Capitulo 32

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—Cuanto lo siento. —Josette miraba la cama con tristeza —. Jamás pensé.

—Nadie pensó eso. —Raquelle frunció el ceño—.Tu hermano es un desgraciado, pero nunca pensamos que fuera capaz de esto.

—Está detenido. —Josette la miro—. ¿Vas a hacer la denuncia?

—Si no la hace ella la hago yo. —Respondió de forma brusca.

—Buenos días. —Jasón entro en la habitación y miro a ambas con precaución, después fijo la vista en la cama—. ¿Aún no despierta?

—No. Le pusieron otro calmante está noche. —Raquelle suspiro—. Necesita mucho reposo.

—Ya hace dos días que está aquí. —Josette se acercó a la cama—. ¿Por qué no le dan el alta?

—Porque tiene que estar en observación. —Y Raquelle sonrió feliz—. Está embarazada.

— ¿Cómo dices? —y Josette dio un paso atrás sorprendida—. ¿Embarazada?

—Sí, está embarazada —entrecerró los ojos—, y el carbón de tu hermano casi mata a mi futuro sobrino.

—Mantengamos la fiesta en paz. —Jasón calmo el ambiente.

— ¿Ray? —Gloria había abierto los ojos y se incorporó despacio en la cama.

— ¡Espera! —Raquelle corrió hacia ella y la ayudo a incorporarse—. ¿Cómo te encuentras? ¿Te duele algo? ¿Tienes hambre? ¿Quieres que llame al médico?

— ¿Qué quieres que te responda primero? —Gloria hizo una mueca al notar un pinchazo en la espalda.

—Voy a pedir que te pongan otro calmante. —Raquelle camino hacia la puerta.

—Ni se te ocurra, no más calmantes. —Gloria frunció el ceño—. No sé ni a que día estamos.

—Llevas dos días aquí. —Jasón se acercó a ella—. ¿Cómo te encuentras?

—Bien. —miro a su hermana—. ¿Mi bebé?

—Todo está bien, Gloria. —Raquelle sonrió—. Los dos están bien.

— Gloria. —Josette se acercó a ella y le tomo la mano—. Lo siento mucho.

—Tú no tienes la culpa. —Gloria suspiro—. No sé qué le paso a Ryan, pero no lo reconocía, no era él.

—Naomi me llamo. —Josette limpio la lagrima que resbalo por su mejilla—. Ryan había ido a verla, estaba furioso, había bebido y... dijo que iba a recuperarte, por las buenas o por las malas. —Miro a Raquelle—. Llame a tu hermana para avisarle.

—Las niñas. —Gloria miro a todos—. ¿Dónde están mis hijas?

—Te diría que en mi casa, que estuvieron conmigo todo el tiempo. —Se encogió de hombros—. Pero no me dejaron.

— ¿Cómo que no te dejaron? —Comenzó a ponerse nerviosa—. ¿¡Dónde están mis hijas!?

—Tranquila. —sonrió—. Están con Barbie. Ella insistió en llevárselas y ellas en ir con ella. Llevan dos días viviendo con Barbie. —Frunció el ceño—. Y el perro también.

— ¿Barbie se está encargando de ellas? —Gloria la miro sorprendida.

—Arreglo las habitaciones, ellas tienen sus propios cuartos. —se sentó en el borde de la cama.

—Creo que es hora de que me vaya. —Josette trago saliva—. Me gustaría venir a verte en la tarde.

—Claro. —Gloria asintió—. Puedes venir cuando quieras, nada ha cambiado contigo.

—Gracias. —y con ojos llorosos Josette salió de la habitación.

—Con ella puede que no pero con el cerdo de tu exmarido sí. —Raquelle se levantó de golpe—. Y vas a divorciarte lo más rápido posible para que mi sobrino nazca fuera de ese absurdo matrimonio. —miro a Jasón—.Tu habla.

—Tengo todo preparado para que pongas una denuncia, obtendremos una orden de alejamiento para ti y los niñas, eso acelerara el divorcio. —el, la miro a los ojos—. Estoy pensando que sería bueno, que hiciéramos publica tu situación, eso hará que se acelere tanto el juicio de divorcio como la sentencia. —Se encogió de hombros—. Eres un personaje público, que sepan que lo que ha ocurrido puede ayudarnos.

