Cieguito

Una oportunidad

¿Has sentido como si la vista te la devolviera Dios en un momento inesperado pero lleno de esperanza?

"Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor"
1 Juan 4:7-8

Ya tengo 20 años, la realidad es que mi fe se ha fortalecido a travez del tiempo, aunque no por mí mismo; Sino, que Dios, lo hizo posible porque soy su hijo.

Talía, sigue siendo mi novia. Aún no he terminado mi carrera, ha sido un momento sumamente difícil vivir pues el trabajo de mi madre no ha sido suficiente para pagarme mis estudios. Pero, no le temo a nada, porque no soy un Esclavo, sino más bien un hijo de Dios.

Todavía recuerdo aquel día en la plaza, ese momento en el que sentí como si mi ángel estaba conmigo; Fue apenas 2 días de yo haber sido diagnosticado con ceguera. Más sin embargo, mi ángel y mi Señor me decían: "Puedes, puedes hacer lo que sea que te propongas, no pierdas la fe".

Sólo suena en mí ahora mismo en mi mente esta frase: "No eres una víctima, eres protagonista".

... — Imagino por un momento éste momento — ...

Por un segundo siento la brisa pasar por mi cabello largo y marrón, corro mirando hacia lo alto y le sonrío con amor a mi Dios para por unos segundos más, seguir sintiendo la suave brisa en mi rostro; porque estoy creyendo lo que él me susurra... Puedo sentir algo extraño, algo que sólo a esta edad que tengo ahora (20 años) puedo describir; Es como, un sentimiento profundo de amor y paz.

No puedo decir con certeza cómo a pesar de que parecía que nada me sostenía, en 2 minutos sentí que no estaba en mí mismo, sino como que el Espíritu Santo de mi Dios me sostenía. Y por un segundo me llegó a la mente ése nombre: Reynald... Y lo dije en voz alta: "Reynald mami, Reynald!"

...

Hoy recuerdo estas cosas y muchas más, que estaré compartiendo con mi Talía pues quiero compartir con ella toda mi vida por largos años.

¿Qué fue de mí durante todos estos años?, también estaré compartiendo con mi Talía todo esto.

Pero, ahora que estoy pensando por un momento acá en el campo. ¿Por qué no voy a la carpa en donde se encuentra mi Talía y le cuento la nueva oportunidad que obtuve?.

Una flor de oro

La verdad es que la oportunidad es de mi Talía. Pero, ¿Acaso lo mío no es también de ella?.

Ella es una chica que aunque no tiene ningún problema físico, a veces es despistada y se le dificulta concentrarse o tomar decisiones. Es complicado de explicar, es como si siempre quisiera hacer algo, pero no termina de concretarlo.

Es extraño que yo sienta que tengo la responsabilidad de ayudarla a que entienda que, la fuerza de voluntad se desarrolla despacio, se desarrolla con fe y mucha paciencia, con amor y sobre todo con nuestras oraciones.

...

Me acerco a la carpa y despliego la compuerta de tela...
— Mi amor
— Hola Julio, ¿sucede algo?
— No tienes frío amor?
— No, estoy bien mi amor. Es sólo que en este campamento de la iglesia, a veces salimos tan agotados, que decidí recostarme y hasta se me olvidó arroparme.
— Mmm... Va, yo te arropo mi amor.

Todavía estoy pensando cómo le contaré sobre ese nuevo trabajo como Secretaria que le he conseguido por mi amigo Fénix. Después de mucho tiempo, nos encontramos mientras iba camino a mi universidad.

— Mi amor, ¿sabes que te amo, verdad?
— Si Julio, ¿por qué lo dices?
— Bueno tesoro, es que te he conseguido un trabajo como Secretaria en la empresa Achico. Justo donde trabaja un antiguo amigo de nosotros. ¿Te acuerdas de Fenix?
— ¿Fenix!? Si!. Pero, es que ya he perdido tantos trabajos mi amor... Estoy cansada...
— Amor, yo soy ciego y no me he rendido. ¿Por qué no aceptas y vuelves a intentarlo?
— Es verdad amor, para nuestro Dios todo es posible.
— Esa es la chica que amo :)

Talía tiene cabello oscuro, ojos color café y siempre suele vestirse de forma vintage. Le encatan las flores, le gusta mucho cuando llueve y admira mucho la creación de Dios. Su dicho favorito es: "Soy la creación más extraña, pero amor para las personas correctas".

En cambio, ya ustedes saben de mí. En estos años he descubierto que las fuerzas que me rodeaban, eran como fantasmas, porque conforme más creía en mi Dios. Más mi confianza aumentaba.

....

Nota del autor: Jaja, esto es cada vez más divertido. ¿Por qué?, porque así son los milagros de Dios; Él suele hacer de nosotros una obra maestra, tal y como lo está haciendo con Julio. En los próximos capítulos estaremos viendo cómo Julio se va desenvolviendo en el amor, en su trabajo y la parte más interesante y no menos importante: Su salud.

Foto de portada del capítulo por stayhereforu en Pexels.com