Psicometría

Capítulo 14-Déjame ser libre

Una tía lejana de mi padre tenía el don de la Psicometría romántica, pero ya está. No había conocido a nadie más que lo tuviera. No son como los dones relacionados con los elementos agua, fuego, tierra y aire, que son los que tienden a heredarse. Incluso los de naturaleza, como el de Hoshi. Los mentales son raros de obtener, son "un regalo de Dios" como mucha gente los llama, un milagro en la familia, a pesar de que quien los obtienen no están demasiado contentos con ellos. Por eso, por la rareza de mi don, me sorprende saber que estoy a una persona de conocer a alguien que posee mi mismo poder pero aún más, que lo haya conseguido controlar.

"El lunes empiezas las clases de nuevo, ¿verdad?" Yo asiento en respuesta y Jeonghan rechista un poco. "¿Turno de tarde o mañana?"

"Mañana." Esa respuesta parece que le agrada más.

"Bien. Salgo de trabajar a las dos. ¿Un café y te actualizo de todo?" Yo no podía esperar a que llegase el día, iba a contar las horas, ya sea para bien o para mal, tendré respuestas. "Y Wonwoo, pregúntame. Lo que sea, si tienes dudas de la mínima cosa, pregúntame."

"Gracias." Jeonghan rechista de nuevo y relame su labio inferior mordiéndolo ligeramente como si no le gustase escuchar ese agradecimiento.

"No tienes que darlas. Quiero evitar un desastre antes de que ocurra." Yo no sabía de qué estaba hablando o a qué se refería. Quizás, si hubiera sido un poco más curioso, si hubiese estado más espabilado o si no fuese porque tengo algo tapándome los ojos, me hubiera dado cuenta de que Jeonghan había pasado de mirarme a mí, a observar a Mingyu.

✨

Cada vez quedábamos menos en el salón. Todos buscaban el calor de las mantas y la suavidad de ellas después del día deportivo que han tenido. A mí se me cerraban los ojos del sueño y a pesar de que alguna cabezadita había echado, no era capaz de levantarme de mi asiento. Tenía la sensación de que había perdido mucho tiempo conmigo mismo y apenas había pasado tiempo con ellos, que era la principal razón por la que había venido aquí.

Solamente quedábamos Jun, Seokmin y Seungkwan, cada uno más dormido que el anterior, así que tras un último aviso por parte de Cheol de que deberíamos ir a la cama, nos levantamos pesadamente de nuestro asiento, tiritando a medida que salíamos del calor del salón y nos adentrábamos a los fríos pasillos de la estancia. Antes de ir directamente hacia el patio interior de las habitaciones, me encamino hacia la cocina y tomo un vaso de agua. Una vez que salgo me quedo completamente a solas, así que soy el encargado oficial de apagar todas las luces. Antes de finalmente cerrar la puerta del salón, examino el fuego, que ya está en sus últimas. Haberme quedado tanto tiempo hace que mi ropa huela a quemado y en otras circunstancias no hubiera podido meterme en la cama con este olor pero ya me encargaré del dolor de cabeza mañana, estoy demasiado cansado para entrar en la ducha ahora.

El pasillo del patio interior está completamente vacío, se escuchan las puertas cerrándose de las habitaciones y maletas abriéndose y cerrándose a través de la madera. Hoshi había sido uno de los primeros que se habían ido a la cama y me juego la cabeza que está en el quinto sueño cuando llegue. Habrá dado demasiado de sí en las pistas.

Tomo un sorbo de agua a medida que mis pies hacen crujir el suelo con cada paso que doy hasta llegar al dormitorio. Entonces, la puerta del baño a mis espaldas se cierra y se dibuja en mi mente la figura de una persona, que a estas alturas ya reconozco tan bien.

"Buenas noches, Wonwoo." Mingyu tiene la voz ronca. Se había ido a dormir hacía una hora y supongo que el ruido que hemos hecho al recoger le ha despertado. La habitación de Mingyu está en el patio externo, por eso me pilla con la guardia baja cuando se encamina hacia mi dirección. Tiene el paso lento y estoy seguro de que tiene los ojos pegados porque casi se golpea el rostro con uno de los pilares. Intento no reírme por ello para centrarme en las intenciones de Mingyu.