Una novia para mama ADAPTACION.

Capítulo 1

Ocho años antes...

— ¿Tan difícil es encontrar a la pareja perfecta? —Bridget suspiro llevando a su boca la copa.

—Depende —Raquelle, se acomodó en el asiento—. ¿Qué es para ti la pareja perfecta?

—Una persona simpática, respetuosa, cariñosa, amable, gracioso. —Bridget enumeraba contando con los dedos.

—Que sea guapo, que este bueno. —Tibby siguió con la lista—. Que sea bueno en la cama.

—Que te cuide y te consienta. —Gloria hablo pensativa—. Que sepa lo que necesitas con solo mirarte.

—Pero eso no existe chicas. —Raquelle rodo los ojos—. Nunca encontraran a la pareja perfecta.

—Pues yo seguiré intentándolo —levanto su copa—. ¿Por la pareja perfecta?

— ¡Por la pareja perfecta! —Todas levantaron su copa riendo y brindaron, después bebieron.

—Me la termine. —Gloria dejo la suya sobre la mesa—. Voy por otra. —Se levantó y atravesó la pista de baile con una sonrisa. Nada más llegar a la barra se apoyó en ella y espero a que el camarero la atendiera.

— ¿Así que buscas el hombre perfecto? —Una voz grave sonó en su oído, se giró sobresaltada y se encontró con un hombre, alto, de espalda delgada que la miraba de forma intensa.

— ¿Así que eres un chismoso? —Gloria respondió con otra pregunta mientras le miraba con una ceja levantada.

—Una margarita para la señorita. —el hablo al camarero que estaba parado ante ellos.

— ¿Y cómo has sabido que es eso lo que quiero? —Ella frunció el ceño.

—Porque se lo que necesitas con solo mirarte. —el sonrió con prepotencia—. Me llamo Ryan.

—Gloria Rivera. —le respondió mirándole a los ojos.

—Aquí tienes tu copa, Gloria. —pronuncio su nombre con delicadeza, al mismo tiempo que se acercaba a ella y toma su copa para dársela—. Ha sido un placer.

—Gracias por la copa. —ella asintió y con la margarita en su mano camino hacia su mesa.

— ¿Por qué has tardado tanto? —Raquelle, su hermana, la observo con el ceño fruncido.

—No lo van a creer. —Gloria se sentó en su lugar.

—Disculpe señorita. —un camarero se paró junto a ella y le dio una servilleta.

— ¿Y esto? —Bridget frunció el ceño.

—No sé. —Gloria abrió la servilleta y una sonrisa se dibujó en su rostro.

Me gustaría cuidarte y consentirte

Ryan.

— ¿Alguna tiene una pluma? —miro a todas.

—Yo, espera —Tibby busco en su bolso y se lo dio.

—Gracias. —Comenzó a escribir deprisa.

Puedes empezar por invitarme a salir.

87 8997 6887 787

Gloria.

Doblo la servilleta y se la devolvió al camarero, que le sonrió y despareció rápidamente.

— ¿Qué ha sido eso? —Raquelle interrogo a su hermana.

—He conocido al hombre perfecto. —suspiro ilusionada.

El hombre perfecto, el hombre con el que compartiría dos años de noviazgo y seis años de matrimonio. Con el que construiría su vida, tendría a sus hijas. Y que la traicionaría y dañaría de la manera que jamás podría imaginar ¿Existe el hombre perfecto?

¿ACASO EXISTE EL HOMBRE PERFECTO?