— Además puedes ayudar a otras mujeres. —Raquelle se cruzó de brazos—. Tu escribes para ellas, les estas dedicando un libro.

— ¿Por qué no ayudar a mujeres maltratadas? —Y fue Gloria la que termino de decir la opinión de su hermana, frunció el ceño—. Pero yo no soy una mujer maltratada. Ryan a mí nunca me puso una mano encima.

—Porque tú nunca lo desobedeciste. —Raquelle suspiro—. Quizá no supimos verlo, ver en lo que se podía convertir. Tu siempre hacías lo que te pedía, no te quejabas cuando te dejaba sola, llevabas la casa, a las niñas, hacías todo lo que él te pedía.

—Te ha puesto una mano encima Gloria. —Jasón la miraba serio—. Casi te asfixia ¿Crees que tus hijas estarían a salvo con él?

—No. —Cerró los ojos e inspiro aire despacio—. Está bien, hagámoslo. Todo.

—Bien. —Raquelle sonrió satisfecha.

— ¡Mamá! —Sasha entro en la habitación como un torbellino, salto sobre la cama.

— ¡Mami! ¡Mami! —Emma siguió a su hermana y salto sobre su madre.

— ¡Cuidado! —Raquelle miro a sus sobrinas regañándoles.

—Buenos días. —Barbie entro en la habitación cargando en un brazo a Hayley y en el otro un gran oso de peluche con un lazo en el cuello, un globo en el brazo y un hermoso ramo de rosas rojas. Se acercó a la cama y dejo a Hayley junto a su madre, la niña se abrazó al cuello de ella con fuerza y después dejo el peluche sobre la cama, a los pies, se acercó a ella y deposito un beso en su frente—. ¿Cómo está la mujer más bonita del mundo? —se santo junto a ella, en el filo de la cama y coloco a Sasha sobre sus piernas. Emma quedo sentado al otro lado de su madre y Hayley sobre las piernas de ella—. ¿Cómo te encuentras?

—Bien. —Sonrió mirándola a los ojos—. Muy bien ahora que están aquí.

—Bueno me marcho a arreglar nuestros asuntos. —Jasón sonrió observándolas—. Nos vemos pronto.

—Gracias Jasón. —Gloria asintió.

— Mamá. —Sasha toco la tripa de su madre—. Barbie nos ha dicho que vamos a tener un hermanito o hermanita.

— ¡Si! —Emma sonrió ilusionado—. Otro hermanito o hermanita.

—Sí, cariño. —Gloria giro levemente el rostro para mirar a Barbie y ella le acaricio la mejilla.

—Estamos viviendo con Barbie. —Sasha sonrió—. Me gusta esa casa.

—Hemos pintado las habitaciones, de lila. —Emma señalo a su hermana pequeña—. Y la de Hayley de rosado pastel.

— Barbie nos ha llevado a la playa. —Emma miro a su madre ilusionada—. ¿Vamos a ir otra vez?

—Mamá. —Sasha tiro del filo de la camisola que llevaba Gloria—. ¿Vamos a vivir con Barbie?

—Cielo... —Gloria miro a su hija incomoda.

— ¡Claro que sí! —Y Barbie contesto antes que ella, miro a Raquelle—. ¿Por qué no las llevas a la cafetería a tomar un zumo?

—Sí, vengan. —y con una sonrisa Raquelle tomo a Hayley entre sus brazos y salió de la habitación seguida por las niñas.

—Yo no he dicho que vaya a vivir contigo. —Gloria frunció el ceño.

—Tus hijas ya se acomodaron en la casa ¿No pensaras hacerlos mudarse de nuevo? —Barbie sonrió.

— ¿Mudarse? –levanto una ceja

—Me lleve la ropa a mi casa. —Le guiño un ojo, acerco su rostro y dejo un suave beso en sus labios—. Tu lugar está junto a mí, sus lugares están junto a mí. —Acaricio su rostro despacio y la abrazo, haciendo que apoyara la cabeza en su pecho—. Somos una familia, Gloria. Tú, yo y nuestras hijas. —Y acaricio su vientre despacio—, y el o la que viene en camino también.

Una novia para mama ADAPTACION.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora