Capítulo 19- Ella me levantó

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"Yo no bailo, Mingyu." Le repito mientras me lleva hacia el centro de la pista tomándome de la mano. Él parece no estar escuchando nada de lo que le digo, aunque no le culpo si tenemos en cuenta la multitud que nos rodea que grita a todo pulmón la música, la cual a su vez también retumba en los altavoces. "Mingyu, no bailo." Se lo vuelvo a decir cuando nos encontramos cara a cara, esperando que así al menos pueda leer mis labios y entenderme. Existe una regla no escrita y es que hay pocos hombres que sepan bailar bien de fiesta sin dar vergüenza ajena y yo, por desgracia, no soy uno de esos. Apuesto que mi compañero de baile ahora mismo sí que es parte de esa minoría.

Mingyu se acerca a mi oído y puedo sentir su respiración cerca de mi mejilla. "¿Sabes qué?" Y aunque me habla a gritos no me molesta, no cuando la música suena demasiado alta y su voz parece un mero susurro. Los graves de las canciones rebotan en mi pecho y siento que mis latidos han comenzado a adaptarse al ritmo de la canción. "Que no me importa." Mingyu se ríe y coloca sus palmas en mi cintura, atrayéndome más a él. Nuestros cuerpos se chocan y siento cada parte de él, nuestros pechos tocándose y su mano izquierda siguiendo un camino silencioso hasta mi espalda baja. "Cheol está hablando con el DJ." Me habla tan cerca, que su aliento me hace cosquillas en el cuello. Por un momento pienso que me voy a caer, que mis piernas van a fallar, que mis rodillas tocarán el suelo. Sin embargo, Mingyu me sostiene de manera firme, su mano izquierda es la elegida para ser una aventurera por mi cuerpo, mientras la derecha se mantiene rígida en mi cadera.

Reúno toda la coherencia que me queda para formar una frase que tenga sentido en respuesta. "Eso sólo puede significar que está pidiendo..." no me da tiempo a terminar cuando las primeras notas suenan y el autotune rebota en los altavoces. "...Chulo de Bad Gyal." La carcajada de Mingyu suena incluso más fuerte que la música y siento que mi corazón hace un movimiento rápido, como si ni siquiera él hubiera estado preparado para lo bien que suena estando tan cerca de él.

Entonces me doy cuenta de cómo nos encontramos. Él está completamente pegado, si levantara la cabeza, nuestras narices chocarían y las respiraciones se mezclarían. Sus manos están en mí, sosteniendo mi cadera y espalda baja. Mientras tanto, las mías se encuentran caídas a cada lado de mis piernas y por una vez en la vida no sé qué hacer con ellas.

La cadena le brilló en lo oscuro.

"Muy oportuno." Mingyu ahora se agacha lo suficiente como para ronronear en mi cuello y pasar la nariz por él, haciéndome cosquillas allá donde la piel está expuesta bajo mi jersey. Sonrío cuando me doy cuenta de que se refiere a la cadena que cuelga de mi cuello. Una muy fina, de metal, una de las pocas cosas de bisutería que tengo en mi colección. Su nariz pasa por la cadena haciendo que el frío metal se moviera sobre mi piel. Lo toma por un microsegundo entre sus dientes y siento que mi cuerpo entero sufre un cortocircuito, porque no sé qué hacer con él.

Bad Gyal desconozco quién eres pero dudo entre si darte dos besos o eliminar la canción de tu discografía para siempre.

Mis manos reaccionan al instante, colocándose en los anchos hombros de Mingyu cuando éste me rodea con su brazo la cintura y me pega más a él si es que eso es posible. Puedo sentir la electricidad en mis propios brazos con el contacto y por poco rompo la poca distancia que nos queda, pasando de tener las manos en sus hombros a unirlas detrás de su cuello para rodearle del todo. Las yemas de mis dedos sufren cosquillas en un intento de manifestar la necesidad de moverse, de explorar, de notar el tacto de Mingyu y fantasear con cómo se sentirá tomar con mis propias manos su cabello.

Él comienza a moverse, mueve la parte baja de su cuerpo sin despegar su rostro de mi cuello y siento como sus piernas encajan perfectamente entre las mías. El calor que sube desde mi pecho hasta las orejas me hace delirar y quiero pararle y a la misma vez animarle para que siga. Mis amigos estarán en algún lugar del pub, ellos podrán verme en cualquier momento. No pararán de recordarme esta situación hasta que me encuentre bajo tierra y no estoy preparado mentalmente para ello.

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