Diciembre '22 | POV de María

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Aunque en Los Ángeles había parecido lo contrario, evidentemente las cosas entre Nicki y yo no eran remontables, de ninguna manera. La invité por WhatsApp al lanzamiento de La Nena de Argentina, haciendo hincapié en que también estaba invitado Mateo. Entonces me dijo que los dos iban a estar en Rosario por el cumpleaños de su mamá.

El día del evento, Mateo subió una historia con sus amigos en La Boca. Obviamente la secuencia me trajo sospechas, pero decidí dejarlo ahí.

Resulta que la noche previa a que saliera campeón Argentina en Qatar, yo me presenté en un festival estatal muy importante en la ciudad de Río Gallegos. En el line up también se encontraba Mateo, y durante días practiqué formas de preguntarle qué onda el cumpleaños de la mamá de Nicki, a ver cómo reaccionaba. Yo apostaba todo a que Nicki ni siquiera le habría comentado acerca de mi invitación.

Los últimos quince minutos del show los vi desde el costado del escenario, y quedé hipnotizada. Él tenía una energía increíble, y el público estaba encendido. Lo miré detenidamente: jeans tiro bajo, en cuero, con el pecho empapado, pero sus trenzas seguían perfectas. Y mi cabeza instantáneamente se volcó a imaginármelo junto con Nicki, él mirándola con esa cara de atrevido, ella acariciándolo suave.

-¡Mari! Cinco minutos- dijo mi asistente, que claramente se había dado cuenta de que yo estaba 200% en otra.

Trueno cerró su show, y yo me puse derecha y me acomodé el pelo para saludarlo cuando saliera. Para mi sorpresa, se fue para el otro costado. Supongo que el universo sabía que mis intenciones no eran nobles.

Después de un show increíble, en el que pude conectarme con la gente y dar todo de mí, me dirigí al camarín. Agotada, me desplomé en el sillón y agarré mi celular. En WhatsApp, mi familia estaba organizando el almuerzo del día siguiente, que iba a acompañar a la final de la Copa del Mundo. Sobra decir que al final no comimos nada.

Abrí Instagram con la intención de revisar el perfil de Juli, para ver si había alguna story, pero un banner de mensaje directo me distrajo. Casi inconscientemente lo apreté.

Mensaje de TR1: "la rompiste toda. Hay after en el hotel, me dijeron que estamos en el mismo. Si tenés ganas, pasate".

Deslicé para ver la hora, ¡y era la hora de ese mismísimo momento! ¡Él estaba viendo que yo lo había visto! ¡Al instante! ''La re puta madre'' dije en voz alta.

Mensaje de TR1: ''me dijeron que sos ortiba, pero hoy copate Mari. Mañana salimos campeones''.

¿Trueno? Brujo hereditario. Pero a mí nadie me dice ortiba, aunque sí lo sea.

''Decime dónde. Me baño y voy'' tipeé y envié. Lo leyó al instante. Bloqueé el celular para que no me volviera a pasar lo mismo.

Mensaje de TR1: ''te vas a dar cuenta, no hay muchos salones en el hotel. Yo estoy así nomás, venite cómo estás. Estás linda''.

¡¿QUÉ?! PERO, ¡¿QUÉ?! Lo único que me faltaba, realmente, era él queriendo levantarme. Cartón lleno. Bingo. Me tenía que retirar. ¿Lo hice? Por supuesto que no. Quería saber qué tan lejos era capaz de llegar, ¿a todas les mandaba mensajes para juntarse? ¿Qué opinaba Nicki de eso?

Le avisé a mi equipo que Trueno nos había invitado a una fiesta, y todos dijeron ''ohhh'' al unísono, con caras pícaras. Algunos hasta hicieron el gesto de besito con las manos. La única sensata fue mi jefa de coreografía, que los calló a todos con un ''déjenla en paz, no ven que acaba de cortar''.

Volvimos al hotel y nos dirigimos directamente al jardín desde el cual venía la música altísima. Nos recibieron con shots de alguna bebida blanca que no distinguí, pero me tomé dos. Si quería información sobre Nicki, tenía que ser copada con él.

Inspiradora | María Becerra y Nicki NicoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora