Si alguno de mis vecinos llegara a asomarse a la ventana o a su balcón, estoy seguro de que llamaría a la policía o a emergencias para denunciar que dos hombres en sus veinte se han vuelto locos. Y, siendo completamente honesto conmigo mismo, no les juzgaría.
Joshua y yo hemos construido esta pequeña costumbre de salir al balcón del salón, el cual es tan diminuto como para únicamente permitir dos sillas en su interior, y beber chupitos de soju comprado en el quiosco de la esquina hasta que las preocupaciones se marchen, o al menos, dejen de pesar tanto en nuestros hombros.
Cuando Hyo-ri entró en el baño y Mingyu se encerró en mi habitación para hablar con su madre por teléfono después de desearnos las buenas noches, Joshua me llamó desde la cocina ya con la botella de alcohol en la mano y una sonrisa dibujándose en el rostro. Fuera hace mucho frío, pero sería demasiado triste romper la tradición al quedarnos dentro. De todas formas, ninguno de los dos nos hemos bañado todavía, por lo que utilizamos de nuevo nuestros abrigos y nos sentamos en las antiguas sillas de madera que decoran el balcón.
El sonido del cristal de nuestros vasos tintinea en el silencio de la calle y, a la vez, dejamos que el líquido pase por nuestras gargantas, quemando todo a su paso y haciéndonos entrar en calor rápidamente.
"Uhg, no mejora con los años." Dejo escapar una carcajada cuando veo la cara de asco de mi compañero de piso, quien a pesar de las quejas, está rellenando de nuevo los vasos. "Por los rostros desbloqueados." Junto mis labios en una sonrisa fina y brindo con Joshua. Esta vez el sabor es más intenso y tengo que sacar la lengua para que el frío congele mis papilas gustativas y eliminar así el sabor amargo de mi boca.
"La próxima vez deberíamos comprar la botella de chupito de fresa o de manzana. Ya no estamos para estas tonterías." Coloco el vaso en un pequeño taburete que utilizamos como mesa y Joshua tararea como respuesta, dejando también el suyo.
"El tiempo pasa demasiado deprisa, ¿verdad?" Es el tono de voz de Joshua el que me advierte que hay algo que no está bien. Bueno, eso y las marcas bajo sus ojos que parecen más oscuras.
"¿Todo bien?" Joshua se ríe e inclina su cabeza por un segundo, dejando ver en su expresión que hay algo que le molesta desde hace tiempo. He vivido demasiados años con él para aprender sus manías y sus normas del hogar, pero también he descubierto que es una persona que odia hablar de sus problemas y debilidades, por eso sugerí la idea del soju y el balcón la primera vez, porque Joshua se suele relajar bastante cuando bebe.
"¿Honestamente?" Él levanta una ceja invitándome a contestar, por lo que asiento y él suspira en un intento por encontrar las palabras correctas. "Siento que me he estancado. Debería haberme graduado ya pero aún sigo en la universidad por culpa de dos asignaturas suspensas con un cuatro con nueve." Joshua vuelve a tomar su vaso y me ofrece el mío, rellenándolos de nuevo mientras sigue hablando. "Cheol se graduó, está estudiando para sus oposiciones y trabaja. Jeonghan está en una empresa, ganando más dinero de lo que yo jamás podría imaginar y ambos tienen mi edad. Y yo sigo en el punto de salida todavía." Esta vez, no espera a brindar y se toma el chupito directamente, dejando escapar una queja desde su garganta. Yo bebo tras él, vaciando el vaso para poder tomar la botella y dejar que el líquido vuelva a caer dentro del cristal.
"El futuro es una mierda." Digo mientras termino de dejar el vaso de Joshua lleno y bebo el contenido del mío para intentar encontrar en mi mente qué palabras ayudarían a mi amigo en esta situación. "¿Qué acabaré haciendo? ¿Debería seguir estudiando? ¿Cómo voy a recuperar el tiempo perdido? ¿Soy un desastre? ¿Qué es mejor, hacer un máster o un grado superior a pesar de haber terminado la carrera? ¿Debería simplemente buscar trabajo? ¿Seguiré siendo profesor de clases particulares o dependiente de un supermercado?" Miro a Joshua al hacer referencia a nuestros actuales trabajos y luego aparto la mirada hacia delante, hacia los pisos que tenemos en frente porque para nada poseemos unas vistas a la ciudad desde las alturas, solamente es un edificio antiguo, con balcones negros y escaleras de incendios. "¿Dónde estaré de aquí a un año? ¿Da miedo pensarlo no?" Joshua se muerde el labio inferior y asiente, fijándose en el vaso que tiene en sus manos.
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Psicometría
Fanfiction¿Os habéis imaginado alguna vez cómo sería tu vida si supieras que posees un don sobrenatural que no puedes elegir? Wonwoo había fantaseado durante toda su niñez con conseguir el suyo al cumplir los doce años. Ese día fue el único en el que quiso r...