Cieguito

No puedo ver

Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.  Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.

Marcos 4:26-41

— Jesus of Nazareth.
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— ¡Mama! ¡Mama!.
— ¿Qué sucede hijo?.
— No puedo ver mami, todo está oscuro
— Hijo, pero ¿cómo que no puedes ver? ¿Qué sientes?.

— Nada mami, me desperté y todo está oscuro. ¡No puedo ver!.

[Actualizado con autoridad de Jesus como Shadai 9 de Mayo del 2025]...
Si apartases de ti el dedo acusador,y la lengua depravada; ninguna de éstas plagas tocará tu morada (Isaías).
- Algunos dijeron que: "Franklin es así".
En seguida tomaron todo lo necesario para ir a visitar al doctor, un oculista. La madre de Julio estaba preocupada; no sabía cómo reaccionar ante una situación en la que veía a su hijo sin poder ver absolutamente nada.

— Ya llegamos al hospital Julio — se quitan el cinturón de seguridad y... —
— Julio
— Dime mami
— Oremos antes de entrar al hospital
— Está bien

La oración de la señora Esmeralda fue la siguiente:
"Amado Dios, tu que escuchas nuestras plegarias. Te imploro por la salud de mi hijo que dice que no puede ver nada; sánalo y demuestra tu poder a tu sierva que está afligida, te necesitamos mucho ahora mi Jesús. Amen".

— Vamos hijo

Julio no sabia que hacer, por un momento se le salió una pequeña lágrima de desesperación... Aunque su fe le permitió soportar ese momento de debilidad.

Al entrar a la sala de espera habían unas personas delante, así que Julio simplemente intentaba escuchar lo que le rodeaba.

En cuestión de unos minutos escucha a una niña hablando:

— Papi, ¿falta mucho para nuestro turno?
— No cariño.

Esmeralda toca el bracito de Julio y dice:
— Vamos hijo, ya casi es nuestro turno.

En unos minutos suena la puerta del consultorio del doctor:
— Paciente Victor Hernandez, favor pasar

Julio escucha a la niña decir:
— Papi, ese es tu nombre.
Contesta luego el padre:
— Si cariño, vamos.

— Mami, ¿ahora entraron un señor y una niña cierto? - pregunta Julio a Esmeralda
— Si mi hijo.

Luego de cincuenta minutos de espera, llega el turno de Julio y Esmeralda.

— Suena la puerta del consultorio —
— Paciente Esmeralda, favor ingresar.

— Vamos mi pequeño.

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Yo soy la  puerta, cualquiera que por ella entraré saldrá y entrará y hallará pastos.
Yo soy la puerta; El ladrón no entra por la puerta,  sino que entra por otro lado. Yo soy la puerta y tengo otras ovejas que oyen mi voz; Éstas también debo guiar y habrá un rebaño y un pastor.

— Jesus Christ (Adonai).

No one can come to me; Unless the Father droves him.

— Jesus Christ from Nazareth (Adonai).