra la almohada y gritó. Yo estaba desconcertada.
-Claramente no escuchaste mi álbum- se quejó entre dientes. -Y probablemente me hayas mentido también para no ir al lanzamiento.
Miré para abajo. No iba a mentir.
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CÓMO QUE NO ESCUCHASTE LA NENA DE ARGENTINA NICKIII
A abrocharse los cinturones porque ahora sí SE VIENEEE 🤠
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Inspiradora | María Becerra y Nicki Nicole
FanfictionDonde Nicki y María se gustan, pero el universo parece estar en su contra.