Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
(Juan 13:34-35)Narrador de R.M.R: Debemos reconocer que hasta ahora todo ha ido muy interesante. Hay quienes tal vez concluirán que la respuesta a las enfermedades está en la fotosintesis, otros en la meditación, otros en el dominio o la "fuerza", y otros ... ¿Qué pensarán?; Veamos qué ha sido de Reynald por ejemplo.
.. R:
Mientras meditaba, describí lo inútil que es luchar contra la naturaleza que existe plantada en la creencia sana de la palabra de Dios. Primero un golpecito a las rocas, luego dos y la chispa se enciende ¿no?. ¿Por qué no creer entonces en la historia de Moises, la zarsa ardiente o la roca que no detenía de traer agua?. Quizá son miles de años atrás, y otros prefieran creer en las formas (fuerza, meditación, control, etc...).
Y en unos minutos... Cuando más introducido en la meditación estaba. Llegó una familia en un jeep. Gris claro. Parecía extraño, pero luego vi que era muy inofensivo y hasta agradable, eran tan... Espirituales. Aquél niño era curioso, corría de un lado a otro, y veía desde lejos. La niña era valiente, y con fortaleza y la madre, con una percepción sorprendente puso una friza a unos poquitos metros cerca de mí. A penas, un arbol de distancia... Al principio, luego de ver la bella familia, aparté la mirada, me sentí como Pedro cuando vió a Jesús. Un puro pecador.
Pero al voltear la mirada, ví un arbusto que me acordó un ángel, mi compañero para los ataques espirituales, para las batallas eternas. Y Jesús me dijo: ¿Reynald, quieres que te enseñe a hacer preguntas? — Si. Le contesté. Perdón, creo que debí pedirtelo antes.
— Jesús: Cuando haces preguntas, es porque algo necesita una respuesta, pero, para ser probablemente ajustado. ¿No crees?
— Reynald: Si, tienes razón. Incluso, cualquier problema a veces no es tan grave, sino que a veces sólo necesita ser ajustado.
— Jesús: ¿Qué otra pregunta tienes para mí Reynald?
— Reynald: Bueno, ya que hablamos de ajustes, recordando el Edén; Padre... ¿Hubo alguna pareja que pasó esa prueba?
— Jesús: Tú ya tienes la respuesta, tus ojos te lo han dicho. Ahora, ¿lo crees lo suficiente?.
— Reynald: Parezco dudarlo, pero... Tu palabra lo dice: Así como son más altos los cielos que la tierra, así son tus caminos, más que vuestros caminos y tus pensamientos, más que nuestros pensamientos.
— Jesús: Haz pasado el examen Reynald. No temas hablar con la familia.
.. R:Dice el niño:
¡Yo no quiero eso!
Y va corriendo y da una vuelta y pasa justo por detrás de Reynald.
Reynald en seguida percibió la oportunidad de Jesús, y le preguntó por su nombre: ¿Qué no te gusta ...?.
Y al parecer... El niño cambió de opinión. Pues se acercó luego a donde su madre, calladamente y todos comian pacientemente.Yo me recosté nuevamente hasta que escuché una ambulancia. ¡Algo más que mi mente, me dijo: Abre la mochila abre la biblia y lee...!
Entonces, leía... Leí sobre el camarero Seraria (algo así se llamaba), en el libro de Jeremías. Arrojó un libro en donde se profetizó la destrucción de toda Babilonia. Y finalmente voltee las hojas y leí Juan 10. Allí yo tenía una nota que decía exactamente:
"Debemos ser para el Padre, y para otros".Entonces, luego de leer varias veces Juan 10: 26-28. Entonces, como ya llevaba aproximadamente 30 minutos o más en el parque, y creí que cumpliría mi misión al leerles a esa familia me les acerqué:
¿Señora, le molestaría a usted si le leo y comparto algo de la Palabra de Dios con usted?
Ella contestó: No, claro que no.
- Entonces yo les leí:
"Pero algunos de vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas.
Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dió es mayor que todos. Nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno" (Juan 10:26-30)
Ella dijo: Amén.
- Y yo le expliqué un poco:
Jesús nos dice que hay quienes no creen, pero si nosotros creemos en él, él nos da vida eterna y no pereceremos. Dice que él es uno con el Padre.
¿Usted cree en ésto?
Ella dijo: Si, nosotros somos evangelicos.
- Entonces yo me dí cuenta de que como creían, podía decirle que no fue al azar.
Le dije: Aquí tengo una nota que dice: "Debemos ser para el Padre, y para otros".
En otras palabras, todos somos uno porque somos de su redil. Todos somos del Padre.
Ella dijo: Así es.
- Entonces para finalizar le dije: Muchísimas gracias por permitirme compartir con usted. Y por cierto, usted tiene una muy bonita familia.
Ella dijo: Gracias, — mientras me observaba levantarme para irme — nos vemos.
— Yo le dije: A usted.

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Cieguito
AbenteuerJulio Rivera es un ingeniero industrial quien desde sus 8 años de edad conoce al amor de su vida; Nuestro protagonista (Julio) debe pasar por muchas cosas para luego poder estar junto a Talia. Además, deberá probar su fe hasta el tope, conocer límit...