—Augh. —llevo la mano a su cabeza después del chocazo con la parte de arriba del horno, arrastro sus rodillas por el suelo, deslizándose hacia atrás y saliendo de aquel artilugio. Suspiro sentándose en el suelo, dejo el trapo a un lado y el producto de limpieza al otro lado—. Muy bien ¿Y ahora que limpio?
Miro a su alrededor. ¿Qué tal nada?
Había limpiado la casa por completo. Busco algo a lo que dedicar su tiempo para olvidarse del resto del mundo y lo consiguió. Hasta el punto de quedarse sin un rincón de esa casa que poder limpiar. Se levantó del suelo y se apoyó en la encimera, miro la nevera y sonrió. Lo abrió y saco helado de dulce de leche, cogió una cuchara y se dirigió al salón.
Se sentó en el sofá, tomo el mando de la televisión y la prendió, busco un canal de dibujos animados y comenzó a comer el helado.
Un plan estupendo para un sábado por la tarde.
Sería estupendo si sus hijas y Barbie estuvieran sentados a su lado.
—Barbie. —Pronuncio su nombre despacio—. ¿Qué estarás haciendo ahora? —dejo el helado en la mesilla y tomo el teléfono, las últimas dos llamadas perdidas que tenían de Barbie era de algo más de media hora. Respiro profundamente—. Tarde o temprano tendremos que hablar. —suspiro y pulso su número, cuando iba a dar a llamar el timbre la interrumpió.
Se levantó del sofá y dejo el teléfono sobre este, camino tranquilamente hacia la puerta y la abrió.
— ¿Y ahora qué? —Rodo los ojos cansada—. ¿No tendrías que estar disfrutando de tu fin de semana con las niñas?
—Prefiero estar hablando contigo. —Y Ryan pasó a dentro.
— ¡No te invite a entrar! —Cerró la puerta de mala gana y lo siguió—. ¿Quieres decirme que viniste a decirme y largarte?
— ¿No me invitas a tomar nada? —El sonrió—. Tú nunca has sido desagradable con las visitas.
—Tú no eres una visita. —bufo molesta—. Eres una escoria.
—Pues está escoria es tu marido. —el apretó la mandíbula—. Y no te vas a deshacer de mí tan fácilmente.
—Eras tú el que quería deshacerse de mi ¿recuerdas? —camino hacia el sofá al oír su teléfono sonar, miro la pantalla. Barbie. Lo silencio—. De mí y de las niñas.
—Está bien, me equivoque. —él se acercó a ella—. Lo siento.
—Muy bien, está bien ¿ya? —Lo miro con ambas cejas levantadas—. Ahora vete y pasa algo de tiempo con tus hijas, a ellas aún puedes recuperarlos.
—A ti no te he perdido. —él la miro a los ojos.
—Te equivocas. —sonrió—. Me perdiste hace mucho Ryan, lo que pasa es que ninguno de los dos nos dimos cuenta.
— ¿Te crees muy superior ahora? —Él se desabrocho la chaqueta—. Ahora que eres una escritora famosa, que te acuestas con una entrenadorasucha de futbol. Pues no dejas de ser más que una puta que está viviendo la vida con una mujer que no es su marido.
—Se acabó. —silencio de nuevo su teléfono, ahora era su hermana—. No tengo por qué aguantarte eso. Largo.
— ¿Me estas echando? —y dio un paso hacia ella.
—Vete Ryan. —Gloria lo miro a los ojos—. Por las buenas.
— ¿Y si no? —él sonrió.
—Llamare a la policía. —comenzó a marcar en su teléfono, pero este se vio lanzado al suelo por la mano de el—. ¡¿Te has vuelto loco?!
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Una novia para mama ADAPTACION.
Fanfic- ¡Pues vete al carajo! ¡Maldito cabron, egocéntrico, hijo de puta! -Allí estaba gritando en mitad de un parque lleno de niños-. ¡Que disfrutes de mi cama con tu zorra oxigenada! ¡Ojala te pegue una enfermedad venérea! Dos años de noviazgo, seis año...