Consolación desde lo alto

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¡Bendito el que confía en Jehová, y que en Él pone su esperanza! se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raices hacia la corriente: No tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde;
En año de sequia no se inquieta, ni deja de producir sus frutos.
Jeremías 17:7-8

- "Señor, tú que haces misericordia a tus siervos compadecete de mí;
búsco de tu paz porque por mis fuerzas desfallezco.
Mi hija de unos 10 años; protégela".

Oraba Julio en aquella iglesia de altos cimientos y una historia distinta en cada una de sus puertas; arrodillado, retira sus manos del asiento delantero para secarse una lágrima.

Eran las 12 del mediodia; él ya más tranquilo recoge su bulto; para ese entonces sin mucho peso.

- Supongo que para este momento mi hija ya ha salido de la escuela (piensa Julio mientras deja a unos 14 pasos de distancia, la iglesia).

...

— ¡Papi!
— Hola pequeña
— ¿Hoy nos iremos en el carro?
— Si princesa
— ¿Hoy podrás llamar a mami?
Se despliega una lágrima en los ojos de Julio mientras angustiado contesta:
Si mi amor.

(Este auto... Parece ser que la cerradura está estancada)
— Con un poco de fuerza podré abrirla.
— Ya está — Piensa Julio mientras entra al auto— .

Tamar, mientras tanto voltea para mirar por la ventana. Al auto salir del estacionamiento pasan por un pequeño puente, un centro comercial, un tunel y un vecindario muy peculiar.

— Tamar...
— ¿Sí papi?
— Desmóntate pequeña, papi llegó a la casa.

Luego de una larga y agotadora tarde; Julio apaga el televisor y enciende el radio unos minutos.

— ¡Tamar!
— ¿!Sí papi!?
— Es hora de dormir amor
— Buenas noches papi.
— Buenas noches mi amor.

CieguitoWhere stories live. Discover now